Educación en España

El PP abre un frente político con el Gobierno por la selectividad

Las comunidades del partido conservador piden una EVAU única en toda España y anuncian que se levantan de las meses de trabajo donde los expertos están elaborando los nuevos exámenes

Educación confirma que el nuevo modelo entrará en vigor en 2028, un año más tarde de lo previsto

Pilar Alegría

Pilar Alegría / David Castro

Madrid

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El PP ha abierto un nuevo y enorme frente político a cuenta de la selectividad, un examen que cambiará y se adaptará al modelo competencial y menos memorístico que impone la ley educativa (Lomloe). Durante la conferencia sectorial de Educación celebrada este martes en Madrid, todas las comunidades gobernadas por el partido conservador (Madrid, Castilla y León, Andalucía, Galicia y Murcia) han exigido una prueba única en toda España.

Además, a pesar de que los grupos de trabajo llevan meses estudiando cómo adaptar la EVAU al modelo competencial, quieren partir de cero en ese debate. Madrid y Castilla y León han dado un paso más allá y han anunciado que se levantarán de las mesas de trabajo. Fuentes del Ministerio de Educación consideran que el PP está llevando su “habitual guerra política” al terreno educativo.

En declaraciones a la prensa, el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha insistido en que una selectividad única en toda España es inviable desde el punto de vista legal. "Es algo que no aprobó el PP cuando estuvo en el poder, a pesar de contar con una ley educativa propia, la Lomce", ha recordado.

En la redacción de los exámenes de selectividad, hay tres instituciones competentes: el Gobierno, las comunidades y las universidades. "Pedir una prueba única no es viable tampoco desde el punto de vista práctico porque cada autonomía tiene sus propios decretos curriculares", ha añadido Bar.

El Tribunal Constitucional cuenta, además, con dos sentencias que sentaron jurisprudencia en lo que se refiere a las competencias educativas, por lo que, a juicio del ministerio, una selectividad única en toda España no es viable desde el punto de vista legal.

Nueva selectividad

La nueva selectividad entrará en vigor en junio de 2028 (y no en junio de 2027 como se pactó en un principio). Expertos en cada asignatura propuestos por las comunidades -desde historia hasta filosofía o inglés- llevan desde septiembre manteniendo reuniones de trabajo para ver cómo adaptar las pruebas de acceso a la universidad al modelo competencial, algo que en Catalunya ya lleva poniendo en práctica desde hace unos años. En esos grupos de trabajo también hay profesores de universidad, de secundaria y de bachillerato.

La petición de las comunidades gobernadas por el PP en la conferencia sectorial de esta tarde es echar por tierra todo ese trabajo y partir de cero. "Es algo que aumenta la incertidumbre entre la comunidad educativa y las familias. Nosotros vamos a seguir trabajando y luchando por el consenso", ha subrayado el secretario de Estado.

Este junio, todo 'normal'

Los alumnos y alumnas que este curso estén matriculados en 2º de bachillerato y que aspiren a entrar en la universidad se someterán a una selectividad ‘normal’, como hasta ahora. A partir del curso que viene (2023-24), el modelo competencial se irá deslizando en los exámenes de manera progresiva. A partir de ese curso, se realizarán diversas pruebas piloto entre el alumnado, que no contarán para nota y que serán solo una manera de saber qué es lo que funciona y qué no.

En junio de 2028 entrará en vigor de manera completa la nueva selectividad. No será una reválida para ver si los estudiantes han aprendido todo lo que deberían durante los dos cursos de bachillerato. Será una prueba de madurez académica -así se dictamina en la Lomloe- para comprobar que el aspirante está capacitado para entrar en una facultad.

El cómputo de la nota seguirá como hasta ahora. La EVAU supondrá un 40% y el bachillerato, un 60%. De ese 40% de la selectividad, un 60% corresponderá a la prueba de madurez (los exámenes de las asignaturas comunes, como inglés o historia) y el 40% restante dependerá de la prueba de modalidad (las asignaturas de las especialidades de cada bachillerato).