Detenido el dueño de un bar de Viladecans por extorsionar a un jugador de póker

Los Mossos d'Esquadra han arrestado al dueño de un bar de Viladecans (Baix Llobregat) que presuntamente monta timbas ilegales de póker. Aunque no lo han detenido por ese motivo. Según fuentes policiales, el sospechoso llevaba meses extorsionando a un hombre de nacionalidad marroquí aficionado a esas partidas clandestinas.

La víctima ha asegurado a la policía catalana que sus problemas con el dueño del bar comenzaron porque frecuentaba las timbas que este supuestamente organizaba. Timbas que no iban bien, porque perdía el dinero que apostaba. Fue así como contrajo una deuda creciente con el dueño del bar, que, además, ejercía de prestamista.

Pasaron los días sin que esa deuda, que al final ascendía a unos 2.000 euros, fuera saldada. El dueño, según la policía catalana, perdió la paciencia y acabó amenazando con un arma de fuego al jugador y a su familia.

Hace pocas semanas, el propietario del bar le comunicó al jugador que, debido al tiempo transcurrido, la deuda había crecido hasta los 10.000 euros. Y le ofreció la oportunidad de salir del atolladero en el que se encontraba si accedía a consentir que se llevara de la empresa en la que trabajaba una boina de cobre, valorada más o menos en esa cantidad. Todo lo que debía hacer era abrir una puerta trasera y facilitarle el acceso.

Pillado 'in fraganti'

El jugador acudió entonces a los Mossos d'Esquadra, relató lo ocurrido consciente de que acceder a la extorsión iba a costarle el trabajo, además de causarle problemas con la justicia. Los agentes de la comisaría de Martorell creyeron su historia y montaron de madrugada un dispositivo para coger 'in fraganti' al dueño del bar de Viladecans.

Así sucedió. El 25 de noviembre, los Mossos detuvieron al supuesto extorsionador al sorprenderlo entrando en la empresa del jugador acompañado de otra persona. Esta segunda persona, también detenida, relató a la policía catalana que desconocía a qué iba exactamente, que lo único que sabía era que el dueño del bar le había prometido 500 euros si le acompañaba a hacer un trabajo. El dueño del bar llevaba ese día encima justo 500 euros.

Los Mossos investigan ahora si la furgoneta que trajo el presunto extorsionador para llevarse la bobina de cobre pertenece a alguna empresa que pueda actuar como "receptadora", es decir, que se dedique a comprar conscientemente objetos robados.

El dueño del bar ha quedado en libertad con los cargos de extorsión, amenaza con arma de fuego y robo en grado de tentativa. Los Mossos investigarán asimismo si en ese bar se siguen llevando a cabo partidas ilegales de póker.

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