Carles Salesa, director de Maresme Circular

“Debemos cambiar este modelo de producción globalizado e insostenible”

El objetivo es reducir un 26% la producción de residuos en el Maresme en seis años. Desde el Parc Circular Mataró-Maresme se promoverá el reciclaje y la reutilización de materiales para evitar el malgasto de recursos

Carles Salesa

Carles Salesa / Marga Cruz

Nuria Bonet

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Carles Salesa, director de Maresme Circular, tiene muy claro que el modelo de producción actual se agota y que hay que apostar por la reutilización y la economía circular.

¿Qué es la circularidad?

Se asocia con reciclar más y mejor, pero la esencia no es sólo esto. La economía circular consiste en mantener en funcionamiento los recursos durante más tiempo, de forma que no utilicemos tantos recursos naturales. Venimos de un modelo de un solo uso y estamos acostumbrados a tirar en lugar de arreglar, porque no sabemos hacerlo o es más caro. Hemos entrado en una rueda de consumismo de productos de baja calidad. Hay que volver a reparar, remanufacturar.

¿Y por qué es necesaria?

El problema del ritmo de consumo es que nos lleva a un agotamiento de los recursos, a ahondar en la emergencia climática y destrozar el Planeta. La circularidad es necesaria por supervivencia. Y a nivel de empresa, un cambio de modelo de producción más allá de ganancias económicas, le abre las puertas al consumidor, gana valor añadido y relevancia en el mercado.

¿En qué punto del camino nos encontramos?

Ahora se están produciendo unos acontecimientos que hace tiempo que pensábamos que podían llegar a pasar, aunque no tan pronto. El incremento del precio de la energía, la escasez de materias primas, el retraso en el suministro de productos… La pandemia y luego la invasión de Ucrania han acelerado las cosas y ya no solo se trata de los avisos que podíamos hacer desde el ámbito medioambiental, sino que ya está afectando a la economía. Y, por eso, cada vez más gente es consciente de que debemos cambiar este modelo de producción globalizado e insostenible. Diría que estamos aún lejos, pero más cerca que en el 2020.

En las últimas décadas se ha puesto el foco en el reciclaje, ¿ha llegado el momento de empezar a hablar de no producir residuos?

Cuando la Comisión Europea empezó a hablar de economía circular, el objetivo era seguir creciendo como hasta ahora, pero reciclando más. Y pensaban que eso era suficiente, cuando está claro que no es así. No se trata de reciclar más, sino de cambiar la forma en que consumimos los materiales y la energía. Sigue siendo un tabú, pero esto implica un decrecimiento. Es una falacia pensar que podemos mantener el sistema productivo actual y ser sostenibles.

Han puesto en marcha un plan para reducir un 26% la generación de residuos en el Maresme en seis años. ¿Cómo lo conseguirán?

Hay que tener en cuenta que los valores de generación de residuos por cápita en el Maresme eran elevados, en parte por el peso del turismo y las segundas residencias. El plan es ambicioso para pasar de los 1,72 kg por habitante y día del 2010 a los 1,26 kg en el 2027. Esto significará un ahorro de más de 5.200 toneladas de CO2. Hemos ideado acciones que serán promovidas por Maresme Circular, desde el Consorci de Residus del Maresme, por los ayuntamientos o de manera conjunta, que afectarán a la materia orgánica, los envases, los aparatos electrónicos... En unos días ponemos en marcha un circuito de aprovechamiento de excedentes y de reducción del malgasto alimentario en El Masnou y Vilassar de Mar, con actividades para la restauración, hostelería y centros educativos.

La puesta en marcha del Parc Circular Mataró-Maresme es el proyecto más ambicioso. ¿En qué consistirá?

El parque aglutina en un mismo espacio actividades ciudadanas e industriales, así como formativas y de apoyo al emprendimiento. Y es por esto que se trata de un espacio pionero en España y en Europa. Se implantarán actividades que cumplan con una serie de requisitos de circularidad y que, claro, sean viables. Por ejemplo, del sector textil, de gran tradición en la comarca, pero también de gestión del plástico, biomasa, recuperación de materiales… Pondrá en evidencia que podemos consumir de otra forma.

¿Y cuáles serán los principales servicios ciudadanos?

 Una de las claves será el Espai Refer, un centro cívico de reparación y reutilización, donde asesorar y enseñar a la ciudadanía a reparar todo tipo de aparatos electrónicos, bicicletas, ropa, muebles... evitando que se conviertan en residuos. Y también habrá una biblioteca de las cosas, un espacio para fomentar la cocina de aprovechamiento, huertos comunitarios, una tienda de segunda mano y una scrapstore para hacer upcycling.

¿Cuándo prevén que el espacio esté disponible?

La previsión es que esté operativo a finales de 2024. Encontramos restos de una villa romana y de una necrópolis asociada, por lo que hubo que frenar la licitación. De cara a Navidad terminaremos la segunda intervención arqueológica, así que estamos pendientes de si habrá que modificar en algún punto el proyecto. Esperamos en el 2023 recuperar el concurso público y empezar las obras durante el primer semestre para así poder tener la primera fase, la correspondiente a los servicios ciudadanos, lista en el 2024.