Acepta un año de cárcel por hostigar a una pareja gay de su escalera en Granollers

Una mujer acusada de hostigar, durante el confinamiento del coronavirus en 2020, a una pareja gay de su escalera en Granollers (Barcelona) de forma reiterada al grito de "maricones hijos de puta" para que lo oyeran todos los vecinos ha aceptado un año de cárcel.

La acusada, J.D.G., ha reconocido este martes ante el tribunal de la sección tercera de la Audiencia de Barcelona los hechos, después de que la Fiscalía y la defensa de J.D.G. hayan llegado a un acuerdo que ha evitado la celebración del juicio para el que inicialmente el ministerio público pedía 1 año y nueve meses de cárcel.

Insultos y lanzamientos

J.D.G. comenzó a hostigar a uno de los hombres en marzo de 2020 para tratar de tener una relación sentimental con él y, a raíz de que la víctima -que vivía debajo de ella- le dijo que parara, comenzó a insultarle tanto a él como a su pareja al grito de "maricones hijos de puta" de forma recurrente desde el balcón de su casa, y a lanzarles al patio elementos como lejía o cigarrillos.

El tribunal, que ha dictado sentencia 'in voce', ha suspendido durante dos años la pena de cárcel impuesta a J.D.G. con la condición de que la acusada no vuelva a delinquir en ese periodo y a que asista a un curso para abordar "los déficits apreciados en su conducta".

Multa e indemnización

La sala también ha impuesto a la acusada una multa de 720 euros y la obligación de indemnizar con 2.000 euros en total a la pareja, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros y a comunicarse con ellos durante tres años.

Según el escrito de acusación del ministerio público, J.D.G. comenzó en marzo de 2020, durante el confinamiento, a hostigar a uno de los hombres, con la intención de salir con él.

La acusada comenzó a lanzarle al patio regalos, como encendedores, peluches, una pelota para perros o una nota donde decía "doy gracias a la vida por haberte conocido".

Regalos

El vecino fue hablar con la mujer y le dijo que parara y que no quería más regalos, y a partir de ahí J.D.G. comenzó a gritar desde el balcón de casa y en repetidas ocasiones expresiones homófobas como "maricones hijos de puta", "maricones que me dais asco" o "yo con maricones no hablo".

"Dichas expresiones se profirieron de manera que todo el vecindario pudiera escucharlas y con la finalidad de humillarles públicamente", señala el escrito del ministerio público.

La Fiscalía también explica que J.D.G. les lanzó al patio de forma reiterada lejía, esmalte de uñas y cigarrillos y que, como consecuencia de este hostigamiento continuado, las víctimas tuvieron que mudarse a otro domicilio.