colectivos vulnerables

La Generalitat reúne la mesa de la pobreza energética con cinco meses de retraso

Las facturas impagadas en 2021, y aún sin condonar, en los hogares vulnerables suman 18 millones, casi lo mismo que los importes de 2019 y 2020 juntos

Endesa y Govern se comprometieron a crear un fondo de solidaridad para automatizar los pagos de los recibos de la luz que todavía no existe

pobreza energetica

pobreza energetica / CARLOS MONTAÑÉS

Elisenda Colell

Elisenda Colell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 8 de junio de 2022 aún era primavera y los termómetros marcaban temperaturas tórridas, que nos llevarían al verano más caluroso de la historia. Fue entonces cuando hubo la última reunión de la mesa contra la pobreza energética catalana, liderada por la Conselleria de Drets Socials y en la que participan los entes locales, entidades y movimientos sociales. Han pasado cinco meses sin novedades en el frente, pese a que la inflación hace prever un invierno complicado, especialmente para aquellas personas más vulnerables. Las entidades sociales critican incumplimientos y tardanza en aplicar los acuerdos y promesas, mientras que la Generalitat y Endesa aseguran que están trabajando ello. De hecho, la 'conselleria', ha anunciado una reunión para este miércoles 30 de noviembre.

El frío invernal ya ha llegado a los hogares, además, con los precios de la energía disparados. De hecho, la deuda acumulada de los más vulnerables en 2021 asciende a casi 18 millones de euros, lo mismo que la suma de los importes de 2019 y 2020. Vuelven las mantas, las linternas, el miedo de encender la calefacción o la luz por lo que puede costar y el constante temor a incendios. Ya son siete inviernos así, desde que Catalunya aprobó la ley más protectora de Europa que impide cortes a las familias pobres.

En marzo de 2021 Endesa firmó un convenio histórico contra la pobreza energética en Catalunya, que aún no se ha desplegado en su totalidad. "Vamos un año y medio tarde", se queja Josep Babot, portavoz de la Alianza contra la Pobreza Energética (APE). La Taula del Tercer Sector advierte de que el documento "no puede quedar en papel mojado".

Desde la firma del acuerdo, ha habido dos cambios de 'conseller' y tres departamentos implicados. "Nadie ha tomado la iniciativa ni el liderazgo, ha habido una falta de prioridad. La pobreza energética es una patata caliente de la que nadie en la Generalitat se ha querido ocupar", añade Babot. Unas críticas que también comparte el principal partido de la oposición en el Parlament. "Es inaudito. Este es un verdadero problema para las familias. Había que diseñar un plan, aplicar las medidas previstas... y no encontrarnos a las puertas del inverno con que no se ha hecho nada", se queja Raúl Moreno, diputado del PSC.

El equipo de la nueva 'conselleria' de Drets Socials, con Carles Campuzano al frente, tiene previsto una reunión con los agentes implicados el próximo miércoles 30 de noviembre. Las entidades sociales piden rapidez. "El tiempo corre muy rápido y las familias vulnerables hace muchos meses que viven con incertidumbre", dice la presidenta de la Taula, Francina Alsina, que urge al Govern a garantizar que todos las familias pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada, sin poner en riesgo su salud ni su vida.

Facturas y fondo de solidaridad

Después de condonarles la deuda acumulada desde 2015, los más de 30.000 clientes vulnerables de Endesa en Catalunya siguen acumulando facturas del año 2021 y 2022. La de 2021 asciende a 17,9 millones de euros. Es más que la deuda desde 2015 a 2018, que eran 17,5 millones, y casi la misma que la de 2019 y 2020, que llegaba a los 21 millones. Una consecuencia del precio disparado de la energía. El Govern se comprometió a pagar la mitad de esta deuda con fondos públicos (el 35% de la Generalitat y el 15% de diputaciones y entes municipales), y Endesa condonaría el resto. Estamos terminando 2022, y aún no se ha hecho. "Está previsto pagarlo antes de final de año", aseguran fuentes de la 'conselleria'.

"No hay explicación posible de esta demora", se queja Babot. En este sentido, Endesa y Generalitat se comprometieron a crear un fondo de solidaridad para automatizar los pagos de las facturas de luz a las familias que no lo pueden asumir. Sigue sin existir, a pesar de que hay un grupo de trabajo creado en junio que trabaja en ello. "Esta es la herramienta que hará que las familias estén tranquilas y usen los suministros cuando lo necesiten. Hoy, aún siguen teniendo la losa de la deuda ", insiste Babot.

Contadores sociales

Endesa se comprometió también a instalar contadores solidarios a las familias que se han visto obligadas a ocupar. Hogares que viven en la exclusión social, que han sufrido uno o varios desahucios, pero que siguen esperando una vivienda pública de urgencia. La hemeroteca ya está plagada de incendios mortales en estos hogares, obligados a pincharse a la red. Las empresas de agua ya han instalado más de 200 contadores similares. Con la luz, la Generalitat no tiene ni datos del alcance. Endesa dice que ha instalado 42 en 19 municipios. Solo dos son en el área metropolitana. En Barcelona, Badalona o L'Hospitalet de Llobregat no hay ni uno. "No se está aplicando como debería. Endesa se ha inventado un documento trampa que no constaba en el acuerdo y que la Generalitat dio por bueno. Pasan la pelota al ayuntamiento y les obligan a firmarlo, cuando debería recaer sobre la familia", acusa Babot. "El proceso es claro y rápido, si llega la solicitud del ayuntamiento y la instalación del edificio está homologada", zanja Endesa.

El resto de eléctricas

Aunque no se está aplicando como debería, lo cierto es que Endesa es la única compañía en Catalunya que ha firmado un convenio con la Generalitat (tal y como dicta la legislación) y ha condonado la deuda de los vulnerables de 2015 a 2020. Drets Socials confirma que no están negociando con ninguna otra suministradora. Los clientes de Naturgy o Iberdrola siguen acumulando deuda y reduciendo el gasto al mínimo, a pesar de que no les puedan cortar la luz. "La Generalitat debe empezar a abordar ya el tema con las otras compañías. Especialmente Naturgy, que copa el grueso del mercado de gas. Y no nos consta ni una novedad en este ámbito", lamenta el activista.

Bono Social

El bono social eléctrico es un descuento regulado por Gobierno central para rebajar de forma notable (hasta el 80%) las facturas de las familias vulnerables. Este año, además, se han ampliado sus criterios y beneficiarios. En Catalunya, el 67% de los clientes vulnerables de Endesa no lo tienen, aunque el convenio con la compañía dice que deberían tramitárselo. Hay 107.734 familias que se benefician, la mitad de las que hay en Andalucía. "Estamos trabajando con la Generalitat para que todos los clientes vulnerables tengan bono social", explica Endesa y confirma la 'conselleria'. "La empresa tiene que hacerlo más accesible, transparente y presencial. La brecha digital afecta a muchas familias, especialmente la gente mayor", pide Babot. "Sería conveniente simplificar su acceso y se podría valorar ampliar la cobertura", dicen desde la Generalitat.

Aunque también hay un problema con los que sí lo perciben. "El bono social tiene un límite de consumo, y las familias que lo sobrepasan se encuentran con facturas de 200 o 300 euros", comenta. En este sentido, el APE reclama ampliar este límite y habilitar ayudas públicas para instalar aparatos de calefacción, electrodomésticos eficientes y medidas para aislar los hogares más vulnerables. "La gente no gasta porque no tiene aparatos o porque gastan mucho más y sus facturas se disparan", apunta Babot.

Cortes y cartas de pago

En los últimos meses, en las asambleas del APE han aparecido familias atendidas por los servicios sociales a quienes las compañías han cortado la luz. "Son cosas puntuales. Haciendo denuncias públicas hemos logrado que se reconecten rápido. ¡Pero es que no tendría que haber ni uno! ¿Qué pasa con la gente que no tiene apoyo colectivo, que no llega a nuestras asambleas?", se pregunta Babot. "Hemos reforzado el equipo de profesionales dedicados a atender los casos de situaciones de vulnerabilidad", responde Endesa. También siguen enviando las cartas de cobro a familias protegidas. "Es nuestra obligación legal", confirma la empresa, que añade que igualmente informa de la existencia del bono social.

Datos y evaluaciones

Uno de los grandes problemas que tiene la ampliación de políticas para atajar la pobreza energética es la falta de datos públicos. "Nos tenemos que fiar de los datos de Endesa. El convenio dice que cada año hay que hacer una recopilación de datos para evaluar cómo se hacen las cosas. No hay nada de esto", se queja Babot. Los únicos datos públicos de pobreza energética en Catalunya son los del Idescat, que a través de encuestas señalan que el 16% de hogares en Catalunya sufren pobreza energética.

Suscríbete para seguir leyendo