Legislación polémica

Peramato: "La ley del 'solo sí es sí' nos da muchas posibilidades de proteger más a las víctimas"

La fiscala de la sala contra la violencia sobre la mujer defiende que la norma conlleva penas mayores para las agresiones sexuales

La fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato.

La fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato. / EFE

Violeta Molina Gallardo

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La Fiscala de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, es contundente: la ley del 'solo sí es sí' es "buena" y va a permitir a la justicia proteger más a las víctimas que el anterior Código Penal. "Esta ley es buena, nos da muchísimas posibilidades para proteger más a las víctimas que la legislación anterior porque centra precisamente la respuesta en la ausencia de un consentimiento expreso y libre", explica Peramato en una entrevista con 'El Periódico de España', del grupo Prensa Ibérica, con motivo de la conmemoración, este 25 de noviembre, del día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

La Fiscal subraya cómo la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual elimina la violencia y la intimidación para acreditar una agresión sexual. Así, "las mujeres que se encuentren en situaciones como las que estamos pensando, no se van a ver perjudicadas por que no puedan alegar que se opusieron o que se resistieron: si no consintieron, ese acto es delito y la Fiscalía va a hacer el esfuerzo necesario, esfuerzo que nos pide además el Convenio de Estambul. Vamos a reforzar nuestra diligencia debida para llevar hasta el final los procedimientos", defiende.

Destaca en este sentido que los hechos delictivos anteriores a la entrada en vigor de la norma, el pasado 6 de octubre, "se están acusando de conformidad con el Código Penal anterior porque el cómputo penal sale más favorable al reo que con este".

Relata Peramato que la nueva redacción del Código Penal incluye el parentesco como una agravante específica de la agresión sexual, de forma que las penas serán mayores cuando el delito se produzca en el ámbito de la pareja o la expareja, aun cuando sea un noviazgo y no exista la convivencia. En el caso de que concurran violencia o intimidación, también se penará de forma separada, "de manera que si hay que hacer esa acusación conjunta, las penas salen mayores".

"A las víctimas hay que mandarles el mensaje de que la Fiscalía General del Estado, la Unidad Coordinadora de la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer, todos los y las fiscales de la red tienen absolutamente claro, primero, que el proceso se tiene que adaptar a la víctima, no a la inversa. Segundo, que nosotros estamos haciendo una interpretación de las normas teniendo siempre en cuenta la perspectiva de género y el principio de proporcionalidad", dice.

La Fiscal ensalza el decreto de la Fiscalía General del Estado sobre la revisión de sentencias, que "da pautas" e incide en que hay que aplicar el principio de proporcionalidad: "Las penas tienen que ser no sólo eficaces y disuasorias, sino proporcionadas". El escrito señala que cuando hay violencia física o psicológica hay que penarlo separadamente al delito de agresión sexual "y eso puede suponer una pena mayor", asevera.

Recalca que la justicia está haciendo un gran esfuerzo para dar la mejor respuesta a las víctimas de todas las violencias machistas y para protegerlas. "Desde luego, la Fiscalía General del Estado, a quien yo represento en esta unidad, está empeñada en llevar al máximo la protección y la respuesta penal".

Un millón de víctimas

Peramato coordina en Fiscalía las cuestiones relativas a la violencia de género en el ámbito de la pareja y la expareja. Sus mayores esfuerzos están orientados a la protección de las mujeres víctimas, pero también de sus hijos e hijas.

"Tenemos que ser capaces de decirle a toda la sociedad que esto no es un invento de las feministas ni de cuatro mujeres, que esto es una realidad que se constata: que solamente se denuncia el 21 % de la violencia que sufren las mujeres; que hay un millón de mujeres que están sufriendo violencia ahora mismo y no denuncian; que hay 1,6 millones de niños y niñas que viven en un contexto de violencia de género, que corren el riesgo ellos mismos de ser maltratados en un 51,4 % de las ocasiones; que el 60 % de esos niños están viendo cómo su madre está siendo agredida, machacada, insultada, amenazada constantemente; que esos niños van a aprender conductas violentas y las niñas, conductas de sumisión; que van a ser instrumentalizados por los agresores; que es una realidad muy grave a la que no podemos dar la espalda y que tenemos que visibilizar", denuncia.

A la Fiscal le preocupa el negacionismo, le dan miedo los mensajes que niegan la existencia de la violencia y llegan de una forma muy fácil a los jóvenes, que los asumen sin cuestionarlos y sin espíritu crítico. Para contrarrestarlo, demanda educación en igualdad y formación.

"Me parece que les tenemos que enseñar a ser críticos con lo que reciben, a elaborar pensamiento crítico. No te quedes con lo primero que te dicen porque haya un lobby que diga que esto es un invento de las feminazis, que no existe, que es una mentira. Busca información antes de retuitear ese mensaje y si crees que no es verdad, contesta. Vamos a ser valientes, vamos a ser intolerantes con quienes nos agreden, con quienes nos discriminan", pide Peramato.

La implicación social es determinante para combatir esta violencia porque el silencio de la sociedad, dar la espalda y no apoyar a las víctimas también es una forma de revictimizarlas. "Revictimizamos nosotros cuando no las tratamos adecuadamente, cuando cometemos fallos en los procedimientos, seguro. Pero también la sociedad tiene que ser consciente de que cuando les damos la espalda, cuando miramos para otro lado y nos ponemos de perfil, cuando las culpabilizamos, les estamos haciendo muchísimo daño".

Violencia vicaria, violencia económica, violencia digital

Peramato considera que el poder legislativo debe dar más pasos para combatir la violencia vicaria, la que se ejerce contra niños y niñas para hacer daño a las mujeres. Pero no sólo en el caso de la violencia más extrema, que es la del asesinato del menor, también en otras más leves pero también muy peligrosas.

"La violencia vicaria que no es extrema pero que es muy manipuladora, que puede provocar mucho daño, tiene que ser objeto de regulación. (...) Siempre es grave la instrumentalización de los niños para seguir controlando a la madre, para hacerle daño, mandarle mensajes... Nosotros tenemos que aprender a detectarla, necesitamos mecanismos de detección y ser muy audaces en esa diligencia debida para darle una respuesta adecuada", detalla.

Aunque la violencia vicaria ya forma parte de la legislación española y hay herramientas legales como la suspensión de regímenes de visitas a los padres maltratadores -donde se está "consiguiendo muchísimo" y se está registrando un incremento exponencial de su aplicación en los tribunales-, Peramato cree que hay que impulsar una legislación específica.

También para responder ante la violencia económica, que va más allá del impago de pensiones y que "o se lleva al cajón de sastre de la coacción o queda impune". Y hace falta, continúa, mirar a la violencia digital, cuyo principal problema "está en la investigación".

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El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010Todos los recursos contra la violencia de género.