Violencia sexual

El agresor sexual más común en Catalunya es el ligue de una noche

Las denuncias recabadas en 2022 no ponen el foco en el entorno de confianza pero ratifican el caso de la mujer que se encuentra adormecida por la ingesta voluntaria de alcohol u otras drogas

La franja nocturna de más riesgo es la nocturna de días festivos y casi la mitad de ataques se producen en el interior de los domicilios

Interior de una discoteca en Barcelona

Interior de una discoteca en Barcelona / MANU MITRU

Guillem Sánchez

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Los Mossos d’Esquadra activaron un plan a principios de verano para contener la violencia sexual vinculada al ocio nocturno. La portavoz del cuerpo policial, Montse Escudé, ha recordado este lunes en la presentación de un balance acerca de cómo marcha, a pocos días del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que lo llevaron a cabo porque intuían que existía un problema de seguridad para las mujeres que salen de fiesta, aunque no tenían datos que sustentaran si la impresión era correcta. Parte de ese plan, que incluía trabajar en el interior de las discotecas o crear itinerarios seguros para regresar a casa de madrugada, consistía en radiografiar la noche para confirmar o desmentir esa intuición. Los datos parecen haber confirmado el problema, y revelado aspectos llamativos.

De las denuncias que han presentado las mujeres agredidas sexualmente este 2022 sobresale un porcentaje: el 60% de los agresores sexuales en Catalunya no pertenecen al entorno de las víctimas. Hasta la fecha, la experiencia de centros de referencia de la violencia sexual como el Hospital Clínic, el Govern o los propios cuerpos policiales habían puesto el foco sobre los agresores conocidos, los que forman parte del entorno de confianza de la víctima –su pareja, expareja, amistades–, como el principal problema de la lacra de la violencia sexual. La propia Tània Verge, 'consellera' de Igualtat i Feminismes, presente en la rueda de prensa, ha insistido este lunes en el mismo sentido: el entorno conocido. Lo ha hecho minutos antes de que la policía catalana lo desmintiera.

Las denuncias presentadas desde enero apuntan que la mayoría de la violencia sexual no la perpetran las parejas o exparejas sino hombres –en un 95% de los casos– que atacan a mujeres desconocidas. Escudé ha remarcado que eso no significa que se trate de violadores que asaltan sorpresivamente a sus víctimas –que encarnan un porcentaje ínfimo de las denuncias– sino que casi siempre se trata de hombres y mujeres que acaban de conocerse. Sin una relación previa, se han encontrado en un entorno de ocio nocturno –una fiesta, una discoteca, un bar musical– y "se han desplazado" al domicilio de uno de ellos. En el interior de esa casa es donde se acaba perpetrándose la agresión sexual. Son lo que popularmente se conoce como el ligue de una noche. A menudo, la mujer se encuentra además adormecida por la ingesta voluntaria de alcohol o droga.

Por eso también el lugar en el que ocurren casi la mitad de los ataques sexuales se corresponde con el interior de un domicilio particular. Dentro de los establecimientos de ocio nocturno, por el contrario, suceden solo el 4% de las agresiones, aunque se desconoce cuántas comienzan a originarse ahí y terminan materializándose en los domicilios. Como tampoco se sabe a ciencia cierta cuántos de esos encuentros han sido promovidos por aplicaciones de citas. El 22% de los ataques sexuales se da en la vía pública y el resto, en otro lugares. Por zonas horarias, la mayoría de denuncias refieren ataques que se han producido en las franjas nocturnas del viernes o del sábado o de las noches anteriores a días festivos. 

Especialmente preocupante ha resultado otro dato: desde enero se han denunciado en Catalunya 51 violaciones grupales. Esto no significa que debamos hablar de casos comparables a la 'manada de Pamplona' dado que muchos de estos son menos graves y se corresponden con "acorralamientos" o "tocamientos" que se han hecho en grupo, ha remarcado Verge. Varios de estos asedios colectivos sí se han producido dentro de las discotecas. Y, comparativamente, sus autores son también más jóvenes de media que en el global de la violencia sexual. 

Un 25% más de denuncias

A pesar del plan contra la violencia sexual, esta ha crecido desde verano en un 25%. Es decir, se han presentado un 25% más de denuncias por agresiones sexuales o abusos sexuales. Ese incremento, no obstante, no es necesariamente negativo debido a que la violencia sexual presenta una cifra oculta elevada y ahora las mujeres confían más en el sistema y denuncian ataques que antes hubieran callado, han subrayado la 'consellera' Verge y la portavoz Escudé. El 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, ha asegurado que el plan contra la violencia sexual se mantiene y seguirá creciendo.

La violencia sexual "no es un fenómeno puntual" es "el principal problema de seguridad", ha recordado Verge. "La sociedad ha normalizado que las mujeres dejemos de hacer determinadas cosas, como dejar de correr por determinadas zonas", ha denunciado. Elena, por su parte, ha subrayado que si una mitad de la sociedad no se siente "segura" tampoco es "libre".