El primer borrador de la cumbre del clima augura un acuerdo débil

Tras más de una semana y media de negociaciones, y en vísperas del supuesto cierre de la cumbre de clima, Sharm el-Sheikh ha publicado el primer borrador de los acuerdos de este año. El documento, divulgado varios días más tarde de lo esperado, expone en una veintena de páginas cuáles han sido los debates sobre la mesa durante este encuentro. La gran mayoría de afirmaciones constatan, una vez más, la gravedad de la crisis climática (en todas sus facetas) y la necesidad de hacer algo. Pero en cuanto llega el momento de hablar de compromisos concretos para hacer frente a estos retos, el documento se limita a pedir a los países un mayor esfuerzo en cada uno de los ámbitos de acción. También destaca, entre paréntesis, que algunos de los puntos críticos del acuerdo siguen estando bajo debate y que se darán a conocer próximamente.   

El primer esbozo de los compromisos de Sharm el-Sheikh omite el debate sobre los combustibles fósiles. El año pasado, en Glasgow, el texto incluyó por primera vez una mención explícita a la necesidad de reducir el uso del petróleo, el carbón y el gas para recortar así las emisiones de gases de efecto invernadero y  esquivar la catástrofe climática. Este año, según apunta el primer borrador de los pactos egipcios, el discurso sobre esta cuestión parece haber menguado. La única mención explícita que recoge el texto pide "racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles". Más allá de esto, no se incluye ningún otro comentario sobre el futuro del petróleo, el carbón y el gas que, según destacan los informes científicos, están acelerando el avance de la crisis climática. 

El pacto de Sharm el-Sheikh basa sus cimientos en el de Glasgow. De hecho, en el documento publicado este jueves se incluyen varias menciones (o mejor dicho recordatorios) sobre la importancia de mantener los compromisos acordados durante la cumbre escocesa. Es el caso, por ejemplo, de la promesa unánime forjada el año pasado por el que los países se comprometían a reducir aún más sus recortes de emisiones y presentar planes actualizados antes de que acabe este año. Pero pese a todo, son muchos los que llegados a Egipto no han cumplido con la tarea. Así que Sharm el-Sheikh se limita a reafirmar la urgencia de llevar a cabo este plan ya acordado.

Financiación climática

Una de las grandes lagunas que, hoy por hoy, todavía destacan en los primeros esbozos del pacto de Sharm el-Sheikh tiene que ver con el gran tema de debate que ha estado sobre la mesa desde el primer día: las herramientas para financiar tanto las medidas de adaptación frente a los extremos climáticos como las pérdidas y daños derivadas de las catástrofes climáticas. En ambos casos, el borrador reconoce que ahora mismo existe una brecha enorme entre el dinero destinado a estas causas y el necesario para hacer frente a estos retos. Aun así, pese a reconocer la existencia del problema, Sharm el-Sheikh todavía no apunta a una solución clara. El documento se limita a reconocer entre paréntesis que estas cuestiones siguen estando en la mesa de negociaciones. 

Una lectura más optimista del borrador muestra que, efectivamente, los países siguen reconociendo la gravedad del problema y la necesidad de actuar. En este sentido, el texto cita en varias ocasiones la información aportada por los últimos informes del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). También considera que el objetivo de las políticas climáticas debe ser limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados de media. Eso sí, por el momento no se recoge ninguna nueva medida para hacer frente a estos retos. 

En teoría, la cumbre de Sharm el-Sheikh debería acaba este viernes. Pero a menos de 48 horas del final del encuentro, las lagunas del primer borrador del acuerdo y la lentitud de las negociaciones aún en marcha apunta a que el encuentro se alargará más de lo previsto. ¿Hasta cuándo? Todavía es pronto para saberlo. Pero, por el momento, la lentitud de los debates no es un buen presagio. 

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