Cita mundial en Egipto

Los cinco 'atascos' de la cumbre del clima de Sharm el-Sheikh

La presidencia egipcia confía en cinco grupos de trabajo para desatascar las negociaciones, que van con retraso

Los borradores son, por ahora, un reflejo más de buenas intenciones que de pactos concretos

Lula da Silva entre los políticos brasileños Fátima Becerra y helder Zahluth Barbalho durante su conferencia sobre la deforestación en la Amazonia en la cumbre COP27.

Lula da Silva entre los políticos brasileños Fátima Becerra y helder Zahluth Barbalho durante su conferencia sobre la deforestación en la Amazonia en la cumbre COP27. / Mohammed ABED / AFP

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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En Sharm el-Sheikh se respira un aire extraño este miércoles. En el ecuador de la segunda semana de la cumbre del clima, justo en un momento en que ya se deberían estar cerrando los últimos flecos del acuerdo final, todavía hay muchos debates que siguen en el aire. Los borradores de los diferentes apartados de las negociaciones llegan con cuentagotas y, en muchos casos, son más un reflejo de buenas intenciones que de pactos concretos. Mientras el final de la cumbre está cada vez más cerca, preocupa que aún haya tantas incógnitas sobre la mesa.

La gran esperanza para 'desatascar' el debate climático era la cumbre del G20. Sharm el-Sheikh, de hecho, esperaba que Bali lograra reunir el consenso político suficiente para aumentar la presión en las negociaciones egipcias. Y en cierto modo así ha ocurrido. El acuerdo final del G20, publicado también este miércoles, incluye un apartado específico sobre políticas climáticas. En este, las grandes potencias del mundo reafirman su compromiso para limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados, acelerar la transición ecológica de los combustibles fósiles a las renovables y aumentar, en general, la contundencia de las políticas climáticas actuales. 

Negociaciones atascadas

Mientras, en Sharm el-Sheikh todo avanza al ralentí. En estos momentos, lo único que está claro es que las negociaciones van con retraso. Lo ha reconocido incluso el presidente de la cumbre, Sameh Shoukry, durante una de las últimas comparecencias realizadas para hablar sobre el estado de los acuerdos. Según ha explicado este miércoles, una parte del atasco depende de cuestiones técnicas, que en estos momentos siguen en manos de los equipos de negociación especializados y que, si todo va según lo previsto, podrían empezar a tomar forma entre el miércoles por la noche y el jueves. 

Otra gran parte, sin embargo, tendrá que mediarse en "conversaciones políticas de alto nivel". Para ello, la presidencia del evento ha designado una serie de 'facilitadores' para guiar las negociaciones de los cinco grandes bloques claves de la cumbre. Se trata de los acuerdos sobre mitigación, finanzas, recorte de emisiones, pérdidas y daños, así como para el programa global de adaptación. La vicepresidenta española Teresa Ribera ha sido elegidas para liderar las conversaciones sobre este último punto. Es la quinta ocasión en que Ribera es designada como facilitadora en las negociaciones de una cumbre del clima. 

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"La decisión de esta cumbre debe incluir un programa de trabajo que sirva de guía para medir los impactos, riesgos y vulnerabilidad de la crisis climática y que, a su vez, ayude a la planificación de los países y la implementación de las medidas", ha explicado Ribera desde Sharm el-Sheikh tras ser designada como facilitadora del programa de adaptación. 

El punto más crítico ahora mismo parece el de pérdidas y daños. La conocida como Alianza de pequeñas islas, que representa algunos estados en riesgo de extinción por la subida del nivel del mar, denuncia que "apenas se han hecho progresos" en esta cuestión y presionan para lograr un pacto claro para crear un mecanismo económico que permita hacer frente a los estragos climáticos. Los únicos documentos que han trascendido hasta ahora sobre el tema reconocen, efectivamente, la necesidad de crear algún sistema que permita financiar estos daños pero, aun así, todavía no se decantan por ninguno en concreto. Parece que queda todavía mucho que debatir en Sharm el-Sheikh

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