Educació tira de estadística para presumir de la bajada de ratio de alumnos por profesor

Mientras los representantes sindicales de los docentes catalanes se reunían este martes en el Departament de Educació para intentar desencallar las negociaciones en marcha para revertir los recortes --cosa que no lograron--, la 'conselleria' hacía pública una estadística (con poco contexto): la ratio de alumnos por profesor en Catalunya bajará del actual 10,48 a 9,59 a partir del próximo mes de enero, por lo que será "la más baja de la historia", señalaban orgullosos. Unas cifras que han desmontado los sindicatos. "Es una cifra falseada", ha sentenciado Iolanda Segura, portavoz de Ustec, el sindicato mayoritario en la escuela pública catalana, antes de señalar que la ratio de alumnos por aula no ha bajado ni bajará, al menos este curso.  

Una bajada que se producirá con la entrada en el sistema educativo durante el segundo trimestre de este curso de más de 3.500 maestros de primaria y profesores de secundaria para rebajar las horas lectivas de las plantillas actuales. Una contratación pactada el 1 de septiembre en el marco de una negociación sindical para evitar las huelgas previstas para el inicio del curso y que, a ojos de la AFFac, "no tiene un impacto directo en la atención del alumnado ni en la mejora de la calidad educativa; ni sirve para desplegar de una vez por todas el decreto de educación inclusiva", según denunciaba hace unos días a EL PERIÓDICO su directora, Lidón Gasull.

Estos nuevos 3.500 docentes cubrirán las horas de menos de clase que realizará la plantilla actual, con lo que el impacto del incremento de plantilla -al que se destinarán 170 millones de euros- en el alumnado es, como mínimo este curso, relativo. Habrá más maestros pero será porque los actuales estarán menos horas en el aula. Con la entrada de unos 1.500 maestros en primaria y de unos 2.000 profesores en secundaria, los docentes podrán reducir su horario lectivo de 24 a 23 horas en primaria y de 19 a 18 horas en secundaria.

Los números de Cambray

Es decir, ese maestro por cada 9,59 alumnos que blande Educació es una cifra estadística, sí, pero está bastante lejos de ser una realidad tangible en las aulas, donde las ratios siguen siendo de 25 alumnos por aula en infantil y primaria y de 30 en la ESO, sino más.

"Si quieren calcular la ratio real, que dividan por el número de grupos clase que hay en los centros, no por el número total de profesores", ha apuntado Segura, antes de recordar que "hay grupos de FP con más de 35 alumnos por aula y grupos de bachillerato con más de 40". "Vamos cortos de personal y con una ratio muy elevada en la mayoría de centros. Este es el dato real", ha remachado la portavoz de Ustec.

Según los datos hechos públicos este lunes por el Departament de Educació, es necesario remontarse al curso 2007-08 para llegar a la ratio más baja de alumnos por profesor alcanzada hasta ahora, que fue del 10,54, y que fue en aumento hasta llegar al punto álgido de los 12,13 en el curso 2012-13.

Desde entonces, según la misma información del Departament, la ratio ha ido bajando hasta la del próximo mes de enero, cuando habrá casi 88.000 docentes por 876.854 alumnos en el sistema público en educación infantil, primaria, ESO, educación especial, bachillerato y ciclos de FP.

38 alumnos en bachillerato

La realidad en el día a día en las aulas casa poco con la estadística. Actualmente las ratios de bachillerato por normativa son de 35 alumnos por grupo. Y, también por normativa, esta se puede incrementar un 10% por encima de los 35. Es decir los grupos de hasta 38 alumnos están dentro de la ley.

Las ratios de Infantil y Primaria son de 25 por grupo, que también puede incrementarse un 10%, y en ESO son de 30, siempre con la posibilidad de incrementar el número de alumnos en un 10%.

Las ratios que han bajado -como ha hecho la natalidad- son las de Infantil 3, que este curso son de 20 alumnos por grupo-clase. Una bajada que también ha sido criticada por las afas porque, al no ir incrementada de un aumento de grupos, ha supuesto que muchas familias, sobre todo en Barcelona, hayan sido expulsadas a la concertada.

Por otro lado, el desembarco de esos 3.500 docentes en enero obligará además a las direcciones a rehacer todos los horarios, algo que ha sido también polémico).