Oferta pendiente

Barcelona se resiste a abrir discos para menores

Los empresarios desoyen la creciente demanda de sesiones para los más jóvenes, pese a que la patronal cree que evitaría los botellones

Los locales deben controlar que los chavales de 16 y 17 años no consuman alcohol

Pista de baile de la discoteca Opium.

Pista de baile de la discoteca Opium. / ZOWY VOETEN

Patricia Castán

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Salir de fiesta con 16 o 17 años puede resultar muy frustrante en Barcelona. La menguante oferta de discotecas en la ciudad, tras dos décadas de continuos cierres, hace que para los empresarios del sector este segmento de potenciales noctámbulos sea poco atractivo. Por una parte, es poco rentable y, además, su gestión es complicada, porque hay que controlar que no consuman alcohol, lo que no es fácil, explican varios empresarios de la noche consultados.

La capital catalana -al contrario que Madrid- es un territorio donde las salidas a la discoteca se concentran mucho en viernes y sábado, siendo los jueves más minoritarios. Por no hablar de la caída del consumo de copas desde la crisis. De ese modo, los empresarios necesitan facturar el máximo en sus dos grandes noches de trabajo. Los menores solo pueden tomar refrescos y tampoco tienen un gran presupuesto, así que los números no juegan a su favor. Sobre todo teniendo en cuenta que se mezclan con mayores de edad y que pueden acabar consumiendo alcohol con un mínimo de picaresca.

Pulsera y vigilancia

Los establecimientos que realizan estas sesiones para público a partir de 16 años lo anuncian en la entrada con un cartel y exigen presentar el DNI. A los menores se les pone una pulsera de color, con la que no es posible consumir alcohol. Los empresarios han comprobado, además, que cuando realizan estas convocatorias en Barcelona el público veinteañero suele desaparecer porque no les interesa juntarse con 'niños', de modo que se pierde una parte de la clientela.

La gran paradoja es que esta demanda se ha multiplicado desde la pandemia, porque hay una generación que ha retrasado su descubrimiento del ocio nocturno y ahora está ávida de experiencias. Los locales que programan esta oferta con frecuencia ya tienen vendidas todas las entradas del fin de semana el lunes anterior. Algunos padres han llegado a protestar por ello.

La patronal del ocio Fecalon explica que ha realizado varios llamamientos a sus asociados para que, pese a todo, implanten este tipo de oferta como herramienta para frenar el botellón o las fiestas alternativas "que quedan sin control". Según avanzan a este diario, a partir de enero es posible que uno o dos locales se animen a hacerlo. Hasta ahora solo Legend tiene sesiones en la ciudad, frente a municipios como Mataró o Sant Cugat, que disponen de una oferta más amplia y regular.

También se han extinguido en Barcelona las sesiones de tarde (hasta las 22.00 horas) para menores de 14 a 17 años que contempla el catálogo de la Generalitat, como 'discotecas de juventud'. Los motivos son similares, y la responsabilidad de controlar lo que sucede dentro de los locales no compensa a los operadores.

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