Joaquim Nadal: "Si hay presupuestos, en Investigación y Universidad subiremos dos escalones más"

'Conseller' de Recerca i Universitats, Joaquim Nadal ha sido alcalde de Girona (1979-2002), 'conseller' de Política Territorial (2003-2010) y catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Girona (UdG). Ahora ha aceptado el reto de ser 'conseller' de Recerca i Universitats como un "regalo de culminación de la vida académica".

¿No había dicho que estaba felizmente jubilado y que quería dedicarse a la investigación y a escribir?

Dije eso y llevaba desde finales de 2012 reincorporado a la universidad. Cuando cumplí 70 años me jubilé de la universidad, pero me pidieron que siguiera dirigiendo el Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural. Lo hice y ahora, el 30 de septiembre, acababa los cuatro años de mérito en la universidad y la dirección del instituto. Por tanto, estuve trece días felizmente jubilado de todo. Y el día 13 tomé posesión como 'conseller' de Recerca i Universitats y mi primer acto público fue la inauguración del curso en la Universitat de Girona. No dejaré de leer ni de escribir. Dentro de unos días saldrá otro libro que he editado. Probablemente para Sant Jordi saldrá otro.

Y además la 'conselleria'.

La 'conselleria' altera mi ritmo vital tal y como lo tenía planificado, pero, por otra parte, ha sido como un regalo de culminación de mi vida académica. Después de 10 años de reincorporación a la vida universitaria, ser 'conseller' de Recerca i Universitats es como la culminación del retorno a la universidad. Ahora sí que el día que acabe, acabaré habiendo completado y culminado una carrera que habrá tenido vínculos muy directos con la vida académica e intelectual que había sido el nervio de mi vida profesional.

Usted ya había sido 'conseller'. 

Yo dije que muy difícilmente me volvería a incorporar a la política, pero era bastante impensable que Junts hiciera explotar el Govern y decidiera salir con una consulta a la militancia. ¿Por qué soy 'conseller'? Porque Junts decidió salir del mapa. Si no hubieran salido, Pere Aragonès nunca me habría llamado. A mí me parecía que aportar serenidad, tranquilidad, sensatez, ganas de gobernar y gobernar bien y mucho era el mensaje que la sociedad catalana esperaba. Basta de sustos, basta de peleas internas, pongamos la carta de navegar y pongámonos a gobernar porque la sociedad lo pide, porque el país lo necesita, porque la gente lo espera, porque lo que hace falta es tranquilidad y estabilidad.

"Basta de sustos, de batallas internas, pongámonos a gobernar porque la sociedad lo pide"

El Govern está en minoría. 

Es verdad que el Govern en minoría puede tener una estabilidad difícil, pero es verdad también que los partidos políticos que tendrían en sus manos la posibilidad de romper la tranquilidad parlamentaria con una moción de censura prefieren alargar esta legislatura y que haya calma, a un adelanto electoral, sabiendo que en mayo hay elecciones municipales. Se abre un panorama de tranquilidad incierta, a la espera de los acontecimientos.

Cuando le nombraron, algunas personas que habían trabajado con usted lo calificaron de "animal político". ¿Está de acuerdo?

La política se lleva dentro, seguro. Todo hombre y mujer en sociedad son animales políticos. Por el solo hecho de existir, de convivir y de ejercer la convivencia somos animales políticos. Ahora, es verdad, yo he estado 33 años de mi vida metido hasta el tuétano en la vida política. Parlamentaria, ejecutiva, local, del Govern... Por tanto, es verdad que a mí me mueve la política, aunque nunca en todos estos años que he estado inmerso en la política he dejado de ser el investigador de historia, el profesor de historia, el autor de libros de historia que ha continuado como un corredor de fondo su carrera académica.

Sé que son momentos y realidades diferentes, pero ¿qué le gusta más, la 'conselleria' que tuvo con el tripartito o la actual?

La Conselleria de Política Territorial i Obres Públiques, como me dijo un dirigente de Convergencia que no era 'conseller', es un trasatlántico. Y es verdad que el entramado de empresas de Política Territorial; de transportes, de puertos, de aeropuertos, de logística, de política de suelo, de ferrocarriles..., conforma un entramado complejo y potente, y la 'conselleria' era muy potente y ejecutaba unos presupuestos muy altos. Me lo pasé bien, estuve contento, fueron siete años muy fructíferos. Pero en estos momentos y en el momento actual de mi vida, cuando el 'president' de la Generalitat me llamó y me dijo 'podrías venir al Govern', le pregunté '¿a hacer qué?', me dijo Recerca i Universitats, le dije que sí. Treinta segundos. Si me hubiera ofrecido la otra 'conselleria' le habría dicho que no. También en treinta segundos.

¿Qué 'conselleria' le ha dejado Gemma Geis? 

Hay una cosa positiva que es que ya llevamos tres años de una 'conselleria' propia de Recerca i Universitats. A veces el nombre no hace la cosa, pero en este caso, el nombre hace la cosa. Cuando hubo la crisis de Govern, los rectores pidieron 'salvar la conselleria' porque nos da rango de ministerio en el ámbito de la Generalitat por tratar nuestros temas. Hago una valoración positiva del paso de Gemma Geis por la 'conselleria'. Yo cojo el testimonio y de la continuidad haré un valor. Y de la continuidad institucional, aún más. Y aquellas cosas que me parece que no están suficientemente ordenadas, las ordenaremos.

Los rectores valoraron muy positivamente su nombramiento, pero le han escrito una larga carta de peticiones.

Los rectores tienen en la cabeza su preocupación por la financiación; por la financiación inmediata, de las infraestructuras, de la investigación y por la financiación de la factura de la electricidad y de la energía que, cuando termine el contrato actual de cuatro años que es muy barato, el salto que dará la factura será muy alto. Se plantea la necesidad de un plan de emergencia para atender la factura energética de las universidades catalanas. En Catalunya hay siete universidades públicas y cinco privadas. Hicimos una primera reunión cinco días después de haber tomado posesión con todos los rectores. Todos hombres. Esto dio pie a un pequeño un revuelo, pero vale la pena subrayar que los rectores no los elige el Govern. Los rectores son elegidos por la comunidad universitaria, con fórmulas diversas. Que haya sólo rectores y no haya rectoras es consecuencia de que el universo de los candidatos elegibles ya está sesgado hacia los hombres porque allí hay menos catedráticas y profesoras titulares que hombres. Ha habido varias rectoras, pero ahora no hay ninguna. La foto de la reunión de doce rectores y el 'conseller' era el precio que tuvimos que pagar para que quedara claro que la reunión con los rectores no era clandestina. Y les dije: 'nos reuniremos a menudo y os vendré a ver a todos y escucharé vuestras demandas e intentaremos satisfacerlas'.

Difícil. 

Hay problemáticas muy variadas, desde parques científicos que están agotando sus plazos y que deben encontrar fórmulas financieras para evitar caer en manos de los bancos, privados o fondos de inversión. Hay que encontrar fórmulas para rejuvenecer al profesorado, que ha perdido efectivos por la banda alta de la edad y cuesta mucho que entre gente joven con una situación retributiva y de acreditación razonable. La figura de los asociados ha producido una pérdida de entidad del grosor del profesorado universitario. La flexibilización de las plantillas es un elemento indispensable y es evidente que los rectores tienen un montón de problemas diversos, con mucha autonomía por la gobernanza, pero con una intervención que desde el Departament quiere ser proactiva y de ayuda. Con dinero y con gestiones y lo haremos.

¿Este dinero existe? ¿Se puede encontrar?

Se puede encontrar fuera del sistema presupuestario propio; Next Generation, fondos europeos y diversas fórmulas que llegan y llegarán, y sólo que hubiera presupuesto de 2023, daríamos un paso adelante. Tenemos un presupuesto que ya significó un cierto crecimiento para las universidades y para el sistema catalán de investigación y universidades. Si hay presupuesto para 2023, daremos un segundo paso, subiremos dos escalones más. El plan de inversiones en las universidades tendrá un aumento relativamente significativo desde el punto de partida del que veníamos, pasaremos de 36 millones a 51, y tendremos varios programas de investigación más. Pero estamos supeditados a que las negociaciones que deben hacerse por uno nuevo presupuesto, con el borrador que dejó el 'conseller' Giró y las modificaciones que se puedan hacer en las negociaciones con otros fuerzas políticas, permitan tener un presupuesto.

El borrador del presupuesto que hay sobre la mesa ahora, ¿le parece bien o pedirá más?

Me parece bien porque es mejor que lo que ha habido en 2022 y, naturalmente, yo no dejaré de pedir porque en el ámbito de la investigación avanzada hay transferencias del Estado que no están acompañadas de recursos y, por tanto, deben obtenerse más. Sobre esto habrá negociaciones, como lo habrá también sobre la Ley Orgánica del Sistema Universitario con el ministro [Joan] Subirats y trataremos de mejorar claramente el enfoque de una ley universitaria que el Gobierno español pretendía muy centralista y que nosotros queríamos que preservara el sistema catalán de docencia y de profesorado y nos parece que con las enmiendas que se están negociando y tramitando en el Congreso habrá una ley plausible y mejor que la que era en el primer borrador que conocimos.

¿Tiene miedo de Junts? Ahora que están en la oposición, ¿Cree que pueden poner trabas al Govern?

No tengo miedo de Junts. Los conozco, sé cómo son y de dónde vienen. Veo sus contradicciones y asisto un poco perplejo a sus querellas internas. Por tanto, pese a que es una formación con muchas fortalezas heredadas del pasado, tienen también muchas debilidades heredadas del presente. ¿Cómo administrarán esas debilidades? Ya veremos. Es verdad que quizás heridos tras la salida del Govern, aunque hayan salido porque han querido, aumenten el tono y alcen la voz en su papel de oposición.