Derechos LGTBI

‘Ley trans’: librerías que esconden (pero venden) ensayos críticos por miedo al boicot

El caldeado debate sobre la norma provoca que establecimientos y editoriales dejen de promocionar estos textos para evitar “líos”

Manifestación en el Congreso a favor de la ley trans el pasado mes de marzo. /

Manifestación en el Congreso a favor de la ley trans el pasado mes de marzo. /

Juan Ruiz Sierra

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La experiencia de comprar literatura dotada de un halo de clandestinidad resultaba por completo ajena al nacido en 1976. Pero siempre hay una primera vez. 

Viernes, 10.30 de la mañana, una conocida librería feminista situada en el centro de Madrid. 

“¿Tenéis ‘Delirio y misoginia trans’, de Alicia Miyares?”

La encargada pone una cara rara. Mira a izquierda y derecha. Se da la vuelta y se agacha para acceder a una pequeñísima estantería, oculta tras el mostrador. 

“Aquí está”, dice.

Se trata de un libro crítico con la ‘ley trans’, ahora en el Congreso de los Diputados, y con la autodeterminación de género que reconoce este proyecto normativo, al considerar que “niega el sexo como categoría jurídica” y “afirma el género como una identidad autopercibida y subjetivamente autodeterminada”. Su autora es muy conocida en estos ámbitos. Profesora de Filosofía en la UNED, Miyares cuenta con más de 10.000 seguidores en Twitter y una extensa obra publicada. Su libro, editado por Catarata, salió a mediados de junio y se está vendiendo bien. Pero en esta librería nunca ha estado expuesto. Tampoco en otras. 

“No queremos líos”, explica la encargada, que insiste en que el nombre del negocio no aparezca publicado. 

Hay otros textos en la misma situación. El aún más polémico ‘Nadie nace en un cuerpo equivocado’ (Ed. Deusto), de José Errasti y Marino Pérez Álvarez, siempre ha estado escondido en la trastienda de este negocio, aunque se puede comprar sin problemas a través de su web. 

Un síntoma de la crispación

Puede que todo sea una simple anécdota. Que se trate de una reacción exagerada, con algunos libreros pecando de precaución y sobredimensionando el supuesto boicot que sufrirían si colocasen estos textos en un lugar visible de sus establecimientos. Pero el mero hecho de que algo así esté ocurriendo en 2022 dice mucho de lo caldeado que está el debate sobre la ‘ley trans’, que permitirá el cambio de sexo ante el Registro Civil sin un informe médico ni dos años de hormonación, como se exige ahora

Mientras la derecha propaga bulos sobre la norma y el PSOE vive inmerso en un cisma interno, una parte del activismo trans ha decidido radicalizar sus acciones. Aun así, y esto es algo que conviene subrayar, quienes de verdad sufren violencia son los miembros de este colectivo. El 53% tiene dificultades para llegar a fin de mes, el 55% se ha intentado suicidar, el 77% de las mujeres trans ha padecido discriminación en el trabajo y el 58% de los jóvenes el ‘bullying’ en la escuela, según distintos estudios

Amenazas en la universidad

El jueves aparecieron en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) distintos mensajes que amenazaban a los críticos con la ‘ley trans’. “Profesores tránsfobos, ¡tenéis regalo bajo el coche!”, “ha llegado la ‘inqueersición’ a la UCM”, decían. También había páginas arrancadas de un ejemplar de ‘Nadie nace en un cuerpo equivocado’. Sobre ellas aparecía escrito: “No a la transfobia en la biblioteca”. 

Cuando sus autores, Errasti y Pérez, presentaron la obra en la Casa del Libro en Barcelona, el pasado mayo, varias decenas de personas acudieron a boicotear el acto. Los convocantes, Crida LGTBI y Sororitrans, intentaron entrar y fueron primero repelidos con porras por los Mossos d’Esquadra, pero los policías autonómicos ordenaron después que el establecimiento bajara la persiana, ante la amenaza, dijeron, de que quienes protestaban le prendieran fuego. “Lo hemos conseguido”, se felicitaron los manifestantes.

“Después de aquello, la furia misógina trans cambió de estrategia –señala Miyares, la autora de ‘Delirio y misoginia trans’-. Comprendieron que si atacaban a los autores, los convertían en superventas. Así que decidieron ir a por las editoriales y las librerías. Mi editorial recibió muchísimos ataques por publicar este ensayo. Pero los libros también hay que presentarlos. Lo intentamos con dos librerías distintas y las dos, por miedo al acoso y derribo, dijeron que no. Así que tuvimos que acudir a las asociaciones, casi de forma clandestina. Solo anunciamos la presentación cuando los actos ya habían comenzado”.

Desde el otro lado, Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans, carga contra la "victimización" de los autores "tránsfobos". “El debate es legítimo y el disenso también. Pero cuando entramos en la mofa, la injuria, la humillación y la criminalización, no es debate. Es una campaña de intoxicación. Los delitos contra la orientación sexual en España han aumentado desde 2019 casi un 70%, según los últimos datos del Ministerio del Interior. Son ellos quienes nos están poniendo en la diana”, explica. 

Aun así, Cambrollé asegura no compartir acciones como las que tuvieron lugar en la Complutense. "Están mal”, dice. Lo cual, por otra parte, no impidió que el sábado publicara un tuit con la cara de Miyares, junto a otras feministas críticas con la ley, como Amelia Valcárcel y Carmen Calvo, bajo el mensaje: "El rostro del monstruo [...] Feliz Halloween".

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