Atención a la dependencia

La Sociedad Española de Geriatría denuncia "nula voluntad" de las autonomías para mejorar las residencias

España dedica el 0,7% del PIB a cuidados de larga duración a los dependientes, la media de la Unión Europea se sitúa en el 1,5%, mientras que los ocho países más ricos destinan el 2,5%

Los expertos aseguran que los geriátricos siguen mal financiados y con pocas prespectivas de mejoras, según los expertos del sector

BARCELONA 21/10/2022 Sociedad. Residencia de mayores Auxiliares cuidado de los internos en las salas comunes. FOTO de ZOWY VOETEN

BARCELONA 21/10/2022 Sociedad. Residencia de mayores Auxiliares cuidado de los internos en las salas comunes. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

Elisenda Colell

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"No hemos aprovechado la gran crisis del coronavirus para hacer un cambio real en el modelo de atención en las residencias. Las comunidades autónomas han hecho movimientos nulos, o casi nulos". Así de tajante responde el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Jose Augusto García, sobre cómo España ha afrontado a la crisis del coronavirus, dos años después, tras la debacle en las residencias. Esta entidad, formada por expertos del sector, prepara un detallado informe sobre cómo ha respondido cada comunidad autónoma, dado que la asistencia a la dependencia es una competencia autonómica. García hace un primer balance para EL PERIÓDICO: el resultado es desolador.

Antes de entrar a analizar algunos de los casos hay que tener en cuenta el marco general. La mayoría de los geriátricos tienen más de 50 plazas y sólo el 25% de ellos son menor tamaño. Centros muy familiares, que mayoritariamente se encuentran en entornos rurales y cuya atención es de proximidad y adaptada a los intereses de los usuarios. En el resto, García habla de una producción "industrial". "Despersonifican, trabajan en serie, van apretados de ratios y no se puede perder el tiempo. Nosotros trabajamos para que no sea así", insiste el presiente. Una visión que también comparte el Ministerio de Derechos Sociales.

Papel mojado

El pasado mes de junio, en un consejo interterritorial, el Gobierno central logró aprobar, por solo un voto, un plan para cambiar el modelo de atención en las residencias. Votaron en contra todas las comunidades gobernadas por el PP, además de Catalunya, País Vasco y Castilla La Mancha.

El plan dicta medidas muy concretas. Estipula unidades de convivencia de máximo 15 personas, limita el tamaño de los centros, obliga a prestar una atención sanitaria por parte de la atención primaria e incrementa ratios de personal (aunque muy por debajo de lo necesario). Pero puede que termine en papel mojado. Son las comunidades las que están capacitadas para hacer tales cambios. El documento no puede ser más que una recomendación.

Y luego está el tema de fondo: la financiación. "Creemos que es insuficiente", se queja García. Hace más de 10 años que el Gobierno central aporta menos del 20% de los gastos a la dependencia, aunque debería destinar más del 50% a las autonomías.

España destina un 0,7% del PIB a los cuidados de los dependientes, muy lejos de los datos de Francia, Reino Unido o Suecia, que superan el 2%. En 2021, 2022 y 2023 el Ejecutivo central aportará 600 millones de euros extras a la financiación a los dependientes. "Muchas comunidades no lo están invirtiendo en servicios, sino en liquidar la deuda generada de años anteriores", dice el experto, que señala a continuación algunas de las autonomías que han introducido cambios en las residencias.

Castilla y León

Es la primera comunidad, y apenas la única, que ha implementado la creación de las unidades de convivencia. "Ya eran líderes en atención domiciliaria en el entorno rural: es una comunidad muy envejecida y con una población muy dispersa. Hace un mes su consejera impulsó la creación de unidades de 15 personas en las residencias, ya es obligatorio", cuenta García. Lo han hecho aprobando una ley en el Parlamento autonómico: no autorizarán nuevas residencias ni acreditarán a los centros si no hacen esta remodelación. También han sido los primeros en aplicar la política de contenciones cero y en incrementar ratios de personal.

Andalucía

"Invierten mucho en atención domiciliaria, pero tras el coronavirus no han movido ficha en las residencias", concluye García. Echa de menos este experto una apuesta clara en la atención geriátrica sanitaria siendo como es Andalucía la comunidad más poblada y con mayores tasas de envejecimiento. Ni siquiera tiene médicos especialistas en este rango de edad. "Es una vergüenza, de ignorancia total", subraya García. También tacha de "inexistente" el mecanismo aplicado para controlar el avance del virus en las residencias. "Contrataron a unas enfermeras de enlace entre la atención primaria y las residencias pero iban tan desbordadas que no les podían atender", cuenta.

Madrid

El gran drama de las residencias madrileñas tras la oleada del covid apenas ha producido cambios en la atención. "Ni ha mejorado ratios, ni la financiación", dice García. Sólo destaca una medida emprendida por el Gobierno de Ayuso: un servicio de geriatría en todos los hospitales que sirve de referencia para los médicos de las residencias de mayores, con más de 50 profesionales. "Es una herramienta para que se transmitan dudas y evitar visitas de personas mayores al hospital y que terminen horas en urgencias".

Navarra y País Vasco

Claramente son las dos comunidades con menos lista de espera y mejor financiación de la dependencia. "Es la clave. Su sistema de financiación les permite tener mejor condiciones en las residencias, mejor ratio y mejores sueldos. Es lo que queremos para el resto de comunidades", pide García. Estos gobiernos autonómicos gastan más de 2.000 euros por dependiente, casi el doble que la media estatal. Sus centros no están al nivel de Francia, Alemania y Suecia, hay margen de mejora, pero sí que están en mejor posición que los del resto del Estado. "El resto de comunidades tienen mucho margen de mejora", añade.

Catalunya

El gran cambio que ha experimentado Catalunya no es aún palpable, y quizás no lo sea nunca. "Es la única comunidad que ha empezado los trabajos para repensar la atención sanitaria en los geriátricos", se alegra García. Sin embargo, se mantiene prudente. Es ya la cuarta vez que el Govern abre este melón. En 2008 nació el plan de Programación Territorial de Recursos de Atención Social Especializada y Domiciliaria. Quedó en nada. Después crearon el Plan de Integración Social Sanitaria, que más adelante se reprendió en el Plan Interdepartamental de Atención y Interacción Social y Sanitaria (PIAISS). Este 2022 el Govern ha creado una Agencia de Atención Integrada Social y Sanitaria. "Tenemos que ir por aquí, y hoy por hoy, en España, estamos muy lejos. Nos morimos en luchas de poder... alguien tendrá que empezar a hacer algo, porque si no, no avanzamos", lamenta el presidente.

La nada

En el resto de comunidades, apenas hay cambios a destacar, según este experto. "Están paradas", dice. En el fondo, el gran cambio o revulsivo ha sido la vacunación de los residentes. "No se han enterado de nada: estamos atendiendo a las personas de una manera muy mejorable y no acabo de entender por qué no hay cambios reales. Es triste porque este sector, tanto los ancianos como sus empleados, son una parte de la sociedad muy marginada: representan muy pocos intereses para los políticos", remacha.

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