Educación en Catalunya

Yolanda Corral: "No se trata de ofrecer peluquería, sino de que las chicas quieran hacer informática"

La directora de la Escola d’Adults L’Olivera de Sant Quirze del Vallès intenta huir de estudios tradicionalmente feminizados: "Son fábricas de paro"

Alba López y Angie Paola Oliva, las dos primeras estudiantes del PFI de Informática en la escuela: "no era nuestra primera opción, pero estamos muy cómodas"

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A1-158152131.jpg / ANNA MAS TALENS

Helena López

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Es el cuarto año que ofrecen el PFI de Informática, pero el primero en el que este cuenta con dos estudiantes chicas, toda una victoria para todas. Para Alba López y Angie Paola Oliva, las dos primeras alumnas, por supuesto, y para Yolanda Corral, directora de la Escola d’Adults L’Olivera de Sant Quirze del Vallès, quien tenía entre ceja y ceja el objetivo de desmasculinizar los PFI, no ofreciendo estudios tradicionalmente feminizados, sino haciendo que las chicas encontraran su espacio en los tradicionalmente masculinizados, como la Informática.

La batalla para que lleguen más chicas al PFI de Informática se lucha en gran parte en los despachos de las orientadoras de los institutos de los que vienen -en no pocas ocasiones rebotadas- estas estudiantes (el requisito para cursar un PFI es haber cumplido los 16 años y no tener el título de la ESO). "Teníamos claro que el camino no era ofrecer los estudios tradicionalmente pensados para las chicas: de cuidados, estética… Son fábricas de paro. Ya hay muchísimos lugares en los que se ofrecen PFI de peluquería, de auxiliar de geriatría… Un valor de nuestra escuela es la coeducación, sobre todo con los chicos [todavía el grueso de su alumnado de PFI], con talleres de nuevas masculinidades. A veces escuchas cosas que te estremecen", resume Corral quien, además de la directora de la escuela, es la profesora de matemáticas de Alba y Angie.

Tanto Alba como Angie están encantadas en el grupo, pese a que ninguna de las dos tenía la Informática como primera opción. Cuando a Alba le recomendaron en el instituto -tras ver en cuarto de ESO que iba mal- que hiciera un PFI, al principio no lo vio claro. "Pensaba que un PFI era para gente que no llegaría lejos. Y cuando, empecé, al principio pensaba ¿qué hago yo aquí? Pensaba que no acabaría, pero mi sorpresa fue cuando descubrí que lo que más me gusta son los prácticas, cuando montamos y desmontamos ordenadores", explica la joven, quien insiste en que en L'Olivera se siente "muy cómoda".

Derribar prejuicios

Erradicar ese sentimiento que tan bien explica Alba -ese pensamiento de que un PFI era para gente que no llegará lejos- es otro de los objetivos profesionales de Yolanda Corral. Convencer a padres y madres de que lo que hace un PFI es abrir puertas. "Es más fácil entrar en un ciclo formativo de grado medio desde un PFI, del que los alumnos saldrán seguramente con mejor nota y más motivados, que a partir de una ESO aprobada por los pelos", insiste la entregada directora de la escuela de adultos de Sant Quirze, quien destaca otro punto fuerte de PFI que cursan Alba y Angie. "Al ser una escuela de adultos, coinciden con personas mayores. Hacemos un taller en el que los estudiantes de Informática enseñan a los mayores. Ellos son los expertos, algo a lo que no están acostumbrados y que les empodera muchísimo", señala la directora, consciente de la mochila que cargan sus alumnos.

Angie se sincera: llegó al PFI de Informática porque, de las opciones que le dieron, era la más cerca de su casa. Pese a ese punto de partida, como Alba, está muy contenta en su nueva etapa, tras abandonar el instituto sin el título de la ESO. Igual que a Alba, y contra todo estereotipo, lo que más le gusta es el taller. Trastear en las entrañas de los ordenadores.

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