El reto de la escuela inclusiva

Niños con necesidades especiales de El Vendrell sufren recortes en la atención escolar

Familias de la escuela Marta Matas denuncian que las horas de cuidadoras han pasado de 25 a 20 iniciado el curso

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A1-157355482.JPG / PAU MARTÍ

Helena López

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Se han unido para sumar fuerzas y luchar juntos, conscientes de que, hoy por hoy, la única manera de conseguir los recursos necesarios para que sus hijos puedan asistir a la escuela con la máxima normalidad posible es haciendo ruido. La lista de familias que han logrado horas de cuidadora o enfermeras escolares gracias a la presión mediática y en las redes sociales es larga. "No debería ser así, pero no nos queda otra. Todo lo que pedimos está reconocido en el decreto de escuela inclusiva de 2017, pero, cinco años más tarde, tenemos que seguir batallando caso a caso, niño a niño", señalan desde las entidades que batallan por el despliegue de la norma.

Este lunes, el Departament d'Educació puso en marcha la mesa de participación por la escuela inclusiva. Sin embargo, apenas tres días antes, el viernes, dos familias de educación infantil de la escuela Marta Matas de El Vendrell (Baix Penedès) recibieron la noticia del recorte de horas de la auxiliar de apoyo del centro que atiende a sus hijos, en Infantil-3 e Infantil-5. "El curso pasado tenía un contrato de 25 horas en horario lectivo y no lectivo, y este, de 20, que, además, cada mediodía tiene media hora asignada a una niña para comer, así que quedan 17,5 horas semanales a repartir entre todos los críos con necesidades del centro", denuncia Sara Leyenda, una de las madres afectadas.

"Cuando hicimos la entrevista de bienvenida al centro nos explicaron unas cosas que ahora resulta que no son así. Elegimos este colegio porque creímos que era el más preparado, y ahora nos encontramos con este recorte con el curso empezado", se indigna. Junto a otra familia de I-5 afectada han empezado a recoger firmas para revertir la situación, que afecta al conjunto de niños del centro.

"Si la ratio en el comedor es una monitora por 15 niños, nuestros niños son dependientes y necesitarían un monitor por cada uno o dos niños, pero si nuestros hijos no tienen auxiliar de refuerzo y los tiene que estar controlando la monitora, eso afectará al resto de niños, que quedarán desatendidos", exponen poniendo en palabras lo evidente.

Servicio insuficiente

Desde la Federación Catalana de Autismo denuncian que este no es un caso aislado. Uno los principales problemas con los que se encuentran las familias en los centros es la asignación de horas de cuidadoras. "La figura de esta profesional es indispensable para el alumnado con necesidades especiales, ya que muchos estudiantes requieren una persona que les acompañe y apoye; y hoy por hoy a muchas familias se les niega el cuidador cuando lo han pedido o se les conceden horas para este servicio que son insuficientes para satisfacer las necesidades reales", ponen sobre la mesa.

La Federación Catalana de Autismo acaba de hacer público un comunicado en el que denuncia el abandono de las familias por parte del Departament de Educació y los inconvenientes que en muchas ocasiones les han puesto en los procesos de inscripción y en la asignación de auxiliares de apoyo -o cuidadoras-, situación que, insisten, "aumenta la desprotección del alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en las escuelas e institutos".

Lidón Gasull, directora de la asociación de familias aFFac, insiste en que hace cinco años que se tenía que haber desplegado el decreto de escuela inclusiva. "La Mesa de Participación del Departament es una buena noticia y trabajaremos en ella, pero vamos tarde. El decreto se tiene que aplicar ya, independientemente de la mesa. Las normas están para ser cumplidas. El Departament tiene la obligación de cumplir con sus propios mandatos", concluye.

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