Educación

La OCDE pide evaluar la pérdida educativa por la pandemia y ayuda psicológica

La organización considera "esencial" que los gobiernos elaboren políticas específicas para comprender el retraso sufrido por los alumnos

Vuelta al cole en la escuela Joan Marquès i Casals de Terrassa.

Vuelta al cole en la escuela Joan Marquès i Casals de Terrassa. / ANNA MAS TALENS

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Evaluar las pérdidas que han sufrido los alumnos a todos los niveles por las medidas puestas en marcha por los países en los pasados años para frenar la pandemia es esencial para afrontar sus consecuencias, así como ayudar psicológicamente a los alumnos afectados, indicó este lunes la OCDE. Esta es una de las conclusiones del informe del panorama educativo de 2021 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). "Es fundamental que los países cuenten con estrategias claras de recuperación en el ámbito de la educación para hacer frente al impacto de la pandemia en el aprendizaje, el desarrollo y la salud mental de los jóvenes", señala el informe.

Salvo México, Eslovaquia y Turquía, los 27 países analizados, entre ellos España, pusieron en marcha estudios sobre el impacto de la pandemia en la salud mental en los estudiantes, mientras que dos tercios de los países lo hicieron también entre los profesores. La OCDE considera "esencial" que los gobiernos elaboren políticas específicas para comprender el retraso sufrido por los alumnos a causa de las medidas impuestas para frenar la pandemia. Y recomienda adoptar "actividades correctivas" para afrontar las pérdidas de aprendizaje y actividades de recuperación en los casos que fueran necesarias.

La organización señala que la mayor parte de los países han estandarizado sus sistemas de evaluación para conocer mejor las pérdidas ligadas a la pandemia desde el curso 2020/2021, una tendencia que se incrementó hasta el 90% en el siguiente. "Esto demuestra no solo que los países son conscientes de la necesidad de controlar el impacto de la pandemia, sino también la importancia de las evaluaciones estandarizadas para hacerlo", indica el estudio.

Junto a esas evaluaciones, la OCDE invita a afrontar también el impacto en la salud mental tanto de profesores como de alumnos. La organización apunta que 16 países han evaluado también la eficacia de las herramientas digitales puestas a disposición del aparato docente durante la pandemia, utilizada en todos los niveles pero sobre todo en las universidades.

La OCDE considera que esos recursos digitales deben ofrecer "oportunidades eficaces y equitativas para el aprendizaje" y señaló que 17 de los 27 países estudiados tienen previsto seguir usándolas en secundaria al tiempo que trabajan en el aprendizaje híbrido en todos los niveles.

En España

Poniendo el foco específicamente en España, el secretario de Estado de Educación, José Manuel Barel, ha destacado este lunes durante la presentación de la radiografía española que casi la mitad de los españoles de entre 25 y 34 años tiene una titulación de educación superior.

En educación infantil, España destaca por la alta tasa de escolarización entre los menores de tres años (41,1% en 2020), muy por encima de la media OCDE (26,8%) y UE22 (22%) y 7 puntos más que en 2015 (34%). El mismo informe destaca que la escolarización se puede considerar universal en segundo ciclo de infantil en España, con una tasa por encima del 97%. Por otra parte, el 35,3% de las titulaciones de segunda etapa de secundaria en España se obtiene en Formación Profesional, por debajo de la media de países OCDE (37,3%) y de la UE22 (43,7%).

Más universitarias

En cuanto a los estudios universitarios, Barel ha destacado que la expansión de la educación superior ha impactado sobre todo en las mujeres en todos los países de la OCDE. En el caso de España, el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios son mujeres, cifra también superior a la media de la OCDE (56,6%) y de la UE22 (57,7%). A la vez que aumenta el porcentaje de graduados en enseñanzas superiores, disminuye el porcentaje de los que dejan los estudios con un nivel máximo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En 2021, el porcentaje de jóvenes que solo tiene estudios básicos es del 27,7%. Supone una mejora significativa respecto a 2011, cuando ese porcentaje se situaba en el 34,6 %, casi 7 puntos de diferencia, aunque las cifras siguen lejos de la media OCDE (14,1%) y UE22 (11,8%).