Tarragona recupera la normalidad tras las fuertes inundaciones de este viernes

Tarragona comienza a recuperar la normalidad tras las fuertes precipitaciones que sacudieron la región este viernes. Fue el día más lluvioso de la capital en 13 años, y los chubascos causaron serias inundaciones e importantes perjuicios materiales. Además, las lluvias pusieron trabas en la movilidad, ya que cortaron varias carreteras y la principal vía de tren de la provincia. El teléfono de emergencias 112 ha recibió 973 llamadas por 586 incidencias por las lluvias torrenciales que han afectado a gran parte de Catalunya durante la noche y madrugada. La mayoría, 508, se realizaron desde la ciudad de Tarragona, 96 desde Salou y 93 desde Vila-seca. Pese a eso, Protecció Civil ha informado no hay que lamentar daños personales.

Por un lado, el Servei Català de Trànsit ha indicado que ya se ha reabierto al tráfico la autopista AP-7, la carretera nacional N-340 y la C-31b, que quedaron inundadas el viernes por la tarde, sobre todo en la zona de Vila-seca y Altafulla. Por el otro, la circulación de trenes entre Tarragona y Vila-seca se ha restablecido esta mañana tras ser interrumpida la noche del viernes, cuando un árbol cayó en la catenaria.

Fuertes inundaciones en Tarragona paralizan carreteras y vías de tren

Trenes restablecidos, pero con posibles retrasos

La reanudación del servicio permite recuperar la circulación de las líneas R14, R15 y R16, ha informado Renfe. También queda restablecido el servicio ferroviario de la línea R17 hasta Port Aventura. "Todos los trenes funcionan con normalidad esta mañana, aunque puntualmente se puede registrar algún retraso", han puntualizado fuentes de Renfe.

Agua almacenada y absorbida

Fuentes de Protecció Civil han explicado que las precipitaciones hicieron crecer anoche súbitamente el caudal de rieras y ríos, pero que la situación se ha ido normalizando durante la noche. Además, los embalses, casi vacíos a causa de la sequía y la sequedad del terreno en el entorno de las rieras propiciaron que el agua que cayó pudiera ser almacenada o absorbida por la tierra.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha visitado este sábado algunos de los puntos más afectados acompañado del alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, como un muro que se derrumbó junto a la escuela del Miracle.