28 asesinadas en el ámbito de la pareja desde enero: la cifra más baja en dos décadas

El Ministerio de Igualdad ha cumplido este lunes uno de sus compromisos: publicar la cifra de feminicidios fuera del ámbito de la pareja. Son 19 las mujeres que han sido asesinadas por sus hijos, nietos o amigos en los primeros seis meses de 2022, frente a las 23 que han fallecido a manos de sus parejas o exparejas en el mismo periodo. La violencia de género en la esfera sexo-afectiva supera, por tanto, al resto de crímenes contra las mujeres, pero, aun así, está en mínimos históricos.

De hecho, si se tienen en cuenta también las víctimas mortales a lo largo del verano, fechas en las que suele haber más sucesos cruentos, el número de asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que llevamos de año asciende a 28, la cifra más baja desde que hay registros. Desde que en 2003 comenzaron a contabilizarse las muertes machistas en el ámbito de la pareja, solo en el 2018 se produjo un registro similar, con 29 asesinadas. A la vez, hay años en los que solo de enero a agosto se contabilizaban cuarenta y hasta cincuenta asesinatos.

La tendencia a la baja se inició en 2020, cuando en todo el año se registraron 48 víctimas mortales, siete menos que 2019. Al año siguiente se consolidó el descenso, aunque solo con una víctima menos, 47. Pero las 28 asesinadas en lo que llevamos de 2022 son ya dos menos que en el mismo periodo de 2020 (de enero a agosto) y siete menos que en 2021.

La necesaria prudencia

De consolidarse esta tendencia en todo 2022, sería la primera vez desde que hay registros que la violencia mortal baja durante tres años consecutivos, dado que en etapas anteriores las bajadas han durado como mucho dos ejercicios para después volver a un incremento de los asesinatos, sin que los expertos hayan sabido encontrar una explicación clara ni al ascenso ni al descenso de la violencia machista.

En general, la tendencia desde 2003, cuando había más de 70 asesinatos, a la actualidad, cuando se producen menos de 50, dibuja un descenso, aunque en la estadística abundan los dientes de sierra. De ahí que el Gobierno sea cauto a la hora de valorar a qué se debe la bajada de los últimos tres años, ya que una concatenación de asesinatos puede dar al traste con la buena evolución. Además, "cualquier víctima es demasiado", según subraya la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell.

Las políticas públicas

Ahora bien, tras dejar claro que con la violencia de género hay que ser "prudentes", Rosell también aventura que los buenos signos que se desprenden de la estadística demuestran que, cuando se adoptan medidas públicas -como la ampliación del 016, las diversas campañas o el aumento de recursos- se salvan vidas". "Si ahora hay menos víctimas es porque las políticas públicas funcionan", ha recalcado este lunes en la rueda de prensa donde se han dado a conocer los datos de feminicidios.

A su vez, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, ha mencionado otro factor a tener en cuenta: el incremento sostenido del número de denuncias, que no significa que haya aumentado la violencia sino que están aflorando delitos que antes permanecían ocultos. "Veremos qué pasa en los próximos meses, pero quizá estamos llegando a más mujeres y donde no habíamos llegado antes", ha remachado.

Fuera del ámbito de la pareja

Precisamente el objetivo del Gobierno, ahora que la violencia de género parece que comienza a remitir, es ayudar a las mujeres que padecen agresiones fuera del ámbito de la pareja, donde hay muchos menos recursos. De ahí la publicación por primera vez de la estadística de feminicidios no cometidos por parejas o exparejas, sino por padres, hijos, nietos, compañeros de trabajo, etc., con el fin de visibilizar el resto de violencias machistas.

Asimismo, se ha ampliado el 016, que desde hace meses atiende a víctimas de cualquier violencia sobre la mujer y se ha aprobado la 'ley sí es sí' destinada a prevenir y dar una mejor respuesta a los delitos sexuales.

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