juicio en Barcelona

La mujer muerta por supuesta dejadez del marido no quería ser atendida por los médicos

Dos testigos avalan la declaración del marido, acusado de un presunto delito de homicidio y para el que la fiscalía reclama 13 años de prisión

Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona.

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El Periódico

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Dos testigos avalaron este lunes la versión del acusado de dejar morir a su esposa en Manresa en 2018 por descuidarla y permitir que se ulcerara, y declararon en el juicio que la mujer se negaba a recibir atención médica. En la segunda sesión del juicio celebrada en la Audiencia de Barcelona, el acusado, que solo contestó a las preguntas de la defensa y para quien la fiscalía pide 13 años por homicidio, afirmó que su mujer "de ninguna manera quería ir al médico" y aseguraba que ella era médico, aunque este extremo no ha podido ser confirmado, según informa Efe.

El imputado explicó que su mujer no quería que nadie fuera a la casa "por vergüenza", ante el deterioro en el que se encontraba el inmueble por falta de higiene, donde además había habitaciones sin luz, así como goteras. "Nos habíamos abandonado", relató el acusado, que dijo sentirse "impotente" ante el estado de deterioro de su hogar. También aclaró que cuando llamaba a los servicios de emergencias, la mujer, que no quería ser atendida, le recriminó que la había "traicionado".

Una trabajadora de los servicios sociales del Ayuntamiento de Manresa sostuvo las condiciones de suciedad y de dejadez en las que vivía el matrimonio, que ella era "obesa", estaba muy descuidada y se resistía a ser visitada por los médicos porque aseguraba que ella era doctora y "controlaba". Esta testigo insistió en que era evidente que "necesitaban ayuda" ante la situación de insalubridad en la que se encontraban, y recordó que la primera vez que los servicios sociales convocaron al matrimonio a un encuentro solo acudió el marido. Este alegó que la mujer no podía acudir porque le faltaban zapatos. Sobre el acusado, la trabajadora de servicios sociales afirmó que mostraba una actitud "cabizbaja" y tenía "dificultades para enfrentarse a los problemas".

Úlceras y lesiones

La doctora que atendió a la mujer antes de morir declaró que ella "no quería ser asistida" y, cuando llegó al hospital, sufría una "situación deplorable de higiene", úlceras en todo el cuerpo, lesiones sofreinfectadas y ropa interior incrustada en las úlceras. "Dijo que como ella era médico no se tenía que actuar", recalcó la facultativa.

El acusado se enfrenta a una petición de fiscalía de 13 años de prisión y cinco de libertad vigilada por homicidio y, alternativamente, a otros cinco por los delitos de homicidio por imprudencia grave y lesiones, con una multa de 1.800 euros por omisión del deber de socorro. El hombre está acusado por haber desatendido a su esposa, que no podía moverse por sus problemas de salud, y dejar que se ulcerara hasta que murió en diciembre de 2018 en Manresa por un shock séptico.