Cerco a los programas de espionaje

El comité europeo del 'caso Pegasus' investigará también a la italiana Tykelab

La eurodiputada Sophia In’t Veld confirma a EL PERIÓDICO que el caso será estudiado porque es "muy opaco"

La firma tiene dos 'software' maliciosos, Ubiqo y Hermit, capaces de infiltrarse en teléfonos móviles

movil

movil / economia

Irene Savio

Irene Savio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El programa Pegasus, de la firma israelí NSO Group y usado de forma controvertida por diversos países para operaciones de espionaje y hackeo de dispositivos de opositores, periodistas y activistas, no es un caso aislado. Otra empresa, mucho más desconocida y ubicada en Europa, también ha caído en la mira por usar tecnologías similares para operaciones de vigilancia y piratería. Se trata de la italiana Tykelab, con sede en Roma y vinculada a RCS Lab, empresa ya relacionada con el negocio de las interceptaciones telefónicas. Un ejemplo de sus actividades: el rastreo de "los movimientos de casi cualquier persona con un teléfono móvil, ya sea a pocas cuadras o en otro continente”.

Esto es lo que ha destapado una pesquisa periodística del diario italiano 'Domani' en la que también ha participado un conglomerado de medios, entre ellos Lighthouse Reports, una plataforma de periodismo colaborativo. El primer resultado de la investigación: tras conocerse el caso, el comité del Parlamento Europeo que investiga el uso de Pegasus y otros programas equivalentes de espionaje ha decidido incluirla en su investigación, según ha confirmado a EL PERIÓDICO la eurodiputada holandesa Sophia In’t Veld, del grupo liberal Renew.

"Sí. Hemos incluido (a Tykelab) en nuestra investigación porque, pese a que el comité se creó para investigar el espionaje de Pegagus, este es otro asunto muy opaco y que involucra directamente a una empresa europea", explica la política holandesa, integrante del organismo (que ha retomado sus actividades estos días). "En las democracias, los periodistas, los políticos y los activistas deberían sentirse libres y a salvo. Pero falta un marco legal apropiado y, mientras esto siga así, espero que crezca el interés por abrir nuevas investigaciones también por parte de organismos como Europol, que hasta ahora no han mostrado interés alguno en el asunto", añade In’t Veld, al recordar que la situación alarma no solo porque se han detectado 14 países europeos en los que se ha hecho uso de Pegasus, sino también porque incluso se han denunciado casos de espionaje que han afectado directamente a instituciones europeas.

De hecho, el caso de Tykelab ha llamado la atención por dos 'spyware' ('software' maliciosos) que se asemejan a los usados por la firma israelí y son de largo alcance. De acuerdo con los datos confidenciales vistos por 'Domani' y Lighthouse, el primero de estos software se llama Ubiqo, y su función principal es, infiltrándose en móviles, el de recabar datos de geolocalización. "Aunque también hemos descubierto datos que apuntan a que pueden realizar labores de análisis, e interceptar mensajes sms y llamadas", cuenta Riccardo Coluccini, uno de los periodistas que han destapado el caso, al subrayar que objetivos de este programa espías han sido personas en países como Libia, Mali y Pakistán, pero también de la Unión Europea, en particular en Portugal, Italia y Grecia (país en el que el uso del software espía Predator ya está provocando un verdadero terremoto político que ha puesto en la diana al Gobierno de Kyriakos Mitsotakis). Más en detalle, según Lighthouse, expertos en ciberseguridad han señalado que Tykelab ha estado utilizando docenas de redes telefónicas para enviar decenas de miles de "paquetes de seguimiento" secretos en todo el mundo.

Hermit, como Pegasus

En cambio, el segundo programa espía de la firma italiana ha sido llamado Hermit y básicamente "actúa como Pegasus", es decir, se puede usar sin que la víctima se dé cuenta, y "registra mensajes, fotografías, audios, puede hacer pantallazos, activar los micrófonos", puntualiza Coluccini. "Lo verdaderamente inquietante es la inacción de los gobiernos pues ya hace 10 años que se conocen las vulnerabilidades de las que se aprovechan estas empresas y todavía no han hecho nada", insiste el cronista. "¿Cómo podemos estar seguros de que estos programas no son usados para manipular las elecciones, ocultar casos de corrupción, o atacar a opositores políticos?, plantea, por su parte, In’t Veld.

Aún así, contactado por la investigación, RCS confirmó que controla Tykelab y que produce plataformas de 'software' para "interceptación legal, inteligencia forense y análisis de datos", pero también ha sostenido que sus tareas están destinadas a luchar contra fenómenos como el de la criminalidad organizada. Además de ello, la compañía ha rechazado que sus actividades no cumplan con las regulaciones nacionales y de la Unión Europea. Coluccini sostiene que no se puede descartar que los programas de Tykelab estén activos en la actualidad.

Suscríbete para seguir leyendo