Caso no resuelto

La línea que han cruzado los ladrones que golpearon a Aubameyang

Los robos a casas de futbolistas de élite fueron muy frecuentes antes de la pandemia, pero no la violencia que ha sufrido el delantero

Aubameyang, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Aubameyang, en un entrenamiento del Barça en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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El pasado lunes, a la una de la madrugada, la familia del todavía jugador del F.C.Barcelona Pierre-Emerick Aubameyang fue violentamente asaltada por cuatro encapuchados armados con pistolas y armas de hierro. Tanto él como su esposa recibieron golpes que, de entrada, fueron descritos policialmente como intimidatorios: una agresividad por parte de los ladrones que pretendía dejar claro al futbolista que no iban a tolerar la más mínima resistencia. Tres días después, sin embargo, ha trascendido que el delantero presenta una fractura en la mandíbula y permanecerá un mes de baja. En España, los robos en casas de futbolistas de élite son frecuentes, pero lo que ha ocurrido a Aubameyang y a su familia no lo es.

En los años anteriores a la pandemia fueron incontables los casos de jugadores de primera división cuyas viviendas resultaron allanadas por delincuentes. Pero los ladrones se colaron en las viviendas de lujo cuando sabían que estaban vacías. En las contadas ocasiones en las que se toparon con personas en su interior, no llegaron a hacerles ningún daño. El robo violento que ha sufrido Aubameyang no se parece a aquellos robos. En primer lugar porque los atacantes entraron cuando sabían que el futbolista, su mujer y sus dos hijos se encontraban en la vivienda. En segundo lugar porque los agredieron. Cruzaron un límite del que apenas hay precedentes.

El robo a Aubameyang "ocupa y preocupa" a los Mossos d’Esquadra, según el ‘conseller’ de Interior, Joan Ignasi Elena. Por la alarma social que genera el hecho de que una estrella como el gabonés sufra un asalto violento en su domicilio de Castelldefels (Baix Llobregat) y porque para los investigadores policiales, que no persiguen con los mismos recursos a delincuentes que roban sin hacer daño a las personas que a los que hacen ambas cosas, resolver un delito de estas características sería prioritario aunque la víctima fuera un ciudadano normal.

Ola de robos en casas de futbolistas

En 2018 y, sobre todo, en 2019, en España se registraron numerosos robos en casas de futbolistas. Trascendieron –lo cual no significa que fueran todos– los sufridos por estrellas del Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid, Valencia o Villarreal. La Policía Nacional, según recogió el diario 'El País', vinculaba esos delitos a la actividad de baterías de países del este. Se creía que su forma de actuar, más o menos, era la siguiente: esperaban a los futbolistas a la salida de los entrenamientos, los seguían para localizar las residencias, inspeccionaban desde afuera con qué medidas de seguridad contaba el inmueble y, por último, se fijaban en qué día tenía partido su propietario para allanar la vivienda y vaciarla de joyas, electrodomésticos o dinero en efectivo, y marcharse antes de su regreso. 

Las casas robadas eran muchas, pero los contactos entre futbolistas y ladrones, muy extraños. Consta, por ejemplo, el caso del exjugador blanco Casemiro, cuyo domicilio fue asaltado mientras disputaba un derbi madrileño contra el Atlético. Los delincuentes se toparon con la mujer y la hija del jugador inesperadamente, pero no consta que las atacaran. O el del excentrocampista del Barça Arthur Melo, que tenía una casa en el barrio de Pedralbes y también fue allanada mientras él jugaba en el Camp Nou. Los ladrones sorprendieron en el interior al hermano de Melo, que regresó antes de lo previsto, y a una asistenta. Al hermano lo amenazaron con un destornillador. Pero como sucedió con la esposa e hija de Casemiro, los ladrones, que confiaban en que la casa estaría vacía, se marcharon sin herirlos. El caso de Aubameyang es el opuesto: entraron sabiendo que estaba allí y lo golpearon. 

No es el primer robo que sufre Aubameyang. Hace dos meses su casa fue asaltada por ladrones que en aquella ocasión accedieron al inmueble cuando estaba vacío. Se llevaron objetos de valor como relojes de gama alta y se esfumaron antes de que el primer miembro de la familia regresara al domicilio. Los Mossos que investigan el ataque del pasado lunes deberán comprobar ahora si ambos delitos guardan relación. 

Un fenómeno reciente

Ramon Alfonseda, exjugador del F.C.Barcelona de la década de los 70 y presidente del club de veteranos Agrupació Barça Jugadors, explica que el fenómeno de los robos en casas de los jugadores es relativamente nuevo. "En mi época no recuerdo que pasara, ni tampoco en las posteriores". El exfutbolista se pregunta hasta qué punto las desorbitadas ganancias actuales de las estrellas las han convertido en dianas más apetecibles. A su poder adquisitivo debe añadirse, además, que conducen coches llamativos, lucen relojes carísimos y exponen el lujo del que se rodean en las redes sociales. 

Otro factor resulta llamativo: con el estallido de la pandemia, los robos a futbolistas cayeron en picado. Los Mossos saben que durante los últimos años, a causa de las restricciones de movilidad, la actividad de las baterías internacionales de ladrones de casas, sobre todo chilenos y albaneses, se redujo notablemente. Con el regreso de la normalidad, estos grupos itinerantes especializados en robos de casas también están volviendo. Sin embargo, la mayoría de robos, cometidos tanto por baterías como por locales, no son violentos.

Solo un 1% de los robos de casas que se denuncian en Barcelona se perpetran cuando el inquilino está en el interior del domicilio. Y, aunque hay personas inocentes que han sufrido este delito, a menudo los casos de violencia contra los moradores que se dan en Catalunya están vinculados a narcoasaltos o ajustes de cuentas.

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