El faro con vistas increíbles que pocos españoles conocen

Las vacaciones son un momento inmejorable para visitar lugares escondidos dentro de España. Mientras que el turismo se concentra en las principales costas del país, algunas localizaciones se mantienen al margen de la gran afluencia de gente, conservando un encanto especial.

Además, si estos lugares se encuentran en el norte, como es el caso del Faro del Caballo, en Santoña (Cantabria), pueden acabar siendo una gran alternativa para huir de las altas temperaturas que están azotando la península este verano.

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Vistas espectaculares

Construido en el pie de los acantilados del Monte Buceiro, este edificio del 1863 cuenta con las mejores vistas de Santoña, ya que ocupa la cima de esta colina de la ciudad cántabra. Muestra de ello son los 763 peldaños que deben recorrerse antes de llegar a lo más alto de este faro, que se encuentra fuera de servicio desde el 1993.

Además, una ruta previa sin asfaltar y la dificultad a la hora de encontrar aparcamiento cerca del recinto, sobre todo en temporada estiva, son otros de los factores que hacen del acceso al Faro del Caballo una tarea más complicada de lo previsible.

Zona de baño

Otra de las ventajas de este paraje escondido en el norte de España es que cuenta con una zona de baño ahí mismo, aunque se recomienda no hacerlo en días con oleaje. Asimismo, cabe recordar que una vez completado el baño habrá que recorrer de nuevo la escalinata de más de 700 escalones construida por los reclusos del centro penitenciario de El Dueso.