Investigación

El contacto durante las relaciones sexuales, la ruta de transmisión de la viruela del mono

Lo habitual es que la sintomatología cutánea aparezca en zonas de contacto durante las relaciones sexuales, lo que puede incluir lesiones en la faringe, el canal anal, la cara y los dedos, detalla una investigación de dermatólogos españoles

El estudio demuestra que las lesiones dermatológicas que pueden aparecer con motivo de la enfermedad no son pústulas, sino pápulas duras que parecen pústulas (pseudopústulas)

Partícula amplificada del virus de la viruela del mono.

Partícula amplificada del virus de la viruela del mono. / CDC

Nieves Salinas

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Los dermatólogos españoles, que han tenido un destacado papel en la detección de los casos de viruela del mono, han dado a conocer este miércoles una investigación -publicada en la revista científica el British Journal of Dermatology-, en la que, tras una revisión de 185 casos, aseguran que las características principales del brote actual -

España

ya ha notificado 4.577 casos confirmados- difieren de los anteriores, por ejemplo, en el tipo de lesiones. El hallazgo confirma que la ruta de transmisión más probable en esta epidemia es el contacto durante las relaciones sexuales.

El artículo -titulado Monkeypox outbreak in Spain: clinical and epidemiological findings in a prospective cross-sectional study of 185 cases-, ha sido realizado por el Grupo Español de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Muestra nuevos hallazgos clínicos y epidemiológicos en un estudio transversal prospectivo de 185 casos recogidos por un gran número de dermatólogos españoles. La investigación ha estado coordinada por la Unidad de Investigación de la AEV.

Los dermatólogos fueron los primeros especialistas en detectar los casos de la enfermedad en los hospitales.

Los dermatólogos fueron los primeros especialistas en detectar los casos de esta patología, que en los últimos meses ha saltado de África, de donde es endémica, a varios países europeos, entre ellos España, que encabeza el listado de los que más casos registra y donde, además, en los últimos días se han registrado dos fallecimientos relacionados con la enfermedad. Los especialistas resaltan ahora su papel en la elaboración de protocolos, descripción de la enfermedad y en el mejor tratamiento de los pacientes y el control del brote epidémico.

Madrid, Catalunya, Andalucía y Comunidad Valenciana siguen siendo las comunidades con más casos.

Con datos de este martes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), publicados por el Ministerio de Sanidad, nuestro país ya ha notificado 4.577 casos confirmados de viruela del mono que proceden de 17 comunidades autónomas: Madrid 1.766, Catalunya 1.463, Andalucía 545, Comunidad Valenciana, con 236, País Vasco, con 115, Canarias 107, Baleares con 89, Aragón, con 45, Galicia, con 42, Asturias, con 41, Castilla y León con 33, Castilla-La Mancha con 23, Murcia con 23, Extremadura con 20, Cantabria con 15, Navarra con 11, y La Rioja, con

Fiebre e inflamación

El trabajo publicado por los dermatólogos españoles confirma que la ruta de transmisión principal para el brote es fundamentalmente el contacto durante las relaciones sexuales, explican desde la AEV. Los síntomas generales incluyen fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, seguidos de un sarpullido generalizado que progresa a través de cuatro etapas distintas, indican los especialistas. Aunque la fiebre y la inflamación de los ganglios linfáticos siguen siendo comunes en este brote, la investigación encontró que los casos tienden a presentar pocas lesiones en la piel.

Lo habitual es que la sintomatología cutánea aparezca en zonas de contacto durante las relaciones sexuales. Esto puede incluir lesiones en la faringe, el canal anal, la cara y los dedos", señalan los autores.

"Lo habitual es que la sintomatología cutánea aparezca en zonas de contacto durante las relaciones sexuales. Esto puede incluir lesiones en la faringe, el canal anal, la cara y los dedos", detalla la doctora Alba Catalá, dermatóloga del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y autora principal de estudio.

Por otro lado, y en contra de lo descrito previamente, este estudio demuestra que las posibles lesiones dermatológicas que pueden aparecer con motivo de la enfermedad no son pústulas, sino pápulas duras que parecen pústulas (pseudopústulas). "Este hallazgo es importante porque hace mucho más fácil reconocer la enfermedad, ya que muy pocas enfermedades producen este tipo de lesiones", añade la doctora Petunia Clavo, dermatóloga del Centro Sandoval en Madrid y otra de las autoras de la investigación. Algunas de estas pápulas, aclaran las especialistas, se necrosan y pueden dar lugar a úlceras genitales "dificultando el diagnóstico por su similitud con otras enfermedades".

Infecciones de transmisión sexual

Otras de las conclusiones de este trabajo reflejan que "ni la enfermedad por VIH bien controlada ni la vacunación de viruela previa (antes de 1972) han afectado a la gravedad de las lesiones en los pacientes del estudio". Además, según los autores, que un paciente tenga otra infección de transmisión sexual, no le excluye de padecer viruela símica, de igual manera que los pacientes con viruela del mono deben ser estudiados para descartar otras enfermedades de transmisión sexual.

En cuanto al perfil del paciente, los casos estudiados estaban compuestos fundamentalmente por hombres que tienen sexo con hombres y se asociaban con frecuentes comportamientos de riesgo aunque la doctora Catalá considera la probabilidad de que ese perfil cambie con el tiempo: "Con frecuencia las epidemias empiezan en un colectivo concreto y luego se van extendiendo, pero actualmente los esfuerzos para proteger de la enfermedad deberían centrarse en este grupo", advierte la dermatóloga.

Pocos hospitalizados

Por otra parte, los especialistas destacan que, por el momento, la dolencia no ha ocasionado mortalidad entre los participantes en su estudio. "Ningún paciente involucrado en esta investigación falleció y la hospitalización fue poco común. Sin embargo, se ha descrito un pequeño riesgo de fallecimiento, la enfermedad es muy incómoda y puede tener consecuencias a largo plazo que pueden llevar a secuelas, incluso cicatrices en áreas visibles", concreta la especialista.

Los autores del trabajo han concluido que se necesita más investigación para comprender mejor en qué momento los pacientes tienen mayor riesgo de contagiar. El consejo preventivo eso sí, es claro: "Aunque no estamos seguros de cuando empiezan a ser infecciosos los pacientes, evitar el contacto estrecho con personas que tengan lesiones de viruela símica, y comprobar que no las tienen antes de tener relaciones puede ayudar a reducir el riesgo de padecer la enfermedad", concluyen las autoras del estudio.