Ocio nocturno

Barcelona crea cuatro itinerarios seguros para volver a casa desde las discotecas

La noche y madrugada del viernes y el sábado una patrulla de la Guardia Urbana vigila los recorridos de vuelta a casa en el Front Marítim, el Poblenou, el Paral·lel y las zonas entre Gràcia y Sarriá-Sant Gervasi

La medida pretende evitar las agresiones sexuales, ya que en muchos casos los agresores captan a las víctimas en los locales de ocio

Ambiente a la entrada de la discoteca Catwalk

Ambiente a la entrada de la discoteca Catwalk / periodico

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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En los últimos tres años, las agresiones sexuales denunciadas en Barcelona han subido un 31% y los abusos un 11%. Las víctimas suelen ser mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años. "Las agresiones sexuales ocurren en hoteles, en habitaciones, en casa, pero en muchos casos el primer contacto del agresor con la víctima, el lugar donde se conocen, es una discoteca", explica la subinspectora de la Guardia Urbana, Gemma Alfonso. Es por ello que el cuerpo policial, junto con la tenencia de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona y el área de feminismos y LGTBI, han preparado un plan para evitar estos contactos abusivos. Entre otras medidas, contempla un recorrido seguro para que las mujeres puedan volver a casa después de salir de fiesta. El plan cuenta con el apoyo de los principales locales de la ciudad.

La luz, elemento clave

Las zonas prioritarias para actuar, detectadas tras un primer estudio iniciado en 2019, son el Front Marítim, el barrio del Poblenou, la avenida del Paral·lel y las calles de Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia. Desde el pasado mes de abril, en estos cuatro puntos el consistorio, ya ha implementado un plan de itinerarios seguros desde la salida de las principales discotecas hasta las paradas de transporte público, ya sea el metro o el autobús nocturno. En este trabajo coordinado ha sido esencial desarrollar una arquitectura amable. "Hemos intentado trabajar en la uniformidad lumínica: es decir, que haya luz potente en todo el recorrido y no haya machas oscuras que dan sensación de inseguridad y que permiten ver todo el recorrido que tiene que hacer y poder anticiparse", explicó Cristina Castells, directora de Servicios de Energía y Calidad Ambiental del consistorio. Los responsables de urbanismo también han podado árboles para evitar que las ramas tapen las farolas y han colocado varias señales para mostrar a los jóvenes que salen de fiesta cuál es la vía más segura para ir hacia el transporte público.

Además, todas las noches de viernes y sábado desde las 11 de la noche hasta las seis de la madrugada, la Guardia Urbana mantiene una patrulla fija en cada una de estas zonas. Estos agentes se mantienen en el lugar para detectar comportamientos machistas, exhibicionismo, comentarios sexistas y, sobre todo, evitar que los hombres se aprovechen de la vulnerabilidad de las chicas que hayan bebido, ya sea voluntariamente o bajo sumisión. "Es esencial poder detectarlo, poder parar estas situaciones abusivas que pueden desencadenar en agresiones sexuales, pero también hay que evitar estos comportamientos machistas que son sancionables a nivel administrativo con multas de 600 euros", comenta Alfonso. En paralelo, los agentes de la Urbana han formado a más de un centenar de trabajadores de las discotecas, desde camareros hasta personal de seguridad. "En caso de que haya una agresión, deben detectarla, avisarnos y saber preservar las pruebas del delito. Pero es útil también para que se fijen en si las chicas vuelven con sus amigas, si ven que alguien se está aprovechando de su embriaguez, llamen a una ambulancia para que la atiendan en caso de que no se encuentren bien", explica la subinspectora.

Mutismo con los pinchazos

La medida ha sido bien recibida por las principales patronales de ocio nocturno, que además señalan la necesidad de trabajar con el sector del taxi. "Muchas veces no quieren llevar a nuestros clientes porque temen que les vomiten en el coche y pierdan toda la noche de carreras, esto es un problemón", ha expuesto Lluís Torrents, presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya. El sector está inquieto ante los extraños pinchazos que ya han denunciado más de 17 jóvenes en Catalunya. La Guardia Urbana no quiere hablar del tema. "Díganos lo que tenemos que hacer, en qué podemos ayudar para acabar con esto: el problema es que aquí nadie sabe nada y se nos criminaliza a nosotros", exclamó Torrents.