Alcanza ya 29ºC, lo que augura un período más largo de lluvias torrenciales

La temperatura del Mediterráneo, parecida a la del Caribe este julio

La temperatura superficial del mar está tres grados más de lo habitual a estas alturas del verano, una anomalía propia de mediados de agosto y principios de septiembre

La actuación en las playas junto a la Devesa se considera prioritaria por su afectación a l’Albufera.

La actuación en las playas junto a la Devesa se considera prioritaria por su afectación a l’Albufera. / MITECO

Minerva Mínguez

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El Mediterráneo registra a mediados de julio una temperatura superficial similar a la del Caribe. En algunos puntos del litoral valenciano se alcanzan ya los 29ºC, tres grados más de lo habitual para estas fechas. La tropicalización del mar se intensifica, como se subraya desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, lo que aboca a una prolongación del calendario de lluvias torrenciales más allá del otoño. Los eventos pluviométricos extremos se están ampliando hasta invierno o primavera.

Las tormentas o precipitaciones explosivas, donde caen hasta entre veinte y cincuenta litros por metro cuadrado en el espacio de una hora, empiezan a predominar en el litoral valenciano. Un fenómeno que estudia Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico en la Universidad de Alicante. "Es una realidad a la que hay que adaptarse", advierte Samuel Biener, experto en ordenación del territorio y riesgos naturales en el mismo departamento que dirige Olcina.

Podría agudizarse

Biener aclara que el potencial que hay en el mar es mayor y más proclive para que se produzcan temporales, "aunque empieza a ser más frecuente el fenómeno de las lluvias cálidas". "Sobre todo en el sur del Golfo de València en agosto y principios de septiembre, algo que es más típico de mares tropicales, que es en lo que se está convirtiendo el Mediterráneo", comenta, para enfatizar: "En esos casos pueden caer 300 mm o incluso más en una zona muy localizada en poquísimas horas, pero no tiene nada que ver con la gota fría o Dana", indica.

En cualquier caso, Biener aclara que las tormentas dependerán de la inestabilidad atmosférica y otros factores. La consecuencia del incremento de la temperatura marina son las noches tórridas porque las brisas son débiles y cálidas. En cuanto al regreso hoy del fuerte calor, Biener opina que se trata de la misma ola. "Por el este y Baleares no han bajado los termómetros", reitera.

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