Detuvieron a los inquilinos

Desalojados por orden judicial los okupas del piso de Calella

El pasado 11 de julio, el propietario del inmueble había denunciado la ocupación de su vivienda

Apartaments Codina, en Calella (Maresme, Barcelona)

Apartaments Codina, en Calella (Maresme, Barcelona)

EFE

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Los tres okupas del piso de Calella (Barcelona) que llamaron a la policía cuando los dueños del inmueble intentaron recuperarlo han sido desalojados este miércoles en cumplimiento de una orden judicial, han confirmado a Efe tanto fuentes de los Mossos d'Esquadra como del consistorio.

Los propietarios del inmueble, un padre octogenario y su hijo, ambos de nacionalidad francesa, están en libertad con cargos tras intentar, el pasado día 13, echar por la fuerza a los okupas para recuperar su vivienda.

En una sentencia tras un juicio rápido celebrado ayer, la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Arenys de Mar (Barcelona) había solicitado a la policía autonómica el desalojo de los tres okupas del inmueble, al que habían accedido ilícitamente a principios de julio.

La jueza también ha condenado a los okupas a una multa de tres euros diarios durante un mes por un delito leve de usurpación, lo que supone un total de 90 euros, con un día de cárcel por cada dos cuotas no satisfechas.

En cuanto al cuarto acusado de okupar el inmueble, el juzgado le ha absuelto al no quedar probada su vinculación con los hechos.

La sentencia no es firme, y cabe contra ella recurso de reforma en la Audiencia de Barcelona en el plazo de cinco días.

Historial del piso

El pasado 11 de julio, el propietario del inmueble había denunciado la ocupación de su vivienda, tras lo cual agentes de la Policía Local de Calella identificaron a los okupas y les comunicaron que estaban en el piso ilícitamente.

En paralelo a esta denuncia, el propietario y su hijo se personaron en la vivienda con una pata de cabra y un espray con el objetivo de forzar el desalojo de los okupas quienes se sintieron intimidados y llamaron a la policía local.

Los policías municipales les detuvieron y entregaron a los Mossos y, tras pasar a disposición judicial, quedaron en libertad con cargos