Contenido de marca | Mesa redonda sobre el modelo de energía

Catalunya necesita acelerar la puesta en marcha de renovables

Con una dependencia energética cercana al 80%, los participantes en el debate reclaman voluntad política y social para avanzar en el establecimiento de un nuevo sistema energético más sostenible y eficiente

Mesa redonda sobre energías renovables

Mesa redonda sobre energías renovables / Ferran Nadeu

Pilar Enériz

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Catalunya está hoy lejos de los objetivos de transición energética establecidos por Europa para 2030 y 2050, según un informe del Observatori de les Energies Renovables que deja muy claro que, a no ser que haya un cambio radical, el 94% de los objetivos de energía renovable para 2030 solo se podrá cubrir con importaciones de fuera de Catalunya, un aspecto que pone en cuestión la buscada soberanía energética renovable en los plazos recomendados.

Para tratar sobre este tema se han sentado a la mesa de debate, organizada por EL PERIÓDICO, Enric Brazis, responsable de Relacions Institucionals de Endesa Catalunya; Joan Vila, presidente de la Comissió d´Energia de PIMEC; David Villar, responsable de la Unitat Prospectiva de l'Intitut Català d'Energía (ICAEN); Laura García, miembro de la Comissió d´Energia del Col.legi d´Enginyers Industrials de Catalunya, y Jaume Morrón, gerente de Eolicat. El debate ha sido moderado por Eduard Palomares, redactor del citado medio.

Los participantes han puesto de manifiesto de manera unánime que la implementación de la energía renovable en Catalunya no está asumiendo las metas esperadas ni avanza en los tiempos que serían deseables. Las causas hay que buscarlas tanto en la falta de liderazgo político como en la dificultad de explicar en el territorio que la producción de energía renovable con la ganadería y la agricultura son actividades que pueden convivir perfectamente y no competir. 

Los expertos han estado también de acuerdo en cuestiones tan significativas como los siguientes: la urgencia de acelerar la implementación a la vista del retraso que se lleva en el territorio catalán para cumplir con las exigencias de neutralidad de carbono establecidas por Europa, en la necesidad de desarrollar una legislación moderna y específica que facilite la puesta en marcha de los proyectos, en la urgencia de activar recursos (algunos ya disponibles en forma de ayudas) y en establecer soluciones imaginativas de financiación. Han destacado asimismo que la administración, al igual que ha hecho en otros países europeos, se decida a tomar las riendas y liderar, con los medios que haga falta, la transición energética.

Escenario y propuestas

Enric Brazis (Endesa) ha afirmado que la transición energética “es un reto de futuro que hay que abordar con decisión” y ha señalado que, como herramienta de partida en Catalunya, “tenemos un modelo recientemente reformado que impone nuevos requerimientos a las grandes instalaciones para ayudar a su implantación, a la vez que se impulsan las instalaciones de autoconsumo y de menor tamaño”.

En este punto del debate, Brazis señala que “la implantación de energía renovable debe acelerarse al máximo, es una pieza clave en el modelo energético del futuro, y tenemos que hacerlo entre todos, con la colaboración de las empresas privadas, la administración y el territorio. Puede hacerse y se hará, no tenemos otra alternativa”.

Sin embargo, en opinión de Joan Vila (PIMEC) “el modelo diseñado hoy no será operativo. Todo ha cambiado y en la nueva y preocupante coyuntura que nos ha tocado vivir ahora mismo, hay que repensar la situación, buscar innovadoras soluciones y propuestas, sin olvidar que la transición energética se ha de hacer a buen paso, más rápido, o nos vamos a encontrar con situaciones insostenibles y con precios de la energía inasumibles para consumidores y empresas”.

Laura García (Col.legi d´Enginyers) hace hincapié en la necesidad de avanzar en renovables y limitar la dependencia energética, afirma que se precisa “la implicación de la administración, sobre todo, en el terreno del desarrollo de normativas que faciliten ese avance” y afirma que una buena convivencia de las instalaciones en el territorio es posible “si se planifica y normativiza adecuadamente, como lo demuestran los primeros proyectos que se están llevando a cabo”.    

Jaume Morrón (Eolicat) considera que “las renovables deben avanzar no rápido, sino a la velocidad de la luz. Los gobiernos deben actuar con decisión y los ciudadanos deben entender claramente el proceso y estar perfectamente informados ”.  

Demasiados retrasos

En líneas generales, los participantes han hecho un retrato de la situación de las energías renovables en Cataluya marcado por los retrasos respecto los planes europeos, lejos de la sostenibilidad y la eficiencia y con problemas a corto plazo en cuanto a la implementación. Esto estaría causado por la falta de regulación, de recursos, y por “deficiencias en el liderazgo político” según Morrón. También se apunta el rechazo de una parte de la población que estaría causada, en parte, por el exceso de ruido en los medios de comunicación por parte de grupos minoritarios y críticos con los proyectos existentes de renovables. 

Uno de los momentos de la mesa redonda sobre la situación de las energías renovables celebrada en la sede de EL PERIÓDICO,

Uno de los momentos de la mesa redonda sobre la situación de las energías renovables celebrada en la sede de EL PERIÓDICO, / Ferran Nadeu

Este retrato de situación ha sido completado con una cuestión relevante apuntada por Joan Vila que pronostica dificultades para llevar a cabo las soluciones propuestas y apunta que “se precisan nuevas líneas de evacuación así como mejoras en la red”, un aspecto en el que coincide Enric Brazis que afirma que hasta ahora la red ha sido útil y eficiente pero “necesita ser ampliada, tener mayor capacidad y flexibilidad para acoger todas las soluciones de pequeños productores y autoconsumo”. En este sentido afirma que “se está invirtiendo mucho en digitalización, un total de 900 millones de euros durante el pasado año”.

Deficiencias relevantes

Según datos aportados por Laura García, la demanda actual de energía se cubre principalmente, por la nuclear en un 52,06%. Estas instalaciones han proporcionado “siete veces lo aportado por la hidráulica, casi nueve veces más electricidad que los parques eólicos y más de 62 veces la aportación de energía solar fotovoltaica”. En este sentido “sin un despliegue extraordinario de las dos energías renovables con capacidad de crecimiento, la solar fotovoltaica y la eólica, no se ve posible sustituir la nuclear por renovables en los plazos previstos”.

Para Joan Vila “las soluciones pasan por incremnentar la inversión porque el reto es muy grande, estamos hablando de invertir el equivalente al PIB catalán”. O se toman medidas o como afirma Jaume Marrón “desde Eolicat ya hemos avisado de que las renovables solo tienen capacidad hoy para cubrir el 20 % de la demanda eléctrica de Catalunya” En esta coyuntura David Villar (ICAEN) reafirma que “es necesario un gran volumen de energía renovable, los datos que estimamos apuntan a que hay que multiplicar por 30 la capacidad actual”.

En 2021se pusieron en marcha 12.776 nuevas instalaciones solares fotovoltaicas de autoconsumo, con una potencia de 87,3 MW, el 72% más que en 2020. La capacidad total de autoconsumo es de 212,1 MW, que, según Villar “pueden generar el 0,6% de la demanda eléctrica actual en Catalunya. En todo caso es insuficiente para alcanzar los objetivos”.

También sería necesario actualizar algunas soluciones como el caso del almacenaje de energía aspectos y soluciones que están también en marcha según indica Brazis.

La previsión es que si no se modifica la situación, “el 94% de los objetivos de energía renovable para 2030 solo se podrán cubrir con importaciones de fuera de Catalunya, lo que supondría un fracaso de los objetivos comprometidos en la transición energética”. A su vez supone la “pérdida de oportunidades de riqueza para el territorio” según Morrón.

Soluciones y retos

La transición energética que proponen los ponentes incluye la generación de energía con fuentes renovables en un modelo de equilibrio territorial justo e inclusivo, respetuoso con otras actividades económicas preexistentes y basado en instalaciones de reducido tamaño y capacidad de autoconsumo, para alcanzar elevados niveles de eficacia y bajo coste. En este aspecto, se ha recordado lo importante que es replantearse y tomar cartas en el asunto de la eficiencia energética de los edificios, en toda Catalunya, un reto primordial, según Joan Vila.

Para avanzar hacia la meta propuesta, hay que abordar asimismo aspectos como la toma de conciencia de los ciudadanos y las empresas, en el sentido de asumir el ahorro y la eficiencia energética como principal eje de trabajo, aunque haya que asumir otras renuncias.

Y es que el modelo energético hacia el que avanza el país requerirá reducir el consumo de energía y optimizar al máximo la que se utiliza. Habrá que disminuir un 30,3% consumo de energía final, y que la intensidad energética (relación entre el consumo de energía y el PIB) disminuya un 57,0%, es decir, que Catalunya deberá ser capaz de producir lo mismo con menos de la mitad de energía. Según datos aportados David Villar (ICAEN).

Desde la perspectiva de Laura García esto es un aspecto clave, pues a preguntas del moderador, apuntó que el precio de la energía lleva camino disminuir por el momento, debido al desmesurado precio del gas. Los ponentes han estado de acuerdo al señalar que para avanzar en esa dirección hay tres grandes líneas de trabajo. Una es el ahorro energético derivado de la reducción de consumos; será también necesario informar fielmente al ciudadano de como modificar los hábitos de consumo en el hogar, sobre la reducción de los desplazamientos innecesarios, y la disminución de la movilidad por teletrabajo, etc., para disminuir las necesidades de energía.

Todos a una

No será posible avanzar en una mejora de la descarbonización y la implantación de un modelo energético más sostenible si no se trabaja de una manera conjunta; ciudadanos, empresas y administraciones. Laura García se muestra, en este sentido, optimista ya que “confía en las posibilidades para reducir el consumo, porque hoy se entiende correctamente que de lo contrario se pone a prueba el modelo de bienestar”.

Según afirma Joan Vila, si no somos capaces de trabajar de manera conjunta y coordinada, los riesgos son muy altos, por lo que llama a “centrar los esfuerzos en la transición energética para no perder la carrera por las renovables, para conseguir (como prevé la Generalitat) reducir un 50% las emisiones de efecto invernadero”.

Para el año 2050, la descarbonización debe ser total, y alcanzar estos hitos necesita la colaboración de todos los estamentos de la sociedad. Por este motivo, hay que extender la participación y para ello, según concluye Enric Brazis, “es preciso coordinar de manera justa todas las actividades, hacer que se consigan beneficios, apoyar otros negocios, rehabilitar territorios, ofrecer futuro y, sobre todo, se trata de esforzarnos para no restar, bien al contrario: sumar”.