EDUCACIÓN

La caída de la natalidad golpea a las escuelas infantiles

Los colegios públicos disminuyen sus ratios mientras que los concertados disminuyen sus líneas

La educación de 0 a 3 años tiene numerosos efectos positivos en el desarrollo personal y académico de los niños y niñas.

La educación de 0 a 3 años tiene numerosos efectos positivos en el desarrollo personal y académico de los niños y niñas. / Archivo

María G. San Narciso

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La caída de la natalidad provoca que cada vez haya menos niños y niñas en las escuelas. Y cada centro lo lleva de una manera. Según los expertos consultados, para la educación pública puede suponer una forma de reducir las ratios, sobre todo en aquellas comunidades en las que son más altas. Para los centros concertados y privados, es un desafío para mejorar su oferta. El problema lo tienen, sobre todo, las escuelas infantiles.

Los datos de ACADE (la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada) revelan que en el curso pasado cerraron el 19% de las escuelas infantiles privadas que hay en el país. Una de cada cinco. “La valoración es terrible”, se lamenta Ignacio Grima, presidente de la Sectorial de Escuelas Infantiles de la entidad. “Al impacto de la natalidad se une a todos los elementos que están penalizando a las escuelas infantiles privadas. Es una cuestión también de Covid, de centros ilegales... Se juntan muchas circunstancias para que su situación sea muy compleja”, añade.

Alrededor de la mitad de los niños que van a una escuela infantil están matriculados en un centro privado. A día de hoy, este primer ciclo que va desde los 0 a los 3 años no es obligatorio ni está universalizado. Tampoco abunda la oferta pública.

El presidente de la Sectorial de Escuelas Infantiles de ACADE afirma que hay herramientas que podrían utilizarse para salvarlas. Habla, por ejemplo, del programa de fondos europeos con el que se están financiando plazas públicas. En este sentido, cuestiona que no se use también la red privada.

“Al contrario, si en la situación actual abres más plazas públicas, haces mucho daño al sector”, opina. Alude, sobre todo, a la Comunidad de Madrid, donde se van a escolarizar niños de 0 a 2 años en colegios públicos. Grima critica que se mezclen bebés de 4 meses con niños de 12 años en un mismo espacio y reclama que, además de ponerse en valor la parte asistencial, que permita la conciliación de las familias, se dé importancia educativa a esta etapa.  

Más instrumentos de ayudas

Más allá de los fondos europeos, canalizados a través del Gobierno, cada comunidad tiene sus propios instrumentos para ayudar a las familias a que accedan a las escuelas infantiles. En ACADE consideran que, en el caso de la Comunidad de Madrid, los importes para el cheque escolar son “absolutamente ridículos”. “Y la adaptación que están haciendo es insuficiente”, añade.

También se da la contradicción de que, aunque cada vez haya menos pequeños, faltan más plazas para estas escuelas. “Esa es la ridiculez. Adoptan medidas para las plazas públicas pero luego no tienen. Podían haber realizado una mayor subvención a las familias, para que se integren en las escuelas privadas que, desgraciadamente, ahora están a medio gas. Se están tomando decisiones que no tienen ningún sentido ni para los niños, ni para las familias, ni para las escuelas infantiles”, afirma.

Para este portavoz, el mejor ejemplo es el gallego, donde hay gratuidad tanto en las escuelas infantiles públicas como privadas: “Ahora estamos a expensas de que cada comunidad autónoma valore si la educación infantil tiene sentido o no, y si tienen en cuenta esta red privada”.

Menos ratios

Todo apunta a que, de aquí a los próximos años, la natalidad seguirá en descenso. Si en el año 2013-2014 había algo más de 1.883.300 niños y niñas matriculados en centros de educación infantil de 3 a 5 años (1.216.000 en centros públicos y 668.000 en privados), el Ministerio de Educación y Formación Profesional muestra que en el curso 2020-2021 había 1.622.000 (1.044.500 en públicos y unos 577.600 en privados).

En algunas comunidades autónomas ya han optado por reducir ratios en sus centros públicos. La Comunidad de Madrid se estrena este curso 2022/2023 con Infantil de 3 años, donde pasarán de 25 a 20 alumnos por clase. “Somos una de la comunidad con las ratios más altas de todo el estado”, explica Isabel Blanco, responsable del sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos de Madrid. La idea esta reducción se implante de forma progresiva en todos los niveles.

Aunque desde el 2017 hasta el 2022 la natalidad ha disminuido cerca del 20% en la Comunidad de Madrid, “la reducción de ratios va a permitir mantener los centros, al menos lo públicos”, señala Blanco, que recalca que la escolarización tiene un comportamiento diferente según las características de cada zona, incluso por barrios.

Más problemas para los colegios concertados

Pero con la bola de cristal en la mano, Isabel Blanco cree que esta disminución de niños y niñas se va a notar más en los centros concertados. En general, asegura que “muchos ya han reducido unidades”.

Aunque “la tendencia en la Consejería de Educación de Madrid es que no se cierren”. “De esta manera, nos podemos encontrar que en algunos lugares hay centros públicos que cuentan con una ratio 25 o 27 alumnos y, sin embargo, el colegio concertado de al lado tiene unos 15 alumnos en el aula. Si alguien va a sufrir las consecuencias de la bajada de natalidad, será primero el que tiene esos 15 alumnos”, opina.

Un ejemplo está en la calle Democracia en Alcorcón, Madrid. El Colegio Público Isabel la Católica cuenta con 49 alumnos para dos unidades, con una ratio de 24,5. En la misma calle, el Colegio Concertado Juan Pablo II, con 75 alumnos para cuatro unidades, tiene una ratio de 18,7.

Con todo, Blanco señala que “hay centros concertados que, aunque cuenten con muy pocos alumnos, tienen un carácter social muy acusado dentro del barrio en el que están asentados”. “Son colegios que se han mantenido para realizar la muy buena función que desarrollan, a pesar de tener ratios de menos de 10 alumnos por aula”. También los hay que están llenos y seguirán así, viendo pasar generaciones enteras de familias que siguen la tradición.

Mejora de oferta

Alfonso Aguiló, presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), es más optimista. “Habrá colegios que pongan un esfuerzo mayor por ser más atractivos, tanto públicos como privados”, señala. “Eso tiene bastantes consecuencias positivas. Los profesionales trabajarán mejor para atraer alumnos”.

El presidente de la CECE explica que la caída de la natalidad ha llevado a casi todos los territorios a bajar sus ratios de 25 alumnos a 20, lo que “absorbe en buena parte este efecto”. Otros colegios sí han ido disminuyendo su tamaño, rebajando el número de líneas. También los hay que han tenido que cerrar.

Aguiló considera que, de cara a los próximos años, la tendencia será la reducción de alumnos más que el cierre de centros. Es lo que esperan todos.