Cambio climático

La ola de calor más extrema agrava la crisis energética

Las altísimas temperaturas en toda la Península disparan la demanda eléctrica y el precio de la luz

El fenómeno, excepcional por su intensidad, extensión y duración, no concluirá hasta el lunes

OLA CALOR

OLA CALOR / EFE / Brais Lorenzo

Juan Ruiz Sierra

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La web Milanuncios emitió este miércoles por la mañana un comunicado en el que informaba de que la demanda de ventiladores y aire acondicionado durante la última semana, marcada por una ola de calor aún más extrema de lo que ha terminado siendo habitual durante estos años ya de por sí extremos, se había disparado cerca de un 25%. Más o menos a la misma hora, la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, apareció en Telecinco y alertó de que “los próximos días van a ser muy duros”, recomendando un consumo prudente de energía mediante el “juego con las persianas y los toldos”. Y la oenegé Ecologistas en Acción defendió en otra nota restricciones en el transporte y la industria, para hacer frente a la contaminación provocada por las altísimas temperaturas en toda la península Ibérica.

Cada vez más frecuentes e intensas en España debido al cambio climático, las olas de calor no solo traen consigo altos índices de radiación ultravioleta, ausencia de precipitaciones, elevadísimo riesgo de incendios y problemas de salud en mayores, niños y personas con problemas respiratorios. Esta última, que comenzó a finales de la semana pasada y durará como mínimo hasta el próximo lunes, también está agravando la crisis energética, en un momento especialmente sensible, marcado por interrogantes como el encarecimiento del gas en los mercados y las dudas sobre el suministro ruso en plena guerra de Ucrania

La demanda eléctrica registró este miércoles un nuevo máximo anual, alcanzando a las 14.18 horas los 38.248 megavatios, un 14% más que la del mismo día del año pasado, superando los 37. 926 megavatios del pasado enero, récord hasta ahora en 2022. La contaminación se extiende, el caudal de los embalses baja, la factura sube. El aumento de la demanda debido al calor y la menor aportación de las fuentes renovables (eólica y fotovoltaica) llevaron este miércoles el precio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista hasta los 315,76 euros por megavatio hora, situándose por tercer día consecutivo por encima de los 300 euros, algo que no ocurría desde marzo. 

Todo en un contexto en el que el Ministerio de Sanidad colocó a 22 provincias (en Catalunya, solo Lleida) en riesgo alto para la salud, al haber superado durante cinco jornadas consecutivas tanto el umbral de temperaturas máximas establecido como el de mínimas. Más de 18 millones de personas se encuentran en esta situación. Hay siete provincias en riesgo medio y otras siete en bajo. 

El peor día, el jueves

Los indicadores de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) discurren por cauces distintos. El organismo público señaló por la mañana que durante la jornada se esperaba un “ascenso generalizado de las temperaturas”, que alcanzarían los 44 grados en los valles del Guadiana y el Guadalquivir, los 43 grados en el valle del Tajo y los 42 en el valle del Miño. A las dos de la tarde, numerosos puntos de Andalucía y Extremadura ya habían superado los 40 grados. Pero esta ola de calor no solo se ciñe a las zonas del sur. Afecta a toda la Península y Baleares, y también se extiende por Europa, con Francia y el Reino Unido sufriendo asimismo temperaturas extremas. 

Esta situación, entre otras, hace que el fenómeno de estos días sea excepcional, aunque cada vez menos. Por un lado, debido a su extensión. Sin salir de España, casi toda su geografía padece termómetros disparados, desde Galicia hasta Andalucía. Aún es pronto para saber con exactitud a cuántas provincias afectará, pero los expertos creen que se encontrará entre las más grandes de la historia, dentro de una clasificación que lidera la de agosto de 2012, que alcanzó a 40 provincias. 

La actual ola de calor es también extraordinaria por su intensidad, con valores que podrían superar los 46 grados, rozando el récord en España, que se registró el pasado año: 47,4 grados en Montoro (Córdoba). Todavía falta lo peor, que llegará el jueves. 

Y por último, su duración. Sigue estando rodeado de incertidumbre cuántas jornadas quedan de calor casi insoportable, y habrá diferencias entre territorios, pero la AEMET anticipa que el lunes las temperaturas desciendan. La ola durará como mínimo siete días, situándose de nuevo entre las más largas desde que hay registros, una lista que lidera la de junio y julio de 2015 (26 jornadas), seguida de la de julio y agosto de 2003 (16) y la de junio de 2017 (9). 

El primer día de la semana que viene se espera la entrada de una masa de aire frío por el tercio oeste de la Península, que hará que la masa de aire sobrecalentada que ahora mismo cubre todo el territorio se vaya retirando hacia Levante. Los termómetros, según la AEMET, bajarán entonces entre siete y ocho grados. El viernes, sin embargo, ya habrá un leve descenso de las temperaturas en el centro-sur de la Península. Aun así, las máximas seguirán siendo muy elevadas, con previsiones de 43 grados en el Pirineo, 41 en el Pirineo y 40 en el Ebro. Paciencia.  

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