Sublinajes del coronavirus

BA.4 y BA.5 de ómicron, a la conquista: ¿Son las nuevas variantes de covid más graves?

Infectan con más facilidad y eluden mejor la inmunidad que las anteriores, pero no está del todo claro que las subvariantes BA.4 y BA.5, ya dominantes, causen un COVID más severo

Archivo - Dos sanitarios atienden a un paciente Covid

Archivo - Dos sanitarios atienden a un paciente Covid / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Rafa López | Selina Otero

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El coronavirus SARS-CoV-2 evoluciona mucho más rápido que el conocimiento científico consolidado. Los sublinajes BA.4 y BA.5 de ómicron ya son dominantes en doce comunidades españolas, con Baleares (76,4%) y Galicia (76,3%) a la cabeza, y todavía no sabemos si producen una enfermedad más grave. En cualquier caso, lo que sí está demostrado es que infectan con más facilidad y eluden mejor la inmunidad que las anteriores variantes, permitiendo así que alguien que se contagió con la ómicron original (BA.1) o con la BA.2 vuelva a dar positivo, aunque persista algo de inmunidad cruzada. Y sabemos, sobre todo a raíz de ómicron, un altísimo número de contagios provoca también más hospitalizaciones y muertes, aunque la relación numérica entre casos, ingresos y fallecimientos sea más débil gracias a las vacunas.

Uno de los científicos más pesimistas frente a los nuevos sublinajes es el médico y divulgador estadounidense Eric Topol, que en su blog califica la BA.5 como “la peor versión del virus que hemos visto”. Explica que estas nuevas variantes proceden de la BA.2, dominante en España hasta hace unas semanas. La distancia antigénica de BA.1 a BA.2 es mucho mayor que la de la cepa ancestral (de Wuhan) a delta, beta o gamma. Esta evolución biológica explica el escape inmunitario de BA.5: su proteína de espícula (S), con la que el virus entra en nuestras células, es tan diferente que nuestro sistema inmunitario la reconoce y responde a ella de forma deficiente.

En base a estas notables diferencias algunos científicos han reclamado que se designe con nuevas letras griegas a estos nuevos sublinajes. Esta evolución deja en evidencia a algunos expertos, que antes incluso de que surgiera ómicron sugirieron que este coronavirus había llegado a una especie de callejón sin salida evolutivo, y que si la proteína de espícula evolucionase más, la “llave” del virus se deformaría tanto que perdería su capacidad para entrar en la “cerradura” de la célula.

Sin embargo, esa máquina biológica perfecta que es el SARS-CoV-2 ha mutado para recuperar una vía de entrada a la célula que las variantes BA.1 y BA.2 de ómicron no utilizaban: la proteasa celular TMPRSS2, que promueve la entrada celular a través de la fusión de la membrana plasmática.

Una característica importante de una variante es su aptitud (“fitness”, en inglés), que es la combinación del crecimiento del linaje, el número básico de reproducción (R0), el grado de evasión inmune y el tiempo de generación (el que transcurre entre dos contagios sucesivos). Eric Topol cita un análisis de 6,4 millones de secuencias de SARS-CoV-2 para mostrar un gráfico de aptitud en el que BA.5 se sale literalmente de la tabla de aptitud máxima.

Para responder a la pregunta de si BA.5 es más virulento o patógeno, es decir, capaz de inducir una enfermedad más grave, solo tenemos, de momento, un estudio experimental que demostró que BA.4 y BA.5 indujeron una enfermedad más severa en un modelo de hámster sirio y una velocidad más eficiente en cultivos de células pulmonares. Esto indicaría una mayor capacidad para producir enfermedad en los pulmones, como hacía delta y las variantes anteriores. Sin embargo, no siempre los modelos animales y los experimentos en laboratorios reflejan lo que ocurre en seres humanos y en la vida real.

La duración de los síntomas con BA.4 y BA.5 parece también mayor, según algunos estudios, con estos nuevos sublinajes, extendiéndose a una semana o 10 días.

Respecto a la eficacia de las vacunas, Topol asegura que no le sorprendería en absoluto ver una mayor disminución de la protección contra hospitalizaciones y muertes, dado el alcance de la evasión inmunitaria de BA.5 y las tendencias recientes de menor efectividad de la vacuna frente a enfermedad grave: del 95% frente a delta con una dosis de refuerzo a aproximadamente el 80% frente a ómicron BA.1 o BA.2 con un refuerzo. En cualquier caso, siempre es mucho mejor estar vacunado contra estas y otras variantes que puedan llegar en el futuro.

Aunque muchos expertos creen que no se ha demostrado la necesidad de una cuarta dosis, hay estudios de los CDC estadounidenses y de Israel que apuntan a una reducción notable de la mortalidad con ese segundo refuerzo: del 99% con cuatro inyecciones frente al 86% con tres. Con todo, Topol y otros excientíficos urgen a avanzar en los proyectos de vacunas pancoronavirus –que cubrirían todos los coronavirus– y de aplicación nasal –destinadas a evitar los contagios–, para acabar con las dudas de las grandes farmacéuticas por la continua aparición de subvariantes: se ha pasado de BA.1 a BA.5 en apenas medio año y ya se habla de la BA.6.

Novavax

Otra posibilidad es recurrir a la vacuna de Novavaxsu prototipo genera amplia respuesta inmune contra ómicron y sus subvariantes

Sobre lo que ocurre en la vida real con BA.4 y BA.5, el ejemplo más cercano, por geografía, características demográficas y cobertura de vacunación, es Portugal. Aunque las comparaciones entre países siempre son resbaladizas, la experiencia lusa puede darnos pistas. Allí se produjo un pronunciado incremento de casos y también de hospitalizaciones, que supusieron, a finales de mayo, más del 80 por ciento del pico de ómicron registrado a finales de enero. Al margen del mayor número de enfermos de COVID, el nuevo pico de hospitalizaciones puede provocar un grave impacto indirecto en el resto de pacientes y en el sistema sanitario, ya saturado y con escasos efectivos por la época vacacional. Por eso no parece mal consejo celebrar los encuentros sociales al aire libre y llevar mascarilla en interiores.

  • 1. Cada vez más contagiosas

    Las subvariantes BA.4 y BA.5 son más contagiosas que BA.2 y BA.1 de ómicron, que fue calificado como el virus más contagioso de la historia.

  • 2. Dudas sobre la mayor gravedad

    Experimentos en animales mostraron enfermedad más severa y mayor afinidad con las células pulmonares con BA.4 y BA.5.

  • 3. Portugal, el ejemplo más cercano

    Allí BA.4 y BA.5 produjeron un pico de hospitalizaciones que supuso el 80% del máximo registrado a finales de enero con ómicron BA.1.

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