Los Bombers controlan el fuego de Castell d'Aro y permiten el retorno de 400 personas evacuadas

Los Agents Rurals creen que trabajos permitidos de limpieza de márgenes han causado un incendio que ha provocado un susto mayúsculo

Incendio forestal en Castell d'Aro

Guillem Sánchez

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Un incendio forestal que ha trepado por urbanizaciones de Castell d’Aro i Santa Cristina d’Aro, muy cerca de la Costa Brava, ha quedado controlado a última hora de la tarde del sábado tras haber obligado a desalojar a unas 400 personas, aproximadamente. El retorno gradual de las familias afectadas comenzó a última hora de la noche del viernes cuando los bomberos accedieron a su retorno progresivo tras estimar que el fuego quedaría estabilizado de madrugada.

El incendio ha podido ser reducido notablemente a las pocas horas pero ha dado un susto mayúsculo porque esta zona de montículos conforma un terreno escarpado y ventado. Pero se ha quedado en eso: en un conato de gran incendio junto al Massís de Les Gavarres. Del primer aviso recibido por los Bombers de la Generalitat a la 13.30 del viernes hasta hoy sábado, han ardido 70 hectáreas. El fuego se ha dado por extinguido sobre las 20.30 horas.

Cualquier llama crispa los nervios de los equipos de emergencias de la Generalitat estos días porque el territorio ya ha sufrido dos olas de calor en el último mes. "El estrés hídrico de la vegetación es acusado", subrayan fuentes de los Agents Rurals. "Y cuando salta una chispa desplazamos todos los efectivos que podemos", aclara el jefe del operativo de extinción de los Bombers, Francesc Boya, que ha subrayado que cuando este incendio se ha declarado a la una del mediodía la velocidad de propagación que ha demostrado al inicio sí ha sido alarmante. 

Por tierra y aire

Se han desplazado hasta el fuego unas setenta dotaciones terrestres –más de la mitad de las cuales eran vehículos que han atacado el fuego– y más de una decena de medios aéreos, entre los que se han contado dos hidroaviones del gobierno español. Los helicópteros han recargado en el estanque de un campo de golf, los hidroaviones han tenido que hacerlo en el mar.

La contundente respuesta de los equipos de extinción ha permitido ahogar la columna de humo que se había alzado sobre las cabezas de esta zona infestada de urbanizaciones que no siempre son segundas residencias. Cuatro horas después del inicio, el flanco izquierdo estaba completamente perimetrado porque los bomberos habían podido armar una anilla de agua con las mangueras. El flanco derecho, sin embargo, seguía activo. Es el que más ocupó a última hora de la tarde a los bomberos, que finalmente consiguieron también cerrar.

Buenos pronósticos

Los peores pronósticos implicaban que el fuego avanzara hasta afectar una superficie de entre 150 y 250 hectáreas. Pero los mejores, que cuentan con la subida de humedad de la noche y el cese de un viento que tampoco ha sido tan intenso, han dejado margen para confiar en que el fuego se estabilizara de madrugada, como así ha sucedido.

La mayoría de las personas que han tenido que ser evacuadas por la proximidad de las llamas se encontraban en recintos de Castell d’Aro como el Resort Hapimag, el Hotel Mas Torrellas o la masia de Can Batet. También se ha pedido que abandonaran sus casas quienes habitaban residencias de la urbanización de Les Teules, que pertenece a Santa Cristina d’Aro, y que estaban más cerca del fuego. En total, han tenido que huir unas tres personas de la primera población y menos de cien de la segunda. La inmensa mayoría se han buscado la vida. Pero ha habido familias que sí han acudido a los pabellones que ambas poblaciones han habilitado para evacuados. 

Investigación en marcha

La investigación de los Agents Rurals apunta a unos trabajos de limpieza de márgenes de carretera como causa más probable del incendio. Parte de las pesquisas se centran ahora en comprobar si estos trabajos se estaban llevando a cabo con todas las garantías y con los permisos en regla. Por el momento, nada indica que pueda tratarse de un siniestro intencionado ni que fueran tareas no permitidas. "Estaremos más seguros durante las próximas horas”, ha remarcado Pere Pons, responsable del Área Básica de Agents Rurals en la comarca del Baix Empordà, a la que pertenecen los dos municipios afectados. 

"No era un mal día para que se declarase este incendio", ha razonado Pons. Ni hacía demasiado viento, ni mucho calor, ni la humedad era muy baja, enumera. "Si hubiera comenzado el domingo, cuando hará mucho más calor, habría sido peor". ha avisado.

No era un mal día, ni tampoco una mala demarcación. Catalunya, sobre todo en su parte más central o a lo largo del recorrido del río Segre, vive estos días un riesgo de incendio forestal mucho más elevado. Girona no está mal pero está mejor que el resto de Catalunya. Tanto los bomberos como los Agents Rurals han pedido nuevamente la colaboración ciudadana para que se extreme la prudencia y se limite al máximo el riesgo de fuego forestal.