Cumbre de la OTAN

El enfado de los turistas en el Madrid tomado por la OTAN: "Es una vergüenza, nos vamos a Barcelona"

No entienden por qué no pueden entrar al Prado ni al Reina Sofía: ‘Pagamos todos por unos pocos’

Madrid se da un respiro con los dirigentes europeos en la cumbre de la OTAN.

Agencia ATLAS | Foto: Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

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Aferrado al cordón policial que impide el paso al

museo Reina Sofía de Madrid, Jeff, turista estadounidense en la capital española, otea con gesto serio las puertas que se cierran ante él. “Es una vergüenza, de verdad. Hemos intentado entrar aquí, en el

Prado

, en la catedral de la Almudena, en el Palacio Real…Todo cerrado”, asegura el texano a El Periódico de España, diario integrante del grupo Prensa Ibérica al igual que este medio. “Veníamos para estar dos semanas, una aquí y otra en

Barcelona

, pero llevamos un par de días en

Madrid

y no hemos podido hacer nada, así que nos vamos a Barcelona esta tarde”, interviene Anna, su pareja, visiblemente frustrada por la situación.

La 

cumbre de la OTAN

que se celebra estos días en Madrid ha provocado el cierre de algunos de los puntos más turísticos de la capital.

El Museo del Prado, que acogerá esta noche una cena entre los líderes de la Unión Europea y los de la organización atlántica, no permite el acceso al público desde ayer. El Reina Sofía no abre los martes, y hoy, miércoles, cierra por la cumbre hasta las cinco de la tarde. El 

Palacio Real

 cerró el martes por la cena organizada por los reyes. Y el 

Teatro Real

 tiene otra visita organizada mañana jueves por la mañana.

“No es justo que paguemos todos por unos pocos, ¿es que no podían haberse ido a las afueras para celebrar la cumbre?”, se pregunta Jeff antes de emprender el viaje de vuelta rumbo a su hotel. Allí, en el Reina Sofía, el golpe ha sido doble, pues el habitual cierre de los martes se ha juntado con el parcial de hoy.

“Hay menos gente, eso sin duda, pero bueno, no podemos hacer nada”, asegura María, propietaria del restaurante Sukaldea, ubicado a menos de 50 metros de la entrada del museo.

Subiendo el Paseo del Prado, la estampa es muy similar. Poco tráfico, menos viandantes y mucha presencia policial.

“Esto parece la reapertura tras la pandemia. ¿Sabes cuánto he vendido en toda la mañana?”, pregunta Shella, que regenta una tienda de alpargatas y otra de souvenirs en el Paseo del Prado. “Nada. Absolutamente nada. Ellos cenarán caviar esta noche, pero yo no tengo ni para comprar una docena de huevos con lo que estoy facturando”.

Desde la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid y la organización de Hostelería de Madrid, ya apuntaron la semana pasada que los negocios de la capital facturarían alrededor de medio millón de euros durante estos días y una ocupación hotelera que superaría el 70%, pero que eso podría “conllevar que muchos turistas no visiten Madrid” por la celebración de la cumbre y sus restricciones.

Ariadna, Claudia, María y Adriá, compañeros de baile en Tarragona, aún arrastran su maleta frente a la puerta de Velázquez del Museo del Prado cuando se enteran de todos los cierres previstos.

“Algo habíamos oído, sí, pero no sabíamos que iba a ser para tanto. Ya podrían haberles dejado un hotel para ellos, de lujo si quieren, y así no venían aquí a molestar”, aseguran a este periódico antes de marcharse “a disfrutar” de los tres días de turismo que tienen por delante.

Algo similar piensa Rachel, turista israelí que ha aprovechado unos días de vacaciones para poder visitar España. “Me voy a Barcelona, en serio, estoy un poco enfadada con el tema. Seguro que tienen sus razones para cerrarnos el Prado, pero no es justo para los turistas que venimos un par de días. No sé por qué no lo han abierto unas horas aunque sea”, asegura a El Periódico de España.

"El Prado nunca ha acogido algo así"

La respuesta la tiene Carlos Chaguaceda, director de Comunicación del Museo Nacional de El Prado, que atiende a este periódico en la entrada del museo.

"El Prado nunca ha acogido algo así, y eso conlleva un protocolo de seguridad que ha mantenido el museo bajo vigilancia desde ayer. En los planes iniciales se preveía un cierre de más días, pero nosotros peleamos para que fuese lo mínimo imprescindible", explica el representante del museo del Prado, que acogerá esta noche una cena entre los líderes de la Unión Europea y la OTAN.

"Normalmente no cerramos más que tres días al año. En nuestra historia solo hemos cerrado por la Guerra Civil, la pandemia y una huelga. Me duele cada persona que no haya podido venir, pero también me alegro de que millones de personas alrededor del mundo puedan ver lo que tenemos aquí gracias al evento de esta noche".