La madre de las hermanas asesinadas en Pakistán llega a Barcelona: "Gracias por dejarme regresar"

Abatida, con la mirada anclada en el suelo y rodeada de una nube de flashes. Así ha llegado al aeropuerto del Prat la madre de las dos hermanas residentes en Terrassa que fueron asesinadas en Pakistán el pasado jueves 19 de mayo por pedir el divorcio del matrimonio con sus primos paternos. "Estoy muy agradecida a la policía, las autoridades, al cónsul de Pakistán en Barcelona por ayudarme a regresar a Barcelona", ha dicho Shaheen Azra con un hilo de voz en su llegada en la terminal T1 del aeropuerto con la ayuda de una intérprete consular. Después de vivir el horror, la mujer y su hijo menor ya están a salvo en Barcelona.

Le carcomía el miedo, tras varios días encerrada en un hotel de Islamabad (Pakistán). Shaheen Azra temía que los familiares de su marido, los que orquestaron el asesinato de sus hijas (entre los cuales se encuentra sus dos hijos mayores) fueran después a por ella. Es uno de los testigos claves del doble crimen perpetrado contra las dos chicas de Terrassa y podría haber sido la siguiente víctima si no hubiera huido de la casa donde se cometió la tragedia. Tuvo que ver como sus dos hijos mayores, su cuñado y sus yernos mataban de un disparo y estrangulaban a sus únicas hijas de 20 y 24 años. El pasado jueves 26 de mayo imploró ayuda a los Mossos d'Esquadra y al Consulado de Pakistán en Barcelona a través videoconferencia. Deseaba empezar una nueva vida en Barcelona, aunque lejos del padre de sus dos hijas, que sigue en Terrassa.

Traumatizada

Shaheen Azra y su hijo menor R. F. Abbas de 13 años han aterrizado a las 8:11 de este domimgo en el Aeropuerto del Prat. El avión procedente de Abu Dhabi (Emiratos Árabes) ha llegado veinte minutos antes de lo previsto, aunque la mujer y su hijo pequeño arrastraban un día entero de viaje. Pasaron la noche y la magrugada en el aeropuerto del país árabe. La madre portaba un 'hijab' blanco que le rodeaba la cabeza y el cuello. Se limitó a asentir mientras el cónsul hacía una breve declaración ante los medios "Está muy traumatizada, ha sido un viaje duro y pedimos privacidad para ella y su familia", ha dicho el cónsul de Pakistán en Barcelona, Mirza Salman, que ha recibido a Azra en suelo español.

25 años en la cárcel

"La policía de Pakistán tiene muchos indicios sobre el asesinato, la pena mínima es de 25 años y estamos a la espera de como prosigue la investigación", ha avanzado el cónsul. Azra ha querido hablar ante la decena de cámaras y flashes que la retrataban. Se ha limitado a dar las gracias a todos los que han hecho posible su regreso. Esta no era la primera vez que la madre pisaba suelo español. Tiene permiso de residencia y trabajo porque fue reagrupada por su marido hace años. En algunas ocasiones visitaba España para reencontrarse con sus hijos. La última vez, las dos hermanas ya habían escapado del control del padre en Terrassa, pero jamás se negaron a ver a la madre. Lo hacían a escondidas, cuando el hombre estaba trabajando, o en Cornellá de Llobregat, dónde almenos una de las dos chicas encontró refugio en casa de una amiga. Esta vez el abrazo ya no será posible. Arooj y Anees yacen bajo tierra en Pakistán. Fueron enterradas el sábado 21 de mayo.

"¿Cree que se ha hecho justicia?", insistía una periodista a las puertas del aeropuerto. La respuesta a esta pregunta quedará en el aire. La mujer, que sólo ha hablado en urdu, no quitaba la vista de las baldosas. Los destellos de las cámaras se reflejaban en el cristal sus gafas. Detrás la esperaba su hijo con unas gafas de sol, unos pantalones vaqueros y unas deportivas, trajinando el carro con todas las maletas. Un adolescente que, con toda probabilidad también presenció el doble crimen machista y que, hasta la noche del jueves, estaba encerrado en casa de los familiares maternos.

Despliegue policial

Pocos minutos después Azra y su hijo han sido trasladados a una zona segura del aeropuerto, acompañada de al menos dos agentes de la Policía Nacional y dos más de los Mossos d'Esquadra, además de un par de policías de paisano. "No nos han avisado", se quejaban fuentes de seguridad del aeropuerto, que afirmaron haberse enterado de la llegada de la madre pakistaní a través de la prensa. Sea como fuere, ella y sus hijos tienen reservado un piso de protección en la ciudad de Barcelona. "No será en Terrassa", ha afirmado Tajante el cónsul.

Ahora empieza una nueva vida para la mujer y su hijo. Podrá acceder a un piso de acogida, además de atención psicológica ofrecida por la Generalitat. Una nueva vida que empieza rota y truncada. Dos hijas asesinadas por otro hijo, detenido. Al menos su vida y la del adolescente está a salvo, en Barcelona.