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La historia secreta del kit antiviolación

Más de 16.000 mujeres fueron agredidas sexualmente en Chicago en 1973. Por entonces, muy poco casos llegaban a juicio. ‘Faltaban’ pruebas. Y ‘Marty’ Goddard ideó un set para recogerlas.

El kit antiviolación

El kit antiviolación

Natalia Araguás

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En los años 70, la violación seguía siendo el más opinable de los crímenes, incluso en Estados Unidos. Si se producía dentro del matrimonio no se consideraba como tal, y el abuso infantil solo ocurría en una familia de cada millón, a tenor de los libros de psiquiatría. "¡Tenemos una violación para ti!", voceaban los policías según dejaban en Urgencias a la víctima de la violencia sexual callejera, aún conmocionada. Médicos y enfermeras se afanaban en limpiar a la mujer antes de tratarla, las ropas ensangrentadas se destruían y en los centros sanitarios apenas había prendas de repuesto, con lo cual solía ser devuelta a casa en ambulancia vestida con una llamativa bata de hospital. Durante el interrogatorio, los policías centraban sus pesquisas en la supuesta virtud de la víctima.

"Muchas acusaciones de violación no son legítimas", decía un manual de formación de la policía de Chicago de 1973. "Es desafortunado que muchas mujeres digan haber sido violadas para vengarse de un amante infiel o de un novio con una mirada lasciva", seguía. Ese mismo año, en Chicago y sus alrededores, se estima que 16.000 mujeres fueron asaltadas sexualmente: solo una décima parte acudió a la policía. De esta manera evitaban, tras la agresión, el penoso proceso de afrontar un juicio más centrado en su reputación que el suceso en sí mismo. 

Escandalizada por las pocas violaciones que acababan en juicio en el Chicago de los años 70, una mujer, Martha 'Marty' Goddard, tuvo una idea. Para acabar con la sistemática contaminación o destrucción de las pruebas, a menudo por la falta de organización o despiste de los agentes de policía y los profesionales sanitarios, inventó el conocido como "kit de violación" ('rape kit', en inglés), que lleva usándose en Estados Unidos durante décadas.  

Reunir pruebas

El kit contiene artículos como peines y torundas para reunir pruebas de una violación como pelos y fibras, sobres para sellarlos y cajas para muestras, una bolsa donde guardar la ropa de la víctima, portaobjetos de vidrio y unas instrucciones de uso para los profesionales que los utilizaban, que debían poner sus nombres y apellidos. 

Sin ninguna sofisticación tecnológica, en realidad, 'Marty' Goddard transformó la manera en que se procesaban las violaciones. Para empezar, en un juicio no bastaba con desacreditar a la víctima para desmontar su testimonio, ya que existían pruebas recolectadas según un protocolo estandarizado. 

Médicos, enfermeras y científicos forenses que habían participado en el proceso se convertían en testigos que daban su versión. Y una vez las pruebas de ADN se popularizaron –en 1988 sirvieron para sentenciar a 100 años de prisión a un hombre en Nueva York por tres agresiones sexuales–, el 'kit de violación' se volvió imbatible. Ya no se trataba de coincidencias entre el grupo sanguíneo del acusado y el encontrado en las ropas de la víctima, sino que el agresor quedaba señalado científicamente.

Hasta tal punto fue trascendental el 'kit de violación' de 'Marty' Goddard que el Museo Nacional de Historia Americana y el Museo Nacional de Diseño Cooper-Hewitt han decidido que vale la pena exhibirlo entre sus adquisiciones. Se cumple así el sueño de la periodista Pagan Kennedy, que sacó del anonimato a 'Marty' Goddard con un artículo publicado en el diario 'New York Times' en junio de 2020. Tras una concienzuda investigación, le atribuyó sin lugar a dudas la autoría del 'kit de violación'. 

Goddard

Martha 'Marty' Goddard, la abogada defensora de las víctimas de violación que inventó el kit. /

Hasta entonces la versión más extendida era que lo había inventado el sargento de policía Louis Vitullo, microanalista al frente del laboratorio de criminalística de Chicago, que tuvo como primera reacción gritar a la activista cuando en su peregrinar fue a presentárselo. Si bien Vitullo recapacitó, creó un prototipo y resultó decisivo en la popularización del kit de violación en Estados Unidos, fue Marty Goddard quien le había explicado previamente el concepto. Ella transigió, con tal de que el 'kit de violación' viese la luz. Tuvo otro aliado inusitado: la Fundación Playboy, que le concedió 10.000 dólares para poner en marcha el sistema. 

Sin reconocimiento

Pese a su proeza, 'Marty' Goddard murió en 2015 sola y alcoholizada sin reconocimiento alguno, tras pasar unos últimos años con frecuentes cambios de domicilio que incluyeron un parque de caravanas de Arizona. 

En su investigación, Pagan Kennedy descubrió que Goddard, sobre quien escribe un libro, había sido víctima de una violación durante unas vacaciones en Hawái y que su agresor había quedado impune. "Lo que me fascina es cómo la gente que sufre un problema está en una posición única para solucionarlo", reflexionaba la periodista en una entrevista para la Fundación Nieman. Todos los artículos del 'kit de violación' se encontraban frente a las narices de cualquiera. Solo había que ponerlos juntos.

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