Catalunya empieza el reparto de kits menstruales reutilizables a alumnas de 3º de la ESO

El Govern empieza esta semana a repartir estuches con productos menstruales reutilizables (copa menstrual, bragas absorbentes y compresa lavable) a 1.200 alumnas de tercero de la ESO (14-15 años) de 24 centros educativos de Catalunya. Esta acción, que irá acompañada de sesiones de educación menstrual, se extenderá a partir del próximo curso a todos los centros escolares catalanes.

Se trata de una primera fase de acción para la equidad menstrual que prevé la Generalitat en su plan nacional de derechos sexuales y reproductivos y que incluye formación sobre la regla para el alumnado con el fin también de terminar con el tabú del periodo menstrual. "Los derechos feministas son derechos humanos y entre ellos está también el derecho de la equidad menstrual. Queremos tanto educar en el autoconocimiento del cuerpo y el fin del tabú de la regla, como promover el acceso igualitario a productos reutilizables, que son los únicos sostenibles económica y medioambientalmente", ha defendido la 'consellera' de Igualdad, Tània Verge.

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Los primeros 24 centros educativos que recibirán los estuches con tres tipos de productos --"para que cada una elija el que más le convenga", en palabras de la 'consellera'-- son institutos que ya tienen implementado el programa de educación sexual 'Coeduca't' de visibilización de las perspectivas de género. Más allá de las 1.200 alumnas que recibirán el material, esta primera fase afectará ya a 2.600 alumnos a los que se dirigen las primeras sesiones informativas.

El Govern, que ha involucrado a cuatro departamentos en esta acción, ha elegido a las alumnas de 3º de ESO porque a los 14-15 años ya la inmensa mayoría tiene la regla y tienen ya "cierta experiencia" con los productos. Verge ha puesto énfasis en que "la regla también es política" y que la equidad menstrual implica "acabar con la desigualdad, la discriminación y el impacto ecológico". En ese sentido, ha querido mostrar datos como que más del 20 % de las mujeres ha sufrido pobreza menstrual, esto es, que no ha podido adquirir productos en algún momento de su vida por motivos económicos.

Más allá, ha señalado que en toda la vida fértil se gastan alrededor de 2.500 euros para comprar compresas y tampones, y ha destacado que si se usa, por ejemplo, la copa menstrual, el coste sería de 144 euros. Asimismo, ha denunciado que estos productos tengan tipos de IVA del 10% mientras la viagra solo tiene un 4%. "Esto no es más que discriminación", ha dicho.

Por otro lado, ha lamentado que en 2022 todavía la regla pueda ser objeto de "burla" en los colegios y que las niñas sientan vergüenza y tengan que "pasarse un tampón a escondidas para que ellos no las vean". La consellera, que ha celebrado el anteproyecto del Gobierno sobre el aborto que incluye las bajas por reglas dolorosas, ha apuntado que "hay que dejar de normalizar el dolor de la menstruación". "Si la regla hace daño es síntoma quizá de enfermedades como la endiometriosis, que sufren entre un 10 y un 15 % de las mujeres", ha recordado.

Impacto medioambiental

Por otro lado, sobre el impacto positivo que puede tener para el medio ambiente promover los productos reutilizables como las bragas o compresas lavables, Verge ha señalado la reducción de residuos que supone dejar atrás tampones, para los que hay que usar algodón y grandes cantidades de agua y toxinas, o las compresas, hechas de derivados del petróleo.

Así, ha explicado, una mujer a lo largo de su vida fértil genera aproximadamente 180 kilos de residuos relacionados con la regla, mientras que si utiliza compresas de ropa reutilizables genera solo 2,4 kilos de residuos, según datos de la Agencia Catalana de Residuos. "El vínculo entre la transformación verde y la transformación feminista es incuestionable: la responsabilidad de cuidar el planeta al tiempo que aprendemos a cuidar mejor nuestras vidas", ha defendido.

El Govern también pone en marcha una página web, lesmevesregles.cat, y la campaña informativa 'la meva regla, les meves regles'. Esta primera fase ha tenido un coste de cerca de 70.000 euros y el curso que viene, cuando se despliegue en todos los centros catalanes, será de 1.200.000 euros.