En el día europeo 'Streets for Kids'

Las familias con hijos con discapacidad reclaman a los municipios parques inclusivos

Recuerdan a los ayuntamientos que el juego es un derecho de la infancia y les afean que fíen estos espacios a los presupuestos participativos

En la ciudad de Barcelona, solo 56 de las 900 áreas de juego infantil incorporan criterios de accesibilidad e inclusividad

Un padre ayuda a su hija a acceder a un juego en los Jardines de la Industria de Barcelona.

Un padre ayuda a su hija a acceder a un juego en los Jardines de la Industria de Barcelona. / Elisenda Pons

Montse Baraza

Montse Baraza

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Este viernes 6 de mayo es el día 'Streets for Kids' (Las calles para los niños), una iniciativa europea que pretende concienciar de la necesidad de tener ciudades más amables y más verdes y que incorporen la mirada de la infancia en las políticas urbanas y de movilidad. En el marco de este día, las familias con hijos con discapacidad aprovechan para reivindicar al conjunto de ayuntamientos de Catalunya que esos municipios amables garanticen el derecho al juego inclusivo. "No hacerlo supone una vulneración de derechos", advierte ECOM, que añade que "es una obligación legal y moral que los ayuntamientos no deberían dejar en manos de los presupuestos participativos ni en la capacidad reivindicativa de las familias".

Lo expresa de otro modo Noemí Font, madre de una niña con espina bífida y exitosa impulsora de 'curses' adaptadas (ya van 27 desde el pasado agosto) y que ahora está inmersa en la batalla por lograr parques inclusivos. "Se trata de abrir los ojos de la sociedad. Igual que el feminismo no es solo cosa de mujeres, sino de toda la sociedad, el tener parques inclusivos no ha de ser solo cosa de las familias con hijos con discapacidad. Es cosa de todos. Hay juegos que incluyen a todos", sostiene.

Para dar visibilidad a esta necesidad, las familias han organizado para este sábado de 12.00 a 14.00 horas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona una jornada lúdico-reivindicativa en la que todos los niños podrán compartir juegos en lo que debería ser lo habitual en los parques catalanes.

La falta de espacios accesibles, seguros y con juegos inclusivos en muchos municipios catalanes hacen que a diario muchas familias deban recorrer kilómetros para que sus hijos puedan hacer algo tan básico como ir al parque a jugar y relacionarse. El derecho al juego está reconocido tanto en la Convención de Derechos del Niño como en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta última establece que las administraciones públicas deben asegurar que los niños con discapacidad tengan igual acceso que el resto a participar en actividades lúdicas, recreativas, de ocio y de deporte. "Esto es importante no solo por un tema lúdico, sino porque estas actividades contribuyen a despertar la curiosidad, crear confianza, mejorar el autoconocimiento y a aprender a socializar", señala Ecom, entidad que lleva 50 años trabajando por una sociedad inclusiva.

Es por ello que reclama a los ayuntamientos que las pacificaciones de las calles y los entornos escolares "sean verdaderamente accesibles e inclusivos y tengan en cuenta a los niños con discapacidad, viéndolos como un agente activo más de la comunidad". La entidad también urge al Govern a aprobar el decreto de accesibilidad de Catalunya que supondrá un avance en el impulso de espacios de juego accesibles e inclusivos en todo el territorio.

Avance lento

El avance para lograr parques inclusivos es excesivamente lento. En Barcelona, varias familias llevan desde 2016 denunciando la falta de accesibilidad de los parques. El Síndic de Greuges puso de manifiesto entonces que solo 10 de las 900 áreas de juego infantil tenían elementos de juego inclusivo. A fecha de junio de 2021, según el Ayuntamiento de Barcelona, había 56 áreas que incorporan "criterios" de accesibilidad y de inclusividad y tres son totalmente accesibles. Cifras insuficientes a juicio de las familias. "La situación de discriminación se sigue perpetuando pesar de tener un Plan de Juegos", denuncia Ecom.

Tiene otras cifras Marie Caire, madre de un niño de 11 años con pluridiscapacidad. "De las 900 áreas de juego que hay en Barcelona, solo hay 10 adaptadas y 21 accesibles que no garantizan la inclusión", denuncia. Alude a la situación de niños que van en silla de ruedas o con problemas visuales o auditivos. Admite que "se ha avanzado, pero el proceso es muy lento". "Barcelona es una ciudad accesible pero tiene una deuda con los niños discapacitados, que siguen siendo invisibles", ha denunciado.

En Vilassar de Mar, Noemí Font ha impulsado una batalla para reclamar parques inclusivos en el municipio. No hay ninguno. "Solo un columpio en uno de los parques". Cuenta Font que su objetivo es "abrir los ojos" a la gente. "No hacerlo yo sola, sino que lo haga todo un pueblo". Ha conseguido implicar a las cuatro escuelas públicas de primaria (Pérez Sala, Escola del Mar, Vaixell Burriac y Els Alocs) para que trabajen en las aulas el problema de la falta de accesibilidad y el derecho de todos los niños y niñas a jugar. Al final de ese trabajo, los alumnos dirigirán cartas al alcalde, Damià del Clot (ERC), pidiéndole parques inclusivos. La Escola del Mar lo hizo ya el pasado febrero.