Alerta sanitaria

Los expertos advierten de que los casos de hepatitis grave en niños empiezan con vómitos

España, con 13 menores afectados, es el segundo país con más incidencia tras el Reino Unido

Los expertos advierten de que los casos de hepatitis grave en niños empiezan con vómitos.

Los expertos advierten de que los casos de hepatitis grave en niños empiezan con vómitos.

Iñaki Olaizola

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Mientras la comunidad científica internacional está todavía intentando hallar la causa que ha provocado que a mediados de este mes la

OMS

notificase la aparición de un brote de hepatitis aguda de origen desconocido en niños pequeños sanos, expertos consultados en

Baleares

apuntan a los vómitos, "un cuadro importante que se prolongue durante más de 48 horas y en el que el afectado no tolere nada", como uno de los síntomas ante que los progenitores deben preocuparse. 

Aunque en Baleares no se ha notificado ningún caso de estas hepatitis agudas infantiles, los servicios sanitarios están vigilantes ante de la posibilidad de que surja alguno ya que las hepatitis víricas son enfermedades de declaración obligatoria.

Desde mediados de abril a esta parte, el número de casos de hepatitis agudas infantiles han aumentado a un ritmo muy elevado. Hasta el pasado 21 de abril, se habían notificado al menos 169 casos en 12 países. Y España, con trece casos, es el segundo país del planeta con mayor incidencia tras Reino Unido (114).

En lo que respecta a la distribución geográfica de los casos de este país,

Cataluña

, con cinco episodios, es la comunidad con mayor incidencia seguida de Andalucía y Galicia, con dos casos en cada región, mientras que Aragón, Castilla La Mancha, Madrid y Murcia se han diagnosticado una de estas hepatitis de etiología desconocida.

El pediatra Antonio Rosell coordina la unidad de gastroenterología, hepatología y nutrición pediátrica de Son Espases y subraya que "estamos al tanto, vigilantes, aunque de momento no hemos tenido ningún caso. Estas hepatitis agudas y graves en niños son muy raras. Tendremos a lo sumo un caso cada uno o dos años".

El experto recuerda que aproximadamente un 10% de los niños afectados han precisado de un trasplante hepático, uno de ellos uno de los trece afectados en este país, lo que da una idea de la gravedad de esta hepatitis de origen desconocido.

«Se piensa que puede ser un adenovirus, un agente habitual en las infecciones respiratorias y que hallamos también en las heces pero que no cursa con tanta gravedad», baraja Rosell señalando que en los casos en estudio no se ha hallado la presencia de ninguno de los virus que provocan las hepatitis A,B,C, D o E.

Otro de los síntomas propios de las hepatitis ante los que hay que mantenerse alerta es la ictericia (cuando la piel o la parte blanca de los ojos, la esclerótica, adquiere un color amarillento), síntoma de que algo no marcha bien en el hígado de la persona que la padece.

Orinas oscuras y excrementos blancos

Jaume Giménez, técnico epidemiólogo de la dirección general de Salud Pública, recalca que los casos de hepatitis agudas detectados en niños no están provocados por los virus conocidos por lo que, con todas las hipótesis aún abiertas, no descarta que sea un patógeno de nuevo cuño como el SARS que ha traído de cabeza al mundo en los últimos dos años.

"Los adenovirus de los que se sospecha que pueden estar detrás forman un grupo muy amplio y pese a que en algunos de los niños afectados se han hallado estos patógenos podría tratarse de una mera coincidencia porque los adenovirus no provocan hepatitis", apunta el epidemiólogo.

Sin relación con el SARS-CoV-2

Tampoco cree Giménez que estos inusuales casos de hepatitis tengan alguna relación con el SARS-CoV-2, el virus que ha generado la enfermedad ya universalmente conocida como covid-19.

"Las vacunas que se dosificaron mayoritariamente en el Reino Unido donde se han notificado los primeros casos contenían adenovirus pero a ninguno de los afectados se les había inoculado", revela el responsable de Salud Pública.

Otra de las hipótesis que se están barajando es que todos los niños afectados puedan haber consumido algún tóxico, alguna sustancia química usado como conservante en productos de consumo habitual entre los más menudos.

Giménez señala que hay que mantenerse alerta y acudir al médico en caso de que tu hijo sufra una gastroenteritis, náuseas y vómitos que se prolonguen por encima de las 48 horas y hagan temer por una correcta hidratación corporal así como la presencia de "orinas oscuras y cacas blancas. La bilirrubina se acumula en la sangre y el riñón tiene que trabajar más porque el hígado está afectado", explica.

Concluye Giménez revelando que pese a la gravedad de estas hepatitis ha provocado que algunos de los afectados hayan precisado de un trasplante hepático, para que el hígado de un niño se regenere basta un lóbulo de un órgano compatible que se suele encontrar en algún familiar del afectado.

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