La comunidad científica de la UdG planta cara al rectorado en contra del cambio climático

Varios científicos e investigadores de la Universitat de Girona (UdG) se han plantado este jueves al mediodía delante del rectorado para protestar en contra del cambio climático. En la protesta han participado el mismo rector de la UdG, Quim Salvi, acompañado otros vicerrectores. Los organizadores de la protesta han leído un manifiesto recordando que hay que actuar para revertir las consecuencias de la emergencia climática.

Una de las medidas que ha propuesto la comunidad científica es reducir la movilidad individual de docentes y estudiantes de la UdG, puesto que representa un 75% de las emisiones contaminantes que tiene la UdG. Por otro lado, piden al rectorado comprar menos productos envueltos de plástico.

La comunidad científica de la Universitat de Girona ha parado su actividad este jueves a mediodía. Para simbolizar esta parada, los científicos e investigadores se han concentrado a la puerta de los tres campus de la UdG. El motivo de esta parada es reivindicar la necesidad de actuar para frenar el cambio climático.

En la convocatoria que se ha hecho en el campus del Barri Vell, los científicos se han concentrado ante el rectorado de la UdG donde también había el rector y otros vicerrectores que se han sumado a la parada. Los científicos han desplegado una pancarta en que exponían el lema 'Lucha hoy, salva el mañana!'. Posteriormente, algunos de los investigadores han leído un manifiesto.

El estudiante de doctorado de Geografía de la UdG, Maria Borràs, ha leído una parte del manifiesto en que ha recordado que «cada día se extinguen unas 40 especies en todo el mundo» a causa de la emergencia climática. Por eso ha reclamado a las administraciones, empresas y la sociedad que pongan el freno en las emisiones contaminantes. Borràs ha insistido que la emergencia climática aboca a los animales en la «sexta extinción masiva» y por eso reclama acciones contundentes porque «ya no habrá un mañana si no nos ponemos hoy».

Compactar las clases

Los científicos han planteado algunas de las medidas que se podrían implementar a la UdG. El investigador Gabriel Jover ha recordado que una diagnosis encargada por la universidad apuntaba que el 75% de las emisiones que se producen en este centro provienen de los vehículos privados. Por eso hay que actuar para reducir los desplazamientos que pueden hacer docentes y estudiantes. Una manera de evitar estos desplazamientos es compactar las clases.

Jover ha apuntado que no hay que perder presencialidad, pero sí que apuesta para reducir los días que los alumnos asistan en las aulas. Para conseguirlo, el investigador propone hacer tres o cuatro jornadas lectivas más largas que actualmente y permitir que los estudiantes hagan trabajos desde casa el resto de días.

Por otro lado, para conseguir una reducción del 25% de las emisiones que generan los desplazamientos, el colectivo de científicos propone que la universidad permita el teletrabajo entre uno y dos días en la semana a todos los trabajadores. Con esto se conseguiría una mayor conciliación familiar, al mismo tiempo que se reducirían los desplazamientos. Una última medida que proponen los investigadores al rectorado es incidir en la contratación de los bares y restaurantes de las facultades.

Consideran que se podrían incluir cláusulas porque estos servicios no ofrezcan bebidas en botellas de plástico y también que apuesten para comer y productos de proximidad. Según los científicos universitarios, con estas medidas la UdG podría cumplir «con los mínimos de los Acuerdos de París» antes del 2030. A pesar de todo, Jover ya ha avanzado que algunas de las medidas habrá que ponerlas a prueba y mejorarlas en medida que se van aplicando.