La educación en Catalunya

La Plataforma por la Escuela Inclusiva denuncia la "apatía" de Educació y exige ya un plan de choque

Las familias no descartan emprender acciones legales para exigir que se cumpla el decreto ley de 2017

Rueda de prensa de las familias por la escuela inclusiva.

Rueda de prensa de las familias por la escuela inclusiva. / RICARD CUGAT

Montse Baraza

Montse Baraza

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las familias con hijos con necesidades educativas especiales acabaron un tanto decepcionadas tras la protesta que protagonizaron a las puertas del Departament d'Educació para exigir el despliegue del decreto de la escuela inclusiva. En la 'conselleria' les atendieron brevemente y con buenas palabras, pero no hubo ninguna concreción. Decepción, impotencia y rabia es lo que les ha movido a unir fuerzas para conseguir que algo se mueva. "El decreto se debe aplicar. Hemos visto que la vía del diálogo no es efectiva y por eso las familias se están organizando porque se están vulnerando sus derechos", han explicado Isabel Macarulla, Susi Cordón y Mari Luz Rey en representación de la Plataforma Ciudadana para una Escuela Inclusiva en Catalunya.

La plataforma, que agrupa a asociaciones de familias como aFFac o Fapel y a entidades relacionadas con el autismo, el síndrome de Down o la dislexia entre otras, han denunciado la "apatía" de Educació. "No entendemos por qué el Govern no aplica el decreto. La Escuela Inclusiva es un derecho, un instrumento contra el fracaso escolar y debe ser una una prioridad de la agenda política y un tema de país", ha subrayado Cordón.

Las familias se han cansado de esperar y han exigido al Govern "un plan de choque ya". "No podemos esperar más. Queremos un movimiento contundente del Govern. Que escuche a la comunidad educativa y actúe ya. Hace falta un plan de choque urgente para avanzar en la aplicación del decreto", ha apuntado Rey. En este sentido, han reclamado a Educació que convoque una mesa de entidades para concretar una agenda de actuaciones y de despliegue del decreto. "Una mesa ejecutiva", advertía Rey. Ya no más charlas ni buenas palabras.

Medidas sin coste

Argumentan que, al margen de los recursos económicos que se necesitan, también hay medidas que "no cuestan dinero". Por ejemplo, la publicación del mapa de recursos de la escuela inclusiva, dar información correcta y veraz a las familias, posibilitar que las familias decidan a qué escuela quieren llevar a sus hijos, hacer un traspaso de información del alumnado cuando cambie de ciclo o de centro, impulsar la docencia compartida y mejorar la formación del profesorado. También protocolos más ágiles que permitan a las familias acceder a los recursos disponibles con facilidad. Y aquí la Plataforma recuerda a las familias que "tienen derecho. Educació no les hace ningún favor. La escuela inclusiva es un derecho".

En caso contrario, han advertido, impulsarán las acciones que crean convenientes. Y no descartan "opciones contundentes" como recurrir a la vía judicial para exigir que se aplique el decreto ley aprobado desde 2017.

Alumnado en aumento

Este hartazgo coincide con un momento en que, según cuentan, cada vez hay más familias afectadas, cada vez hay más niños con necesidades especiales y las quejas de estas familias van en aumento. Las escuelas de educación especial han pasado de tener 6.800 alumnos hace cuatro años a tener 7.800. No hay cifras oficiales de los niños que están escolarizados en la escuela ordinaria. He aquí una de las cosas que reclaman al Departament. Es clave para saber cuántos niños hay y qué necesitan.

"Las familias se han acostumbrado a hablar de 'lucha' para conseguir el apoyo que necesitan sus hijos, viven con miedo el cambio de ciclo o el cambio de escuela y ven cómo los planes individualizados no se hacen o se hacen mal", denuncia Macarulla.

La Plataforma apela también al conjunto de la ciudadanía para que vea la escuela inclusiva como lo que es, "de todos". "La escuela inclusiva no solo beneficia a los niños con necesidades especiales, también al resto del alumnado". Macarulla pone el ejemplo de una profesora de Matemáticas que, como tenía una alumna con problemas auditivos, tenía que explicarlo todo más despacio. Se dio cuenta que de esa lentitud no solo se beneficiaba esa alumna, sino también aquellos compañeros a los que les costaba la asignatura.