Así se puede acceder a los fondos europeos Next Generation para la rehabilitación de vivienda

Catalunya abre el periodo para optar a las ayudas europeas para mejorar la eficiencia energética de los edificios, que se gestionarán a través de los colegios profesionales de aparejadores y arquitectos

Rehabilitación de edificios, en Barcelona

Rehabilitación de edificios, en Barcelona

Natàlia Farré

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Los edificios, sean públicos o privados, escuelas, hospitales o viviendas, todos, suman el 40% del consumo energético de la Unión Europea y están, además, entre los principales emisores de dióxido de carbono. En España, más del 50% de los inmuebles se construyeron antes de 1980, cuando no existía ninguna normativa sobre aislamiento y eficiencia energética para las nuevas edificaciones. En Catalunya, del poco más del millón de viviendas que cuentan con certificación energética, 235.000 están calificadas con la letra G, 130.000 con la letra F y 549.000 con la letra E, las calificaciones más bajas a la hora de valorar la eficiencia en función de su gasto energético. Con estos datos, el Gobierno ha decidido destinar parte de los fondos Next Generation de la Unión Europea que le tocan a España a la rehabilitación de viviendas para reducir el consumo energético. 

Entre 2022 y 2026

De ello se encarga el Plan de Rehabilitación y Regeneración Urbana con una dotación de 6.820 millones, de los cuales a Catalunya le tocan, en el periodo 2022-2026, más de mil. De estos, 480 se tienen que emplear en mejorar barrios (170 millones), viviendas (54 millones) y edificios residenciales (246 millones); y este lunes se ha abierto el periodo para optar a la subvención. Del primer paquete se ocupan directamente los ayuntamientos y del segundo, los particulares que quieran mejorar los cerramientos y que deberán dirigirse a las oficinas locales de vivienda. La subvención en este caso es del 40% con un tope de 3.000 siempre que la obra iguale o supero los mil euros. 

Impulso profesional

Para la rehabilitación de edificios, las comunidades de vecinos deben dirigirse a los colegios profesionales de aparejadores, arquitectos o administradores de fincas, que son los encargados de gestionar el proceso y de hacer de mediadores con la Generalitat. Para ello, y también para informar, el Consell de Col·legis d’aparelladors, arquitectes tècnics i enginyers d’edificació de Catalunya ha abierto 11 Oficinas Técnicas de Rehabilitación (OTR) repartidas por todo el territorio. 

Subvención del 40%

Para optar a una subvención del 40% de las obras -con un tope de 6.300 euros por vivienda del inmueble-, la UE exige que se consiga un 30% de ahorro energético en el edificio. “Si somos capaces de reducir más, el 60 o el 80%, podremos obtener más subvención, pero esto es muy teórico, se tendría que invertir demasiado y la subvención quizá no saldría a cuenta”, afirma Celestí Ventura, presidente del Col·legi d’Aparelladors de Barcelona. Por eso desde el sector se apuesta por los edificios en peor estado, los que tienen la calificación energética más baja, los que por su “tipología y condiciones” permiten conseguir una mejora del 30% con menos inversión: “Entre 27.000 y 35.000 viviendas, dependerá del importe de las obras, si es bajo abarcará más”, sostiene Ventura. 

Qué hacer y cómo

Las intervenciones más comunes para reducir el dispendio de energía (y la factura) se centran en el aislamiento térmico de fachadas, cubiertas y patios; el cambio de los cerramientos e interviniendo en las instalaciones. Para saber qué hay que hacer y cómo es necesario presentar el Libro del edificio, que es la suma del Informe Técnico del Edificio (ITE), el certificado energético y el proyecto de intervención. Un proceso que la UE financia al 100%. “Esto permite tener una radiografía del estado del inmueble y las posibles obras para mejorarlo sin que suponga un gasto económico para los vecinos”, señala Ventura. A decir que solo el 50% de los edificios que por ley tienen que pasar la ITE lo hacen y de este 50%, solo el 30% acometen las obras que deberían según la normativa. 

Plazo de presentación

Con toda la información en la mano ya se podrá optar a la subvención, que aprobará o denegará la Generalitat y cuyo plazo de presentación finaliza en diciembre de 2023. Otro plazo importante es el de la finalización de las obras, junio de 2026, fecha también de la llegada de la subvención. Esto significa que las mejoras deberán pagarse antes de que llegue la ayuda y que esta solo será del 40%, pero para permitir un desembolso que no menoscabe en exceso las economías familiares, el Departament d’Economia ha llegado a un acuerdo con algunos bancos para lanzar una línea de créditos cuyo interés no supere el 5,25% y que, además, tienen periodo de carencia. “Todo se paga con el crédito. Cuando acaban las obras llega la subvención se amortiza el 40% del préstamo y se empieza a pagar la amortización del 60% restante. De hecho, los vecinos empezarán a pagar cuando ya estén ahorrando energía”, defiende Ventura.  

Ejemplo práctico

Según el ejemplo que pone el Col·legi d’Aparelladors, unas obras de 180.000 euros en una comunidad de 12 vecinos que haya pedido un crédito al 5% de interés a pagar en 10 años y cuya factura de la luz era 82,5 euros mensuales suponen una cuota de 90 euros al mes, que en realidad tiene un coste real de 70 euros porque el ahorro energético sería 20 euros al mes. 

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