El conflicto entre profesores y Educació entra en una semana clave

El conflicto abierto entre la comunidad educativa y el Departament d’Educació a raíz de las últimas decisiones del ‘conseller’, Josep Gonzàlez-Cambray, entra en una semana clave. En función de cómo evolucionen las negociaciones entre el comité de huelga y la ‘conselleria’, que se retoman este lunes con la mediación del Departament de Treball, el conflicto puede dar paso o bien a una etapa de paz en la que los profesores se puedan dedicar a lo suyo, a enseñar, y Cambray pueda dejar de estar en el ojo del huracán, o enquistarse y dar paso a nuevas protestas.

De momento, los sindicatos mantienen las huelgas convocadas para este martes y miércoles 29 y 30 de marzo. Y ya han advertido de que si Educació no atiende sus demandas, habrá nuevos paros más allá del 30 de marzo. Un escenario que nadie desea, ni los propios sindicatos, dado que con las de esta semana los docentes ya sumarán seis convocatorias de paro, contando la del 23-M en defensa del modelo de inmersión lingüística. 

Educació y sindicatos mantienen la discreción sobre el diálogo para no perjudicar los avances. Fuentes sindicales han admitido que ha habido “desbloqueo” en ciertos aspectos pero que las propuestas sobre la mesa son “insuficientes”. Mientras que Dolors Colell, directora general de Profesorado y quien lidera la negociación por parte delDepartament, señalaba que “las propuestas requieren tiempo” y que el diálogo seguirá “los días que haga falta”.

El calendario y los currículos

A nadie se le escapa que hay dos escollos especialmente peliagudos. El primero es el nuevo calendario escolar. No es el motivo de la huelga, pero sí lo que acabó de hacer explotar el cansancio de los profesores y el malestar por las maneras en que Cambray lo dio a conocer, presentándolo a la prensa antes de a la propia comunidad educativa. 

Los sindicatos piden una moratoria de un año para debatirlo y pactarlo, pero Cambray ha dicho en varias ocasiones que no tiene intención de aplazarlo. 

Un segundo escollo son los nuevos currículos escolares, rechazados por los sindicatos porque no han podido debatirlos con tiempo. Una postura que no parece que vaya a llevar a ningún sitio dado que es la Lomloe la que marca su entrada en vigor. Ante las quejas de los profesores por la falta de tiempo para implementarlos, Cambray ya ha ofrecido a los centros la posibilidad de que no los apliquen en septiembre, sino que dispongan de un margen de un año. 

Recuperar el horario lectivo

Otro frente, nada menor, es el de la reversión de los recortes en educación y la mejora de las condiciones laborales de los docentes. Uno de los puntos “irrenunciable” para el comité de huelga es volver al horario lectivo de 23 horas en primaria y 18 horas en secundaria.

Estabilizar las plantillas y eliminar los tercios de jornada son otras de las demandas. A esto último ya se ha comprometido el Departament, que anunció que este tipo de jornadas se convertirían en medias jornadas a partir d e septiembre. Pero los sindicatos desconfían. 

Las huelgas de esta semana se auguran importantes dado que se han sumado estudiantes y familias. El Sindicato de Estudiantes (SE) ha llamado a los jóvenes a salir a la calle en apoyo de los profesores. Las familias de la etapa 0-3 también se movilizarán para reclamar mejores condiciones para esta franja educativa. Y las familias de niños con necesidades especiales se manifestarán el día 30 para exigir el despliegue del decreto de escuela inclusiva.