Relajación de las restricciones

Los expertos empiezan a respaldar el fin de las mascarillas en interiores

Un epidemiólogo pone fecha al fin de la mascarilla en interiores

Así se originó la pandemia de covid

El presidente de los infectólogos de España cree que los indicadores epidemiológicos "ya no tienen que estar en la cabecera de mandos de la infección" porque ahora es leve

Una profesora y alumnos con mascarillas en un colegio de Ourense.

Una profesora y alumnos con mascarillas en un colegio de Ourense. / Iñaki Osorio

Patricia Martín
Beatriz Pérez
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Los expertos empiezan a respaldar retirar ya la mascarilla de los interiores porque el covid-19 se ha convertido, mayoritariamente, en una enfermedad leve. "Es adecuado hacerlo pero con precisiones: es prioritario quitarlas en colegios, donde las infecciones son leves o asintomáticas, y en interiores donde haya adultos sanos. Pero es imprescindible mantenerlas en personas vulnerables", apunta José Manuel Cisneros, el presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

La Seimc reclama mantener el tapabocas en hospitales, centros sociosanitarios o residencias de ancianos, allí donde hay personas en las que la protección de la vacuna es menor y pueden enfermedad gravemente. "La mascarilla ha sido un beneficio en salud pública extraordinario que han traído las medidas anticovid y se debe mantener", añade Cisneros. Junto a él, epidemiólogos como Antoni Trilla, Jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic, o infectólogos como Benito Almirante, Jefe de Enfermedades Infecciosas de Vall d'Hebron, también creen que es el momento de retirar la mascarilla de los interiores. Trilla respalda la propuesta de Catalunya: retirar la mascarilla de interiores después de que se haya retirado de todas las aulas.

Sin embargo, la medida es rechazada por el presidente de los inmunólogos, Marcos López Hoyos, quien en una entrevista con Efe señalo el pasado día 9 que, con una incidencia de en torno a por 400 casos por 100.000 habitantes, es "prematuro" prescindir de la prenda de protección.

El icono pandémico

Sea como fuera, España ha entrado en la cuenta atrás para que el cubrebocas, la prenda más icónica de la pandemia, sea desterrada para siempre o al menos deje de ser usada en ciertos interiores y por algunos colectivos. El reloj se puso en marcha cuando el 21 de febrero Pedro Sánchez, apenas 11 días después de que la protección dejara de ser obligatoria en exteriores, anunció que "más pronto que tarde" el cubrebocas tampoco sería necesario en interiores. Una promesa que reiteró el pasado fin de semana en el comité federal del PSOE.

No obstante, el martes en una conversación informal con periodistas durante el vuelo a Letonia señaló que aún hay que estar pendiente de la evolución de la curva dado el repunte que han experimentado algunas comunidades. Asimismo, manifestó que falta saber si la ponencia de alertas, que reúne a los expertos, aconseja que se retire primero en los colegios, como han pedido los pediatras, o reclama que se haga de forma más genérica, informa Juanma Romero.

La fecha, a tenor de estas declaraciones, parece que aún no está clara. Pese a ello, la Comunidad de Madrid ha pedido este jueves, en la reunión que han celebrado el Ministerio de Sanidad y las comunidades en Zaragoza, que se supriman ya las mascarillas en interiores salvo en residencias, hospitales y el transporte. Pero la discusión sobre esta medida no estaba en el orden del día, destinado monográficamente al sistema de vigilancia, y el Ministerio de Sanidad ha emplazado a Madrid a hablar de este asunto la próxima semana.

Darias ha señalado que entiende que hay "interés" en saber "cuándo" se va a prescindir de las mascarillas pero "tan importante como el cuándo es el cómo", es decir, en qué ámbitos se retirará y aún los técnicos y las autoridades deben dar una respuesta consensuada a ambos interrogantes.

Semana Santa

El problema es que el primer anuncio de Sánchez sobre la posibilidad de relajar el uso de la mascarilla se efectuó cuando la incidencia caía en picado, pero ahora el descenso se ha frenado y ha habido un pequeño repunte en algunas comunidades, lo que coincide con una progresiva extensión de la subvariante BA.2, la llamada ómicron sigilosa, que es más transmisible y ya copa el 30% de los contagios en Catalunya o Madrid.

Por ello, algunos epidemiólogos opinan en que se debe esperar a que España esté por debajo de 50 casos por 100.000 habitantes, algo que podría suceder en torno a Semana Santa, si continúa la bajada de la incidencia. En otros países, por contra, no se va a esperar tanto y en Francia dejará de ser obligatoria en las empresas el 14 de marzo, fecha icónica que coincide con el segundo aniversario del inicio del confinamiento en España.

Sin embargo, Cisneros, desde la Seimc, opina que los indicadores epidemiológicos (Rt, incidencia, positividad...) "ya no tienen que estar en la cabecera de mandos de la infección" porque el covid-19 ya no es la misma enfermedad que antes. "Sigue habiendo contagios, pero es importante que lo tratemos como lo que es ahora: mocos. No tienen sentido las cuarentenas, que generan ausencias laborales y aislamiento psicológico", dice.

Trilla, por ejemplo, cree que la mascarilla debería mantenerse en el interior las tiendas y en las aglomeraciones, pero cree que debería ser una recomendación y no una imposición. "En el transporte debería seguir mantenerse", precisa. Para Almirante, la retirada de los cubrebocas en el interior de los locales es una medida que tenía que plantearse "un día u otro" y ahora "es el momento apropiado". "Reino Unido, Francia, el norte de Europa... han tomado esta medida y no han tenido problemas", dice este infectólogo de Vall d'Hebron.

Sin consenso

Madrid es la única autonomía que se ha mostrado abiertamente a favor de la retirada en interiores, aunque en las últimas horas Andalucía se ha abierto a una retirada gradual. Por el contrario, País Vasco ha pedido que aún se mantenga porque algunos expertos consideran que "todavía es pronto para el relajamiento de todas las medidas preventivas". Y el resto de comunidades no ha expresado una posición clara, apelando al "consenso" y a la necesidad de que la decisión se acuerde en los órganos técnicos. Catalunya se ha alineado con los pediatras y ha reclamado que primero se retiren las mascarillas en las aulas (incluso pidieron que fuera a partir del 28 de febrero) y luego, de forma progresiva, en otros espacios.

La siguiente cita importante entre el Gobierno y las autonomías es la Conferencia de Presidentes del próximo domingo en La Palma, donde el presidente podría hacer algún anuncio relacionado con la mascarilla, dado que ha sido él el que ha protagonizado los avisos a este respecto y la modificación del real decreto es competencia del Gobierno. De hecho, el fin de la obligatoriedad en exteriores fue comunicado de forma unilateral por Sanidad, pero en este caso por la ministra Carolina Darias.

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