Instituto Maragall: la expresión artística de la huelga de maestros

Durante las batallas laborales es habitual que los carteles y pancartas de los sindicatos ridiculicen a la parte contraria. En el caso de la huelga en la educación, el 'conseller' Josep González Cambray es un Pinocho en manos del 'president' Geppetto Aragonès, o una versión 'nostrada' del gato cósmico Doraemon (Cambraemon, en este caso...). Pero estamos ante un gremio al que hay que reconocerle creatividad, ingenio, buenas ideas. Y en todo eso, uno de los que suele despuntar es el Instituto Maragall de Barcelona, situado en la pacífica esquina de Enric Granados con Provença, que a la hora de la manifestación de profes a mediodía del martes era un Vietnam de coches y motos tratando de encontrar una calle para cruzar la Diagonal. Las paredes de este centro educativo son de pizarra, y este martes han aparecido con un lienzo-resumen de lo que, según los profesores, acontece y adolece en la enseñanza catalana. En la guerra por ganar el relato, el arte, más que el descaro, siempre es buena compañía.

Institut Maragall: La huelga educativa, convertida en arte.

Este diario ya les contó el año pasado la historia de esta pared. De cómo el profesor Pepon Negre se presentó un buen día en el despacho de la directora, Judith Fuguet, y le pidió permiso para usar el exterior del edificio y así completar el aprendizaje del aula. Fue un sí a todo, y desde entonces han pintado cómics de Tintin (que despertaron el interés de la fundación que gestiona el fondo Hergé en Bruselas), han repasado Roma, Egipto, el arte de Van Gogh, Picasso, Tàpies. También el año pasado asombraron al vecindario con su homenaje a David Bowie en el quinto aniversario de la muerte del cantante británico. Pepon, licenciado en Bellas Artes y jubilado desde el pasado diciembre, solía pincelar los perfiles, pero el grueso de la obra, una maravilla, era mérito de los alumnos.

Los profesores piden la mediación de Aragonès tras una manifestación "histórica"

Referentes artísticos

En este caso, porque la educación va de formar pero no de imprimir clichés laborales, ha sido el profesorado el que se ha arremangado para convertir sus reivindicaciones en una expresión plástica. Solo la pared de Provença, porque la que hace esquina con Enric Granados está dedicada a la Edad Media y lleva el sello de los estudiantes de primero de bachillerato. Ahí pueden contemplarse el patio de los leones de la Alhambra de Granada, Sant Climent de Taüll, el Beato de Liébana, un rosetón gótico, el conjunto escultórico de la Anunciación de la catedral de Reims o el inquietante retrato que Jan van Eyck realizó del matrimonio Arnolfini, con esa joven dama que parece pedir a gritos salir del cuadro.

La ladera que respalda la huelga marida las referencias artísticas con el listado de carencias que, según los maestros, deben resolverse en Catalunya en materia de enseñanza. La maternidad de la obra debe atribuirse a todo el claustro, pero la dirección artística ha corrido a cargo de Ane Ceballos, la nueva 'alcaldesa' de la pared en ausencia de Pepon. La idea inicial, cuenta esta maestra de Fundamentos de las Artes y de Dibujo Artístico, la tuvo otro profesor, Ramon Ballester, que también está en la rama artística de bachillerato. A partir de ahí, Ane fue eligiendo las obras y asignando los mensajes. "Ha participado buena parte de los profes y la verdad es que muchos tenían muchas ganas porque siempre veían a los niños dibujando y se morían de ganas de hacerlo", explica.

Picasso llora las leyes

Los dinámicos personajes de Keith Haring les sirven para advertir sobre las "materias en peligro de extinción", es decir, Filosofía, Tecnología y Fundamentos de las Artes. 'La mujer que llora' de Picasso se lamenta desconsolada ante la larga lista de leyes de educación aprobadas en España desde 1990. Un total de seis, y claro, cuando parece que los maestros se han adaptado a un sistema, un cambio de color político le da la vuelta al calcetín. De ahí las lágrimas. Y de ahí, también, la movilización.

Los profesores del Maragall también han dibujado con tizas la pipa de René Magritte con la que el pintor belga invitaba a cuestionarse la realidad, el lenguaje. No todo es lo que parece. Tampoco la educación. Le sigue la que quizás sea la pintura más previsible en esta exposición de arte callejero: 'El grito' de Edvar Munch. Porque eso, gritar, es lo que han hecho precisamente los maestros este martes por las calles de Barcelona, en romería hasta la sede de Educació, en la Via Augusta, donde los Mossos custodiaban el edificio. El atormentado personaje de esta obra de finales del siglo XIX es la viva imagen del propio artista noruego. Pero aquí, en la versión que se exhibe en el Eixample, su pesadumbre tiene un origen bien distinto, tal y como puede leerse en el muro: "Ratios inasumibles, plantillas inestables, falta de personal, 10 años de recortes, no es por las vacaciones, sino por las carencias, y escuela inclusiva sin recursos". Pero dicho a gritos.

¿Inclusiva para cuándo?

Sobre esto último pueden preguntarle a Noemí Font, profesora y madre de una niña con espina bífida que lleva cinco años reivindicando el despliegue de la ley de educación inclusiva que asegure que todos los chavales, con independencia de que tengan o no algún tipo de discapacidad, puedan desarrollar su etapa escolar con todas las garantías y medios. Por el momento, tal y como relató El Periódico meses atrás, eso todavía no es así. En conversación con este diario, Noemí, impulsora de las carreras infantiles adaptadas, lamenta que no se mueva nada y que Educació "no se dé cuenta de la importancia y urgencia de desplegar la ley". Avanza que tienen en mente ·"algo grande", un "acto reivindicativo que ponga en evidencia lo vergonzoso que es para el Govern no atender como debería a todos estos niños y niñas".

Faltan otras tres obras por comentar. Primero, la Marianne de Delacroix en 'La libertad guiando al pueblo', personaje que viene ya licenciado en materia de reivindicaciones contemporáneas gracias a su papel principal en la canción 'Ay mamá' de Rigoberta Bandini, temazo que ya fue himno del 8M. "Fue el primer personaje que tuve claro, los otros fueron saliendo", comparte Ane. Segundo, 'La creación de Adán' de Miguel Ángel, que aquí une las manos de "familias y docentes en defensa de la educación pública". Por último, el que propuso Ramon: Aleksandr Radchenko, el artista bolchevique que revolucionó la fotografía. Su retrato de Lili Brik gritando '¡Libros!' con la mano en la boca en forma de altavoz vocea un estruendoso "¡Huelga!" en la versión del Maragall, con el complemento de "la educación no se improvisa". La exposición, por cierto, podrá verse hasta que la lluvia, algún desaprensivo o un nuevo proyecto artístico de bachillerato en el instituto lo permita. Y es gratis.

Suscríbete para seguir leyendo