Lazo del Día de la Mujer: color, significado y origen de este símbolo del 8M

Hoy en día resulta imposible ver un lazo lila y no pensar en la lucha por los derechos y la igualdad de las mujeres. Tras muchas huelgas, reivindicaciones y heroínas que se han dejado la piel para mejorar la situación de todas, el lazo lila se ha consolidado como símbolo de la lucha feminista. 

Lejos queda aquel 2003 en el que, por primera vez, el Ayuntamiento de Barcelona colgó en su balcón de la plaza de Sant Jaume el característico lazo. Entonces la gente se deshacía en confusiones: ¿qué significa? ¿es en recuerdo al recién fallecido Copito de Nieve? Así lo recuerda Carme Vidal, quien en aquel momento trabajaba en la concejalía de mujeres y derechos civiles y actualmente es técnica de planificación de la asociación Tamaia de mujeres contra la violencia familiar. Y es que hace 17 años la inmensa mayoría de la población desconocía que se pretendía reivindicar con un lazo de ese color. Ahora pocos lo ignoran, aunque muchos desconozcan de dónde procede. 

Los orígenes

Ya en 1908, el lila fue adoptado por las sufragistas inglesas juntamente con el color blanco (que simbolizaba la pureza de su lucha) y el verde (que transmitía la esperanza de ver cumplidas sus reivindicaciones). La elección del lila se inspiraba en la nobleza inglesa. Más adelante, en la década de 1960, las mujeres socialistas alzaron la voz y exigieron iguales derechos y oportunidades que los hombres y, para ello, escogieron el lila como símbolo del movimiento feminista.

Siguiendo con el ejemplo, las sufragistas norteamericanas también hicieron suyo ese color, e incluso lo utilizaron para el uniforme que lucieron en la marcha realizada en 1978 en Washington a favor de la aprobación de la Enmienda por la Igualdad de Derechos. 

Una versión más poética

Otra versión del origen del lazo lila, un poco más poética, es que el lazo y su color representan a aquellas mujeres de principios del siglo XX que murieron quemadas en la fábrica textil Cotton New York donde trabajaban en un incendio provocado por el dueño de la compañía. Eran 129 mujeres costureras que se habían declarado en huelga y se vieron atrapadas por el fuego. La leyenda dice que el humo que salía de la fábrica en llamas era de color lila -por las telas con las que trabajaban- y que podía apreciarse desde kilómetros de distancia.

En 1975, la ONU declaró el 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres. Entonces, con todo lo que había representado el lazo lila a lo largo de la historia feminista, se acogió como símbolo de las mujeres y de su lucha diaria para conseguir lo que les pertenece. 

Herramienta de visibilización

Además de ser un símbolo inconfundible, la mayoría de los ciudadanos son consciente de la importancia del lazo lila. "Es muy necesario. No deja de ser una herramienta de visibilización de la situación de las mujeres, de reivindicar el feminismo", comenta Andrea Caba, una estudiante en la puerta de su facultad. "Los hombres aún tenemos tratos de favor y se han de acabar", sostiene Roger Martí. "Llevarlo y que la gente lo vea demuestra que sigue existiendo una situación de desigualdad y que tenemos que luchar para que desaparezca", agrega este joven. 

Otro estudiante, Miquel Muñoz, defiende que "el lazo es necesario en la actualidad. Es un símbolo, y como tal tiene la función de juntar a aquellas personas con un sentido identitario y  una ideología similar". En su opinión, sin embargo, a la larga debería dejar de existir, ya que eso supondría "que el feminismo dejaría de ser una lucha para convertirse en una realidad". 

A pesar de la importancia del lazo, hay gente que piensa que se está desaprovechando su fuerza. Así lo manifiesta Andrea Caba: "Tenemos que ir más allá, no mostrarlo solo una vez al año, que es lo que hace la mayoría de la gente: se lo pone en la chaqueta o bolso, aparece en la televisión o se lo pone un día como foto de perfil de whatsapp. El lazo se tendría que reivindicar todos los días del año".