¿Qué hacen los profesores cuando acaba el colegio en junio?

Los profesores de infantil, primaria y secundaria están llamados a la huelga los próximos días 15,16,17, 29 y 30 de marzo en protesta por las políticas del 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray. El detonante, la gota que ha colmado la paciencia de un sector al que la pandemia ha dejado exhausto, ha sido el nuevo calendario escolar para el curso 2022-23, que Educació anunció sin previa consulta a la comunidad educativa. Un calendario que supondrá avanzar el inicio del curso al 5 de septiembre en primaria, y al 7 en secundaria.

Los docentes han advertido de que el cambio les deja sin tiempo para preparar el curso. Hasta ahora tenían los 10 primeros días de septiembre para esa tarea. Un curso el próximo que, además, es el del despliegue de los nuevos currículums competenciales. Pero desde algunos sectores se ha querido trasladar la idea de que lo que preocupa a los maestros es que les toquen las vacaciones. Ellos se apresuran a recordar que el 1 de septiembre ya están trabajando, por tanto, no es que pierdan días de vacaciones, sino que ese mes tendrán menos días para preparar las clases. "Esa idea de que tenemos muchas vacaciones o de que solo pensamos en eso es fruto del desconocimiento", señala Lorena Martínez, responsable de educación pública de UGT.

El recurrente y un tanto malicioso debate de las vacaciones de los maestros. En el imaginario del ciudadano de a pie, los profesionales de la educación se pasan el verano al sol, como cualquiera de sus alumnos. ¿Qué hacen realmente los profesores una vez acaba el curso en junio? ¿Cuántos días tienen de vacaciones? Pues los 31 días del mes de agosto, ni más ni menos. Las direcciones de los centros, incluso menos, puesto que regresan a sus puestos la última semana de agosto.

Julio, el mes de la formación

¿Y junio y julio? Por partes. Los últimos días de junio, desde que los niños empiezan sus vacaciones estivales, los profesores --en su horario habitual del curso-- los dedican a acabar de cerrar el curso. Eso incluye acabar de elaborar los informes/notas de los alumnos para entregarlas a las familias en la que será la última entrevista del curso, elaborar la memoria del curso del grupo clase, reuniones de ciclo y de claustro, reuniones con entidades externas con las que el centro colabora en proyectos para hacer balance y propuestas de mejora, recogida de materiales y del aula. A veces también se aprovechan estos días --aunque hay quien lo deja para septiembre-- para preparar la programación de materias para el curso siguiente, para hacer el traspaso de información del alumnado, uno a uno, al tutor del próximo curso y para preparar las salidas y colonias.

Julio es el mes que el profesorado tiene marcado para hacer formación. Esa formación puede ser presencial en el mismo centro educativo o en algún otro lugar o puede ser on-line. El profesor elige esa formación en función de sus intereses y necesidades. "El Departament d'Educació ofrece cursos o seminarios pero si tú tienes interés en algo concreto, te lo buscas tú y te lo pagas tú", explica Teresa Esperabé, secretaria general de educación de CCOO.

Los cursos de formación tienen una duración de 60, 90 o 100 horas, en función del tema. Los profesores se forman en idiomas, en didáctica y pedagogía, en psicología y gestión de emocione, en técnicas de enseñanza de materias, en uso de nuevas tecnologías o en aspectos culturales si pertenecen a un centro de alta complejidad. Este verano, para atender a los proyectos de Educació, a buen seguro destacarán las formaciones en educación competencial o de catalán para obtener el nivel C2 que será obligatorio a partir de 2024. "Siempre nos queremos formar y actualizar", subraya Esperabé. Educació cifra en un 10% el profesorado que hace formación en julio, una cifra que "no es creíble" para UGT, que la eleva a un 60%. "Los cursos de verano de UGT están siempre llenos. El profesorado tiene interiorizada la formación, ya saben que tienen el mes de julio para eso, porque durante el curso es complicado", explica Martínez, que denuncia que Educació ofrece "un número muy escaso de plazas de formación".

"Horas de trabajo"

La última semana de agosto vuelven al trabajo las direcciones de los centros. Son equipos amplios, de 7 u 8 personas que se encargan de organizar los grupos, los horarios, gestionar las plantillas, el comedor, las extraescolares. "El volumen de trabajo es brutal", cuenta Esperabé.

Cuando a 1 de septiembre se incorpora ya todo el profesorado, tienen por delante jornadas de reuniones de ciclo, de departamento y de claustro para preparar el curso. "Hay mucho trabajo de coordinación", apunta Esperabé. "También de cohesión de grupo del equipo docente. En la pública, más del 50% de la plantilla es nueva. Tienen que conocer el proyecto de centro. Son horas", añade la dirigente de CCOO.

Con el nuevo calendario, los profesores se quedarán sin esos días de septiembre. Les quedará una hora diaria al final de su jornada durante el mes de septiembre. Educació les garantiza que las plantillas estarán nombradas un mes antes de lo habitual y que en julio podrán empezar a preparar el curso. "En julio no se podrá hacer todo. Es imposible", opina Esperabé, que señala que habrá cosas que no se podrán hacer ese mes porque aún no estarán los grupos formados.

Educació no ha detallado todavía qué directrices dará a los centros cara al mes de julio. Pero las direcciones han empezado a enviar correos electrónicos a sus profesores avisándoles de que tendrán que dedicar horas de julio a preparar el curso. Eso repercutirá en la formación. "Mucha gente dejará de hacer formación", augura Martínez.

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