Catalunya declara la prealerta por sequía en el Ter-Llobregat

Con uno de los inviernos más secos de los últimos tiempos aún en marcha, una previsión de lluvias y de deshielo escasos y unas reservas de agua en los embalses cada vez más menguantes, la Agència Catalunya de l'Aigua (ACA) ha declarado este lunes la prealerta en el sistema que forman los ríos Ter y Llobregat, donde los pantanos se encuentran actualmente en el 56% de su capacidad. Algunos de ellos, como el de Sau ha bajado sus niveles hasta poco más del 40%, según los datos actualizados este lunes por la propia ACA. En el área concreta de los ríos Fluvià y Muga, ambos en Girona, se mantiene el estado de alerta, lo que afecta a 22 municipios del Alt Empordà.

El plan de sequía de Catalunya establece que, por encima de los niveles de 'prealerta' y 'alerta', se encuentran el de 'excepcionalidad' y el de 'emergencia'. En este contexto, desde hace ya semanas la desalinizadora de La Tordera, situada en la zona que se halla en situación más crítica, ha incrementado su ritmo de producción (hasta el 85%) para ralentizar, en la medida de lo posible, el descenso de reservas.

Este escenario de prealerta, ha informado la ACA, no comporta por el momento ningún tipo de restricción pero incrementa el uso de recursos no convencionales, es decir el agua reciclada o las ya mencionadas desalinizadoras, así como la preparación con los entes locales y entidades de abastecimiento de agua de los planes de emergencia.

Desde principios de febrero, cuando las reservas de los embalses del Llobregat y del Ter se situaron por debajo del 60%, se empezaron ya a activar de forma automática medidas con el objetivo de reducir el ritmo de descenso de los embalses, incrementando la producción de las desalinizadoras, que antes de llegar al umbral de prealerta funcionaban a poco más del 30%.

22 municipios del Alt Empordà, con restricciones por sequía

Situación crítica en el Empordà

Donde sí se han empezado a adoptar medidas más contundentes es el Alt Empordà, que arrastra una situación crítica desde el otoño pasado. En todos los municipios de esa comarca, el consumo global de agua para abastecimiento urbano se ha fijado en un máximo, por ahora, de 250 litros por habitante y día. Y se ha pedido a los vecinos que restrinjan en el riego de jardines y zonas verdes, se ha dictado también una prohibición para que no se llenen piscinas o fuentes ornamentales y se ha solicitado a los ayuntamientos que procedan a la limpieza de las zonas urbanas con aguas residuales debidamente tratadas. Una vez aplicadas las limitaciones, los consistorios que presenten dotaciones en alta superiores, tendrán que tomar medidas adicionales para garantizar que no se supera este umbral.

Mientras tanto, siguen empeorando los indicadores de sequía pluviométrica, es decir la información relativa únicamente a la lluvia caída en los últimos 12 meses respecto a los valores normales, y cuatro de las 18 estaciones medidoras en Catalunya se sitúan esta semana en estado de sequía pluviométrica severa y 10 incrementan su nivel de sequía pluviométrica a extrema a raíz de la falta de lluvias de los últimos meses.