Novedades del curso 2022/23 en Catalunya

El nuevo currículum de secundaria impulsa la Formación Profesional básica

El Ciclo Formativo de Grado Básico va dirigido a alumnos de 15 o 16 años y requerirá la recomendación del equipo docente de la ESO

Catalunya tenía esta oferta, prevista en la 'ley Wert', muy limitada y ahora la universaliza

Alumnos de Animación 3D en Realidad VIrtual y Realidad Aumentada, en el Institut Tecnològic de Barcelona.

Alumnos de Animación 3D en Realidad VIrtual y Realidad Aumentada, en el Institut Tecnològic de Barcelona. / Zowy Voeten

Montse Baraza

Montse Baraza

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El nuevo currículum del Departament d'Educació para la educación básica --que incluye primaria y secundaria-- dará un impulso a la Formación Profesional Básica, una formación que fue uno de los elementos estrella de la Lomce o 'ley Wert' pero que Catalunya, con Irene Rigau al frente de la 'conselleria', se resistió a aplicar argumentando que los fondos aportados por el Estado eran insuficientes. A partir del próximo curso 2022/23, los llamados Ciclos Formativos de Grado Básico estarán disponible para aquellos alumnos de 15 y 16 años que tengan dificultades para seguir los estudios de ESO pero que, en cambio, estén "especialmente motivados por los aprendizajes profesionales y que presenten más posibilidades de aprendizaje y de obtención de las competencias de la ESO en un entorno vinculado al mundo profesional", según recoge el artículo del borrador.

Para acceder a este ciclo habrá que cumplir simultáneamente 3 requisitos: tener 15 años cumplidos o cumplirlos en el año natural en el que se accede al ciclo, haber cursado 3º de ESO, aunque excepcionalmente se puede acceder tras cursar 2º. Y haber recibido, en el consejo orientador, una recomendación por parte del equipo docente de la ESO.

De este modo, estos jóvenes, en lugar de cursar 3º y/o 4º de ESO podrán incorporarse a los Ciclos Formativos de Grado Básico. En estos estudios deberán obtener una serie de competencias básicas de lenguas, matemáticas, biología, física y química y de tecnología y otras competencias de ámbito profesional. Al superar los dos cursos de esta formación, obtendrían el título de la ESO y un título de técnico básico en la especialidad correspondiente, según recoge el borrador del currículum. A partir de ahí, podrían seguir estudiando un ciclo de FP de Grado Medio, o bien pasar a Bachillerato o incorporarse al mercado laboral.

Opción universalizada

Hasta ahora, y para cumplir con lo marcado por la Lomce, Catalunya ya tenía disponible esta opción pero limitada a una por Servicio Territorial d'Educació. Esta vía educativa también estaba disponible si en el municipio del alumno existía un convenio entre el centro educativo, el ayuntamiento y la empresa. El nuevo currículum universaliza y extiende esta vía formativa que ya funciona en el resto de España.

Catalunya también tiene vigente los Programas de Formación e Inserción (PFI), pero están dirigidos a jóvenes mayores de 16 años y son solo de un curso académico. El Ciclo Formativo de Grado Básico que se generaliza ahora se dirige a esos jóvenes de 15 y 16 años, aún en el instituto, que hasta ahora corrían el riesgo de abandonar sus estudios prematuramente, sin siquiera obtener el título de ESO.

"Un acierto"

Jesús Martín, responsable de FP del sindicato UGT, valora muy positivamente el impulso que Educació da ahora a la FP Básica. "Es un acierto porque da salida a jóvenes de 15 y 16 años. Se evita que queden en vía muerta y se posibilita que sigan estudiando", apunta. "Lo que no se ajustaba era lo que hizo Rigau de no desplegarla", añade.

Martín subraya, además, que "toda FP de calidad empieza en la FP Básica. Se enseña a los alumnos competencias profesionales y se ayuda al sistema a formar profesionales y vocaciones. Igual les faltará alguna asignatura, pero adquieren competencias profesionales demostrables y eso se debe valorar", reflexiona.

Una cuestión abierta es qué centros se sumarán a impartir este ciclo formativo. Con toda probabilidad serán aquellos que ya impartan FP o PFI. Advierte Martín, de que "ha de haber oferta suficiente, tanto de plazas como de especialidades", y recursos económicos y humanos.

Otro interrogante es si los centros educativos que solo cuenten con ESO y/o Bachillerato, plantearán esta opción a las familias. Aquí será clave el orientador de los centros.

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