La primera noche sin toque de queda acaba con 250 desalojados en Barcelona

Corrió como la pólvora a través de las redes sociales: una gran quedada en la plaza de la Virreina para celebrar el fin del toque de queda en Barcelona. La presencia de furgones policiales obligó a las asistentes a moverse hasta la plaza del Nord. La policía acabó desalojándolos sobre la 1.45 de la madrugada del sábado. Eran más de 200 personas haciendo botellón, la mayoría sin mascarilla. Algunos jóvenes acabaron la noche lanzando botellas y tirando contenedores.

Las incidencias de la primera noche sin toque de queda desde Nochebuena se quedaron ahí. "Muy tranquila" y sin incidencias destacables, la resumió el primer balance de Mossos d'Esquadra y Guàrdia Urbana de Barcelona. No constan desalojos, ni personas identificadas o denunciadas. La presencia policial en varios espacios, como el barrio de Gràcia o el paseo del Born, impidió que se expandieran los botellones masivos. Además, el ambiente frío, con 4,4ºC de mínima en la estación meteorológica situada en el Zoo, también despejó las playas de Barcelona, a diferencia del verano, cuando se llegaron a desalojar cerca de 5.000 personas.

En total, se desalojaron entre 250 y 300 personas en siete puntos distintos de Barcelona, detalló el comisario jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, quien habló de una noche "muy tranquila" en general.  Sin embargo, Estela reconoció que tener el ocio nocturno cerrado y no haber confinamiento nocturno es "una de las peores combinaciones", puesto que favorece que la gente joven esté en la calle, cuando todavía existe la limitación a 10 personas en los encuentros sociales. De hecho, el primer teniente de alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, insistió en reclamar que el levantamiento del toque de queda vaya acompañado de la reapertura del ocio nocturno. "Si vamos a un escenario de flexibilizar medidas, debe estar en coherencia con todas las restricciones", apuntó Collboni