La Catalunya olvidada

Mencui: vivir sin luz en la comarca de las grandes centrales eléctricas

Un pueblo de 10 casas habitadas dentro del Parc Natural de l'Alt Pirineu lleva más de una década reclamando electricidad

Endesa atribuye el retraso a la Generalitat y los vecinos aportan documentos dónde se afirma que la empresa debía darles corriente hace 14 años

Los vecinos de Mencui, en el Pallars Sobirà, no tienen electricidad

Jordi V. Pou / Elisenda Colell

Elisenda Colell

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Para llegar en coche a Mencui, un pueblo del municipio de Soriguera (Pallars Sobirà), hay que sujetar fuerte el volante, respirar hondo y confiar en que todo irá bien. El asfalto da paso a un camino estrecho, de muchas curvas, rocas, placas de hielo y mucho polvo. En lo alto de la montaña, una veintena de casas. La mitad son escombro. De las que se mantienen, cuatro siempre han estado habitadas y con escaso suministro eléctrico. Otras seis, sin acceso a la red, han sido reformadas por nuevos vecinos. La paradoja es que este pueblecito carezca de electricidad en una comarca con la decena de centrales que abastecen a toda Catalunya.

La compañía Endesa culpa a la Generalitat de tardar con los permisos. Los vecinos llevan más de una década lavando la ropa a mano, endeudándose para comprar generadores o placas solares y confiando en las chimeneas para no congelarse durante los gélidos inviernos. "Hablar del repoblamiento es muy fácil pero si no queremos que estos pueblos mueran necesitamos ayuda para garantizar lo más esencial", lamenta el alcalde de Soriguera, Josep Ramon Fontdevila.

"Así estamos, olvidados por todos". Es la bienvenida de Josep Maria Nus, conocido como 'Pubill' y alcalde oficioso de este micropueblo del Pallars Sobirà. En febrero cumplirá 74 años y aún no ha logrado tener luz en casa "como las personas normales". "Somos el único pueblo así de toda Catalunya". Con un palo a modo de bastón, este pastor lleva al visitante por las dos calles del pueblo para enseñar los cables que van de una casa a la otra y muestran que quien quiere electricidad tiene que pincharse a la corriente del alumbrado municipal o a la de los cuatro vecinos que sí tienen toma. Pubill es uno de ellos. Está enchufado al contador de casa de su hermana, que solo viene en verano, pero la potencia es claramente insuficiente. "Hace años que les pido a Endesa que me pongan un contador pero no hay manera", se queja.

En casa le espera su mujer, Paqui, Francisca Reina, una almeriense que llegó a Mencui hace unos 20 años. "Tenemos 10 radiadores pero no podemos usar ni uno. Se va la luz", se queja. "El día de Navidad estuvimos todo el día a oscuras. Yo es que no lo entiendo: pagamos impuestos, tenemos derechos ¿no?", se queja a gritos. En Mencui, a 1.200 metros en el Alt Pirineu, el invierno suele ser muy largo, las temperaturas bajo cero habituales y la nieve también hace acto de presencia. "Nos calentamos con la chimenea y el año pasado ya tuvimos un incendio, que bueno... Suerte que la chimenea estaba bien hecha... si no quizá no lo explicamos", prosigue el marido.

Con generador para trabajar

Otro de los damnificados es Enric Rodríguez. Hace 11 años dejó el Área Metropolitana de Barcelona y se plantó en Mencui. "Rehabilité la casa, hice un obrador. Pensé que lo de la luz se resolvería rápido pero mira, así seguimos", lamenta. "En casa estoy pinchado al alumbrado y para poder hacer el pan me tuve que comprar un generador de gasolina de 13.000 euros", explica. "Lo más triste es que Endesa, el Ayuntamiento, la Generalitat... todos saben que esto es inasumible pero no tienen coraje para hacer nada", se queja. "Es que parece que estemos en el pasado, que solo nos da para encender una bombilla", insiste Paqui. "Yo me acuerdo de aquello... Al menos éramos 50 habitantes, y la escuela y la iglesia no estaban en ruinas", suspira Pubill que se niega a ver como el pueblo que le vio nacer cae en el olvido. "Aquí viene gente interesada en rehabilitar casas pero tal y como estamos nadie va a hacerlo".

Joan Vich en el patio de su casa de su casa de Mencui, donde vive sin sumistro eléctrico

Joan Vich en el patio de su casa de su casa de Mencui, donde vive sin sumistro eléctrico / Jordi V. Pou

Joan Vich ya se ha acostumbrado a transportar las bombonas de butano a pulso desde la entrada del pueblo hasta su casa, unos 500 metros. "La nevera no la enciendo y tener lavadora ya ni me lo planteo, lavo la ropa a mano", cuenta este mallorquín que lleva 18 años rehabilitando una masía preciosa. "Me encontré que cuando ya la tenía arreglada para entrar a vivir no me querían instalar un contador: me dijeron que si lo quería que pagara 900.000 euros para costear yo toda la instalación eléctrica que necesita el pueblo", clama. Estuvo un tiempo pinchado al alumbrado, pero ha acabado endeudándose para comprar unas placas solares. "El problema es que en invierno tenemos muy pocas horas de sol, y hay muchos días que está nublado", agrega. "A Carmen, otra vecina, se le han estropeado todos los electrodomésticos por culpa de no poder usarlos".

El alcalde de Soriguera, Josep Ramón Fontdevila, asume el discurso de los vecinos. "Lo de la luz es flagrante. Pero es que Mencui, al igual que otros pueblos vecinos, necesitan mejoras esenciales: terminar la carretera, hacer de nuevo las fosas sépticas, instalar depuradoras... En Mencui, en invierno apenas tenemos luz y en verano, entre casas rurales y segundas residencias, tampoco", cuenta el alcalde que dice llevar cinco años batallando para tratar de resolver el problema.

Una década con solicitudes

Un portavoz de Endesa asume que hasta 2021 la compañía no tenía "ninguna obligación" de mejorar la red aunque admite que es "insuficiente". "Al ser suelo rural disperso, los vecinos tienen que pagar las actuaciones de mejora", explica. Una afirmación que los vecinos niegan contundentemente, y aportan documentos del cadastro de 2008 y solicitudes municipales 2011 que demuestran que sus casas estaban construidas en suelo urbana y donde se afirma que la empresa distribuidora, Endesa, estaba obligada a instalarles el corriente eléctrico.

La compañía añade que hace exactamente un año ya inició el proyecto para traerles la luz, porque dicen, fue entonces cuando el suelo se catalogó como urbano. "Algunos propietarios no querían darnos permiso para hacer las obras y estamos esperando que la Generalitat decrete la línea como de utilidad pública para hacerlo igualmente", insisten fuentes de la compañía. "Hace seis meses que el proyecto está encima de la delegación territorial de Lleida", añade la empresa. El alcalde, desesperado por la tardanza, ha mandado una carta a la actual directora general de energía. No ha habido respuesta.

Medidas esenciales para no desaparecer

Sin embargo el problema de la luz es uno de tantos. "Cuando nieva, por ejemplo, siempre tenemos que confinar a Mencui porque las máquinas quitanieves no pueden pasar por el camino". El alcalde calcula que arreglar las carreteras de Mencui, Estac, Malmercat, Puigforniu, además de instalar las cinco depuradoras y fosas sépticas necesarias en el municipio cuesta 2 millones de euros. "Nosotros no tenemos este dineral, nuestro presupuesto apenas roza los 400.000 euros", añade el alcalde.

Además, critica que hay vecinos de otras poblaciones que no están encendiendo la calefacción o la luz debido a la subida de los precios. "Aquí el invierno dura cinco meses, con estos precios... la gente está con el anorak en casa", insiste. "El problema es el de siempre, que las leyes se hacen por y para Barcelona, y nos llenamos la boca de que hay que repoblar los pueblos pero a la hora de la verdad somos los grandes olvidados", insiste. Enric asiente. "Vivir en Mencui es como un acto de resistencia", sonríe. Precisamente en la comarca con las centrales hidráulicas que alumbran toda Catalunya.

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